La Obra Social de Empleados Públicos (OSEP) avanza con una modificación en su forma de financiación, que tendrá por objetivo disminuir el déficit con el que actualmente cuenta y debido al cual el Ejecutivo tuvo que salir repetidamente a asistirla durante el último tiempo.
La iniciativa cuenta de dos partes. Por un lado, un aumento en el porcentaje de aportes que se realizan por las y los afiliados indirectos y, por otra, una suba en los montos que el sector patronal (Estado provincial y municipios) envía por cada persona que se atiende en OSEP.
Este jueves, la comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobó el despacho por mayoría del proyecto de ley de reforma de la Carta Orgánica de la OSEP que incorpora un fuerte aumento a sus afiliados.
Pero el malestar de los mendocinos es cada vez mayor ya que no toleran más una política de impuestos y ajustes para recaudar en base al bolsillo de la gente.
Y quedó demostrado en el fuerte escrache al cornejista a Daniel Llaver, quien levanta la bandera del aumento como presidente de la comisión de Salud de Diputados, que sufrió en la puerta del edificio legislativo.
Al grito de «ladrones», «hijo de p…», «cagadores de OSEP», «No queremos pagar la fiesta de sus funcionarios», una decena de mendocinos increparon violentamente al cornejista Llaver, que no tuvo más remedio que escapar y pedir un empleado de seguridad que lo resguarde.
No se concibe que una obra social con un presupuesto de más de 30.000 millones de pesos sea tan deficiente, tenga tan pésima atención a sus 400 mil afiliados y enormes deudas a sus prestadores. Solo se entiende esta realidad avanzando con la idea de que OSEP sea una verdadera «caja política» que en vez de derivar dichos fondos a la atención de la salud de los mendocinos, se vayan en publicidad, en pagar enormes sueldos a sus funcionarios, punteros políticos y devoluciones de favores políticos.
De esta manera, los afiliados son rehenes de una obra social quebrada, muchos aseguran que tienen que esperar meses para obtener un turno, que pagan altos coseguros y que muchas veces terminan atendiéndose de manera particular.
A pesar del blindaje mediático, el operativo «clamor» no está funcionando como esperaban… y el clima se pone más denso y con mucha bronca ante los manotazos al bolsillo que le está metiendo el «equipo» de gobierno de Rodolfo Suarez y Alfredo Cornejo.