Las elecciones a, digamos o sea, «concejales» de la Ciudad de Buenos Aires dejó varios datos claves que la clase dirigente política de Mendoza debe tomar nota. En primera instancia deja un título fuerte:. luego de 18 años de hegemonía PRO, La Libertad Avanza ganó las elecciones porteñas con Adorni a la cabeza; segundo el peronismo moderno y mucho más amplio donde un radical progresista como Leandro Santoro, logra una excelente perfomance; y tercero, recién queda el oficialismo porteño del partido conducido por Mauricio Macri.

No solo fue la primera derrota de los oficialismos en la agenda electoral nacional, sino que también perdió en todas las comunas por primera vez en estos 18 años… donde norte y sur se repartieron entre los libertarios y el peronismo.

El golpe fue muy duro para Mauricio Macri, que hasta algún opinólogo obsecuente se animaba a presentarlo como «presidenciable» y ahora queda en evidencia que no logra ganar en su propio y emblemático bastión, donde su fuerza política nació y creció.

Yendo a Mendoza, la sonrisa de Hebe Casado será este lunes mucho más amplia, ya que se entiende que su salida del PRO fue un acierto… «Te Lo Dije» seguramente nos dirá la vicegobernadora, y hoy será una de las que próximamente meterá gancho en el fichaje a La Libertad Avanza, como en provincia de Buenos Aires, lo hará al unísono Diego Santilli, por ejemplo.

¿Qué pasará con Gabriel Pradines? El nombre que aparecía como «candidateable» dentro de La Unión Mendocina, empezó sus primeros pasos en esta vidriera electoral pegada a la figura de Mauricio Macri, que hasta lo trajo a Mendoza a un acto del PRO… hoy vemos, con el diario del lunes y tras el fracaso electoral del PRO, que esa «la fortaleza» electoral que representaba el ex presidente de la Nación, se diluye en la provincia.

Otro mensaje fuerte es dedicado al peronismo mendocino… las elecciones desdobladas no sirven! Está claro que el error del PRO porteño es haber desdoblado la elección. El Macrismo intentó hacer una elección local, con temas puntuales de la ciudad… y la habilidad de Santiago Caputo y Karina Milei llevaron a que se «nacionalizara» la contienda, traduciendo con Manuel Adorni como candidato, acompañado con los ministros y funcionarios del gobierno de Milei, como una prueba de poder de gestión del actual presidente.

Es muy probable que esta misma estrategia la aplique en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, esperando el mismo exitoso resultado… todo depende que el peronismo cierre inteligentemente sus asperezas y jueguen todos unidos… sino estará muy cerca el desenlace libertario de que se los lleven puestos. Esta moraleja también la debe entender el peronismo en Mendoza, que pierde tiempo en diferencias menores, egos y mezquindades, y está a un paso de desaparecer si este año hacen un papelón electoral. Solo hay una figura del peronismo que mide fuerte en la provincia, de gran conocimiento público ¿por que no se abroquelan detrás de esa figura? El PJ de Mendoza tiene vocación a la autodestrucción. Sus frustraciones y su pérdida de territorialidad empiezan a ser una maldita costumbre en un escenario de desigualdad social, falta de trabajo y bajos sueldos.
La consultora que ganó

Dentro del poroteo de las consultoras, solo una acertó el resultado de las elecciones en CABA, esa fue una vez más la de DC Consultores, bajo la dirección de Aníbal Urios, que más allá de las tendencia de las mayoría, la disruptiva consultora nadó contra la corriente general y se la jugó con sus estadísticas y metodología de trabajo.

Tal como fue la única que detectó «el fenómeno Petri» en la interna de Cambia Mendoza desde ese mismo mes de enero, tal como acertó con mucha anticipación el triunfo «sorpresa» del Rolo Figueroa ante el aparato de poder que es el MPN en Neuquén, ahora también avisó diez días antes de la elección de que La Libertad Avanza iba a dar este batacazo ante el PRO… incluso con precisión en el número de Adorni (30 puntos) y también marcaba que la candidata de los Macri quedaba tercera.
Un gran y valorable trabajo de una consultora muy cercana a nuestro portal BienCuyano.
Dos escenarios posibles ¿Petri juega o no juega?

El tridente de poder mileísta se la jugó en CABA y nacionalizó exitosamente la elección. Metió una de las figuras fuertes del gabinete de Javier Milei en la cancha, su vocero Manuel Adorni, muy identificado y cercano al presidente.
Todo indicaría que esta estrategia podría aplicarla en la provincia de Mendoza, para que sea Karina Milei quién ponga las condiciones por sobre Alfredo Cornejo y que no sea al revés. Pero para cantar «retruco» tenés que tener una carta ganadora… y mucho más si a quién tenés al frente es Alfredo Cornejo, que no quiere perder ni a la bolita.

Esa carta ganadora que Karina tiene en juego es el mismísimo Luis Petri, que la pondría a jugar para condicionar a Don Alfredo y que se someta a sus órdenes. «El Jefe» sabe que Petri es hoy la figura política que más mide en la provincia del malbec y que puede darle un batacazo a Cornejo en su propia provincia si no hay arreglo de «unidad» entre Cambia Mendoza y La Libertad Avanza en la provincia.
Ya vamos a escuchar a Luisito negando esta posibilidad… no obstante reaccionará posteriormente con su potencial candidatura porque «Javier me lo pidió». Es de manual!
Tanto Karina Milei como Santiago Caputo entienden que darle un contundente triunfo de Petri en estas elecciones legislativas puede ser un golpe duro a Cornejo que hasta en el 2027, ante sus narices, puede teñirse de violeta ¿el radical Alfredo Cornejo quedaría desdibujado en Mendoza como Mauricio Macri en CABA? El tridente es un brutal pacman, que está a punto de hacer «jaque».
«El resultado de la elección es inapelable. Hicimos nuestra mejor elección histórica. Para nosotros es un puntapié fundamental para avanzar y pintar de violeta todo el país», expresó hoy el propio Javier Milei.
La apatía y el desencanto a la clase política se manifiesta en la notable desinterés en ir a votar

La historia se repite. En un escenario hiperpolitizado, con los medios de comunicación a full todos los días hablando de la rosca política, con fuertes disputas internas, luchas de trolls en las redes sociales… termina siendo inversamente proporcional al interés del pueblo en el tema. La gente de la calle no está interesada en la política, por eso se manifiesta apático y hasta desilusionado con la clase política. Hoy ese espíritu está vacío de representantes y es por eso que en cada elección que se está dando en este año hay una notable desinterés en ir a votar.
“Desdoblaron la elección y generaron fastidio en la gente. Los políticos para cuidar sus negocios llaman espuriamente a una elección desdoblada y la gente se cansa”, expresó esta mañana el mismo Javier Milei explicando esta realidad.
Tal como pasó en Chaco (52,1%), Salta (58,76%), Jujuy (63%) y San Luis (60,5%)., es muy probable que el mendocino no vaya a votar en estas elecciones, anticipando datos que van a llamar la atención. Ganará quién estará más organizado y movilice entusiasmo en llevarlo al cuarto oscuro. He incluso puede haber una «sorpresa» en la provincia y que la «bronca» se manifieste en un determinado candidato, «medio outsider» que anda dando vuelta hoy en las redes. Presten atención quién hoy tiene más interactividad y se darán cuenta de quién estamos hablando… y que la prensa general menduca aún no lo detecta.
El dato de apatía se repitió ayer. Las elecciones legislativas 2025 en la Ciudad de Buenos Aires registraron una concurrencia del 56% del padrón, la participación más baja desde 1997. Los datos fueron confirmados por el Instituto de Gestión Electoral (IGE) y encendieron alertas en todo el espectro político porteño. Para tener una referencia, en 2019 la participación alcanzó el 79,8% y en 2023 el 76,7%.
El contexto de este año no presentó grandes obstáculos. El clima fue favorable, no hubo mayores complicaciones técnicas con la Boleta Única Electrónica (BUE), y la organización general fue fluida. Sin embargo, la apatía social, las denuncias de campañas agresivas y el hecho de que solo se eligieran 30 bancas legislativas marcaron el tono de la jornada.
La última vez que la participación fue tan baja en una elección general porteña fue en 2003, cuando alcanzó el 69,7%. Esta vez, la caída fue más drástica, a pesar de los esfuerzos por modernizar el sistema de votación. La falta de competitividad entre candidatos, sumada a una campaña marcada por denuncias cruzadas, alimentó el desinterés en gran parte del electorado.
El dato sorprendió incluso a los propios equipos de campaña, que preveían una asistencia moderada, pero no una cifra tan baja. Algunos dirigentes reconocieron que la desconexión entre los votantes y la dirigencia política es cada vez más evidente.
Por Julián Galvan