Frente al cierre de Cerámica San Lorenzo, el gobierno de San Luis se hizo cargo y ayer 113 empleados volvieron a recuperar sus puestos de trabajo

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Una buena. Y sobre todo cuando de recuperación de fuente de trabajo para la gente se trata. Meses atrás se hablaba que Cerámica San Lorenzo cerraba su planta situada en Villa Mercedes, San Luis, por cuestiones de recorte presupuestario dada la situación económica actual. Tras arduas negociaciones, se adoptó la decisión de que el Estado provincial se hiciera cargo del problema. Es así que ayer el gobernador Alberto Rodríguez Saá recibió personalmente de manos de la justicia, el traspaso formal a manos del Poder Ejecutivo de la posesión de la planta ahora denominada Cerámica San Luis, ubicada en el parque industrial de Villa Mercedes. Con este acto, 113 empleados volverán a recuperar su trabajo para gestionar como cooperativa la fábrica que los echó en enero pasado y dejó sorpresivamente la provincia.

El mandatario y funcionarios de su gabinete recorrieron la planta fabril ubicada en el kilómetro 708 de la Autopista de las Serranías Puntanas, a media mañana, acompañados por los propios trabajadores, quienes decidieron rebautizar la fábrica como “Cerámica San Luis”.

Poco después de las 12,30, en el Salón Azul de la Municipalidad, Rodríguez Saá ofreció una conferencia de prensa en la que anunció los detalles del salvataje oficial que el gobierno dispuso para recuperar esta empresa, que cerró sus puertas dejando más de un centenar de trabajadores desocupados. Participaron el vice gobernador, Carlos Ponce; el vice intendente Gustavo Calderón; la Secretaria de Extensión de la UNViMe, Silvana Merlo, entre otros funcionarios y legisladores, dirigentes gremiales, representantes de instituciones y público en general.

“Estoy muy emocionado –advirtió-. Uno después que deja de ser adolescente y pasa a ser un joven, comienza a forjarse una ideología. Muchas veces se forma en los estudios, o en los bares. Yo recuerdo cuando estudiaba en la Facultad de Derecho, en Buenos Aires, y nos juntábamos a discutir en los bares. Entonces pensábamos cómo actuar en casos como éste, cuando una empresa se cierra”.

“Sin embargo, en la praxis política rara vez se actúa como lo estamos haciendo y como pensábamos entonces, cuando éramos jóvenes. Generalmente los trabajadores quedan desprotegidos. Para estos casos existe una Ley de Quiebras, pero eso lo manejan los contadores y los abogados, no los trabajadores. Este caso es diferente, porque el Estado, sobre la base de una ley de 2007, ya tomó posesión de la empresa, y la va a ceder a través de un convenio a los trabajadores, para que ellos la administren organizándose en una cooperativa”, explicó.

Visiblemente emocionado y con la voz cortada, el gobernador reconoció que llevará por lo menos sesenta días poner nuevamente en marcha esta empresa, y “mientras tanto los trabajadores deberán comenzar a mentalizarse sobre el cambio que se viene. Porque ahora, además de trabajadores, pasarán a ser dueños, deberán capacitarse. El Estado los va a acompañar, pero no se va a meter en el manejo de la empresa. Y para esto de la capacitación están las universidades nacionales”.

Indicó que en total Cerámica San Luis empleará a 113 trabajadores, y hasta que la empresa abra sus puertas el gobierno provincial les abonará un haber equivalente al sueldo mínimo, vital y móvil.

Consignó que la ley provincial aprobada en 2007 indica, “en términos blandos, que el gobierno podrá recuperar empresas en defensa de la fuente de trabajo. Porque cuando vinieron a radicarse a San Luis gozaron de beneficios impositivos nacionales y provinciales. Entonces si cierran, el Estado tiene derecho a cobrarse con sus plantas. En términos duros, significa que empresa que cierra se expropia. Y esto que lo entiendan todos los empresarios”.

Rodríguez Saá expresó que “San Luis está sufriendo una de sus peores crisis, como nunca habíamos visto”, y responsabilizó por ello al gobierno nacional.

Adelantó que el gobierno ayudará en la compra de los insumos y en poner los recursos necesarios para la reactivación de la empresa, disponiendo también que la provincia adquiera la producción para las viviendas y las obras que realiza el Estado.

“Hoy cuando recorría la empresa, después de tomar posesión, junto a los trabajadores, veía algunos viejos amigos, que ya peinan canas como yo, y nos dimos abrazos emocionados. Porque sentíamos que estábamos siendo coherentes con nuestros ideales. Siento que en Villa Mercedes cumplimos nuestros mejores sueños e ideales”, concluyó.

El vicegobernador Carlos Ponce, desde su condición de conductor de la CGT local, calificó al acontecimiento como un hecho histórico para San Luis y el movimiento obrero: “Esto es nuestra lucha contra la pobreza y defendemos a capa y espada las fuentes de trabajo”.

El dirigente también cargó contra el Gobierno nacional: “Neoliberal, que nos está llevando todos los días a perder empleos a través de la apertura indiscriminada de las importaciones y esta es la forma de darle respuesta a las medidas nacionales”.

Ponce convocó a los legisladores nacionales, que en San Luis son oposición y oficialistas en el Congreso, a interiorizarse de esta situación y acompañar el reclamo por la vuelta de la promoción industrial a San Luis, porque “es una herramienta muy eficaz para combatir la desocupación y debe ser una política de Estado”.

El ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, Cristian Moleker, recordó el rápido trámite que tuvo el expediente iniciado en su cartera el 15 de marzo pasado para recuperar la fábrica, pocos días después que el gobernador propusiera una salida para los trabajadores despedidos.

“San Luis es una gran consumidora de cerámicos, en especial por los planes de viviendas del Gobierno, entonces si no los producimos en la provincia debemos importarlos; nuestro plan de lucha contra la pobreza se potenciará si podemos fabricar esto aquí, con mano de obra y valor agregado local”, destacó Moleker.

Tras el anuncio del gobernador sobre la recuperación de la empresa ex Cerámica San Lorenzo, el Rector Organizador de la Universidad Nacional de Villa Mercedes, Dr. Roberto Schwartz,  expresó que “la universidad está a completa disposición para colaborar con los trabajadores”.

Calificó el anuncio de Rodríguez Saá como un “tremendo acto de amor y de solidaridad, que pone en lo más alto el concepto de justicia social hacia los desprotegidos”.

Con respecto a la invitación que hizo el primer mandatario para apoyar la capacitación de los trabajadores, que ahora pasarán a ser dueños de la empresa, adelantó que “para hoy jueves a primera hora he citado a la directora de la Escuela de Gestión de Empresas y Economía y a coordinadores docentes para comenzar a trabajar sobre este tema”.

“Cuando en otras provincias se cierran empresas y nadie hace nada por los trabajadores, vemos que en San Luis el Estado interviene activamente en sentido contrario, tendiendo una mano y ofreciendo todos sus recursos legales y económicos para la defensa y sostenimiento de las fuentes de trabajo”, enfatizó Schwartz.

El rector admitió sentirse “profundamente conmovido” por el accionar gubernamental: “Pensemos que detrás de las palabras hay personas. Crisis, desocupación, empresas que cierran, inflación, apertura de las importaciones, todo esos son términos, conceptos, pero debemos pensar y actuar para ayudar a estas 113 familias que quedaron desamparadas de la noche a la mañana”.

“Hemos dicho y definido desde un primer momento que la UNViMe defiende el concepto de universidad pública, gratuita, inclusiva y comprometida con nuestra comunidad. En ocasiones como ésta es donde esas palabras se concretan en la práctica real. Por eso la universidad va a ser parte y acompañar este acto de estricta justicia social”, finalizó.