Desde las 8 de la mañana de este viernes, más 80 trabajadoras y trabajadores prestadores del hospital de niños, Humberto Notti de Mendoza, llevan adelante una protesta en la puerta de las oficinas de la dirección exigiendo el pago inmediato de los salarios adeudados. Hay que recordar que el Notti es un hospital provincial, o sea, que le adjudican al gobernador Rodolfo Suárez «como responsable número uno».
Denuncian que se adeudan salarios desde marzo y en varios casos desde febrero, una situación que se hace insostenible con el aumento del costo de vida, sumado a la exposición a la que están ya que cumplen sus horarios como antes del anuncio de la pandemia.
Exigen ser recibidos por parte del director del Hospital, Jorge Pérez, el cual se niega a salir de su oficina, al tiempo que está bloqueando la denuncia de estos reclamos, llamando a los medios locales diciendo que ya se llegó a un acuerdo.
Entre los que no cobraron “se encuentran sin cobrar hay enfermeros, kinesiólogos, gente de laboratorio y radioterapia”, le aseguró a Prensa Obrera una de las prestadoras presente en el lugar. Culminó explicando que van a mantener la medida en el nosocomio hasta que el gobierno efectivice el pago.
Al igual que lo denunciaran los trabajadores del Hospital Central, otro principal nosocomio de la provincia que reclaman una vez más algo tan esencial como el cobro del sueldo adeudado, tener ART, una recomposición del mismo a valores de la canasta básica familiar, así como también el pase a planta de los contratados.
En la provincia hay alrededor de 900 trabajadores y trabajadoras de la salud que tienen contratos precarios, bajo las figuras de “prestación de servicio”. Quienes trabajan bajo esta modalidad cobran entre $16.000 y $20.000 de bolsillo, un 50% menos que los trabajadores de planta permanente, cuando cumplen las mismas funciones y la misma cantidad de horas. Además, no cuentan con condiciones laborales básicas como ART, vacaciones o licencias por enfermedad. En algunos casos, llevan 5 o 6 años en esta condición.