La fiesta megaminera que se despliega desde hace tiempo en la provincia de San Juan sigue a pesar del silencio de los medios locales que no les conviene informar que los ríos de la provincia cuyana están contaminados por obra del impune manejo de las empresas y el «distraido» control del gobierno de Uñac.
La situación en El Jachal es muy grave a nivel ambiental, a pesar de que desde la empresa Barrick Gold y el gobierno de Sergio Uñac, minimizen la situación. Ahora también se le suma el hallazgo de Escherichia coli que es una bacteria que únicamente aparece en la materia fecal de los seres humanos.
Ante el nuevo examen presentado por la Universidad de Cuyo, correspondiente al mes de septiembre de 2018, los vecinos aseguran que las autoridades provinciales y el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, están al tanto de esta información, pero esconden la verdad o la cambian, porque solo les interesa proteger a las empresas multinacionales que invierten en el sector y seguir metiendo más megamineras en las nacientes de la cuenca del río Jáchal. El dinero llama y seduce…
La Universidad Nacional de Cuyo sigue trabajando cada mes en los análisis del agua en la provincia y la evolución de la contaminación que, obviamente, afectan a la vida productiva de la región y a la calidad de vida de la población sanjuanina.
Saúl Zeballos referente de la luchadora Asamblea de Jáchal No Se Toca, que desde el 2005 están en pie en defensa del agua, elemento vital para la vida en la región y en contra de la explotación megaminera a cielo abierto, que más allá del cerco mediático que le están realizando los principales medios sanjuaninos (con mucha pauta de Uñac), conversó con BienCuyano sobre los últimos resultados del agua.
«Después de una semana de insistir en la Municipalidad, ayer nos entregaron los análisis de septiembre.En Mogna el agua sigue saliendo muy perjudicial para la salud (Exceden el arsénico, el boro, los sulfatos, los cloruros, el sodio, los disueltos totales, etc.) En esta oportunidad también se volvió a detectar mercurio en Mogna, por debajo de lo permitido por el Código Alimentario pero en conjunto con los demás elementos lo único que hace es incrementar el riesgo de las personas que consumen esa agua (hace como un año y medio que no aparecía mercurio en Mogna)» afirma Zeballos.
A lo que agrega «En el Río La Palca (punto de muestreo Pal 1) que proviene del Río Las Taguas que es el que pasa por la mina Veladero, se detectó 0,002 miligramos de mercurio por litro de agua, siendo superior al valor detectado el 15 de septiembre de 2015 (dos días después del primer derrame de millones de litros de solución cianurada y metales pesados) lo cual también es sumamente grave porque de nuevo no dijeron nada, no nos avisaron a la población de Jáchal. En el caso del agua de río se debe comparar con los límites establecidos por la ley de residuos peligrosos para el agua para vida acuática. En ese mismo lugar se volvió a detectar Escherichia coli que es una bacteria que únicamente aparece en la materia fecal de los seres humanos (lo que da la pauta que por el volumen de agua que viene en el Río La Palca han vuelto a la práctica de tirar los residuos cloacales del campamento de la mina Veladero en el río Las Taguas) Desde los monitoreos del año 2016 no se detectaba esta bacteria en ese punto de muestreo. Hay que decir que PAL 1 se encuentra como a 90 o 100 km de la mina Veladero, es el lugar más cercano a la mina al que los laboratorios pueden ingresar».
Ya hubo también un peritaje oficial de la División Operaciones del Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina (PFA), que encontró contaminación en cinco ríos de San Juan. El informe fue elaborado tras el primer derrame de cianuro de la mina Veladero de la empresa Barrick Gold en septiembre del 2015, que afectaron los ríos Potrerillos y Las Taguas, dos afluentes del Río Jáchal en la provincia de San Juan.
“Estamos ante una clara infracción de la ley 24.051, por encontrarse acreditada la contaminación en los ríos Potrerillos, Jachal, Blanco, Palca y Las Taguas”, sostuvo el peritaje. De acuerdo a lo investigado, “todas las muestras analizadas, ya sean líquidas o sólidas, evidenciaron presencia de cianuro total”. En algunos casos, por encima de los valores máximos permitidos.
Este primer percance fue el más grave ya que tuvo lugar cuando se rompió una válvula de una tubería y se volcaron cinco millones de litros de agua cianurada sobre la cordillera y el río Jáchal, cuyas aguas desembocan en las provincias vecinas de San Luis (oeste) y Mendoza (centrooeste).
No obstante, la multinacional ha reconocido que causó entre 2015 y 2017 tres vertidos de agua contaminada con cianuro por la rotura de caños o tuberías en la explotación minera.
Estos gravísimos episodios da cuenta de una serie de problemas respecto al modelo minero vigente, que se vinculan principalmente con el derecho al ambiente sano y a la salud, pero también los excede. Se encuentran involucrados aspectos de transparencia, información y gestión pública, por un lado; y el funcionamiento del sistema de presupuestos mínimos, por el otro.