El Alberto estuvo en la Universidad de Villa Mercedes y reafirmó públicamente su acción humanitaria con los refugiados

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Tras las tristes recientes noticias de nuevos bombardeos en Siria, las palabras del gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá toman aún mayor fuerza. Ante un salón colmado, el gobernador puntano visitó la Universidad Nacional de Villa Mercedes y  realizó una exposición de los principales lineamientos de San Luis como Estado Llamante.

“Debemos tratar a los refugiados como nuestros hermanos y a sus niños, como nuestros hijos”, expresó el mandatario, en un fragmento de la conferencia magistral que brindó este jueves por la tarde en el auditorio del Centro Cívico, en el marco del Ciclo de Charlas 2017 organizado por la Secretaría de Extensión de la UNViMe.

“Quien salva una vida, salva al mundo entero…”, expresó el Rector Organizador, Roberto Schwartz, al presentar al gobernador al comienzo, citando la famosa frase del Talmud, el libro que contiene la recopilación de la tradición oral judía acerca de la religión y las leyes.

El Dr. Rodríguez Saá se sentó cómodamente en un sillón al centro del escenario y rompió el hielo elogiando el ambiente: “Qué canchero está esto”. A tono con lo que sería su intimista charla, en medio de su disertación hizo pasar a los estudiantes y al público que estaba parado, al fondo del auditorio, para que se sentaran sobre la alfombra, cerca del escenario, para que estuvieran más cómodos.

A la conferencia asistieron la senadora nacional Liliana Negre de Alonso, la diputada nacional Berta Arenas, legisladores y funcionarios provinciales y municipales, coordinadores, docentes, nodocentes, estudiantes de la UNViMe y público en general.

“Yo no sabía nada de refugiados —dijo Rodríguez Saá al iniciar su disertación—, sólo por la lectura de los diarios, hasta que un día me invitaron a dar un discurso en la Academia de Ciencias del Vaticano, hacia la que tengo un enorme respeto, al igual que con el papa Francisco. El tema a abordar era sobre los refugiados. Fui casi sin saber nada y ahí escuché 69 discursos de líderes europeos”.

A lo largo de 60 minutos el gobernador expuso la experiencia de San Luis como Estado Llamante, que ya cobija a 4 familias sirias que llegaron a suelo puntano huyendo de la guerra.

Diferenció lo que significa un inmigrante, “como fueron nuestros abuelos, tatarabuelos, padres o tíos, que llegaron en barco buscando mejores oportunidades, de lo que significa un refugiado, que no tiene muchas opciones, que está en medio de las bombas, huye, lo empujan a escapar y termina en un campo de refugiados, que si se fijan en internet, es similar a lo que representa un campo de concentración. Ellos están privados de su libertad”.

“También hay refugiados del hambre y del fundamentalismo religioso o de raza, discriminaciones horrorosas de la humanidad”, explicó el gobernador.

Rememoró su disertación en la Academia de Ciencias del Vaticano, invitado por el Papa Francisco, junto a otros 70 líderes mundiales, hasta las gestiones que llevó adelante el gobierno para convertirse en Estado Llamante o de acogida. “En criollo, significa que queremos recibir refugiados, contenerlos y ayudarlos a que vivan mejor, lejos del horror de la guerra”, tradujo.

Describió la política que lleva adelante su gobierno como uno de los gestos más humanitarios que puede realizar un Estado. “San Luis conformó un Corredor Humanitario y se transformó en un Estado Llamante (como se denomina en el derecho internacional), a los fines de acoger a todos aquellos sirios que elijan comenzar una nueva vida, lejos de la incertidumbre de saber si la guerra que asola Siria desde hace más de 6 años les permitirá seguir un día más con vida”.

Recordó que desde que expuso en el Vaticano, el 9 de diciembre, hasta que llegó la primera familia, pasaron menos de cien días. “El 7 de febrero recibimos a la primera familia, conformada por Lana, que es artista plástica y pronto vendrá aquí a la Escuela de Bellas Artes, y Majb, que es chef y tiene una pasantía en el Hotel Internacional de Potrero de Los Funes”. A ellos se los alojó en un departamento de la Universidad de La Punta.

En el marco de esta Política de Estado, el pasado 13 de marzo llegaron otras tres familias. En total son 14 sirios de diferentes edades -el más pequeño tiene 6 meses, la mayor, una abuela de 73- quienes ya viven en San Luis y se encuentran en proceso de adaptación.

Rodríguez Saá desalentó los temores expresados por algún sector, en el sentido de que “ahora San Luis se va a llenar de refugiados, nos van a cambiar nuestras costumbres, nuestra cultura….Por favor, esto no es así. Cuando un refugiado huye, por lo general lo hace a un país vecino o cercano, porque algún día quiere volver a ver a sus seres queridos. Nosotros estamos muy lejos, es muy difícil que nos elijan. Pero para aquellos que sí lo hagan, tenemos nuestras puertas abiertas”.

“Todos los países reconocen que la situación de los refugiados sirios es un drama terrible y no saben qué hacer; la Cruz Roja Internacional está colapsada, como también los servicios de inteligencia y muchas instituciones. A esto se suma que muchas chicas sirias están embarazadas porque han sido víctimas de violaciones. Es una realidad muy dura la que sufren los refugiados”, remarcó el gobernador para graficar el panorama que atraviesa la comunidad siria.

Sobre la primera experiencia, el estadista rememoró: “Un día nos llamó el arzobispo de la Iglesia Católica Ortodoxa Griega en Buenos Aires, que había venido tiempo atrás a San Luis y que habló muy bien del Plan de Inclusión Social y otras de nuestras políticas, y dijo que había dos refugiados en Buenos Aires que estaban sin contención y que habían terminado pidiéndole ayuda. Nos preguntó si podrían venir a San Luis y le contestamos que por supuesto. Son Lana y Majd; ella es artista plástica y él, chef. Vinieron el 7 de febrero”.

Alberto recordó que en cierta ocasión “los invitamos a almorzar con un grupo de personas de distintos partidos políticos y diferentes edades, y en esa oportunidad, luego de que Lana y Majd saludaran a todos, nos miramos y descubrimos que nos daban mucho más de lo que les estábamos dando, porque se generó entre todos un clima de enorme sensibilidad y unidad. Sentimos que nos estaban uniendo”.

Agregó que la provincia está en condiciones de recibir otras familias, agradeció que se hayan sumado 62 municipios al Corredor Humanitario e indicó que “si hace falta o nos supera el número de refugiados, saldremos a contagiar con nuestra política a otras provincias o a otros países”.

El gobernador aclaró que “los refugiados no son nuestros sirvientes, ni tampoco somos sus dueños. Cuando la guerra pase, estamos obligados a facilitarles el regreso a su tierra, en caso de que deseen volver”.

Finalmente, expresó cómo debemos tratar a los refugiados: “Ellos son nuestros hermanos y sus niños, nuestros hijos”, sentenció. En el final de su charla se proyectó un video institucional donde se observa la llegada y el recibimiento de los primeros refugiados a nuestra provincia.

Hacia el final el Rector Organizador, Dr. Roberto Schwartz, acompañado por los Secretarios de Extensión, Lic. Silvana Merlo, y de Vinculación, Mario Guidi, le hicieron entrega a Rodríguez Saá de una copia de la Resolución Nº 676/2016 a través de la cual la UNViMe dispone “adherir a la convocatoria efectuada por el Gobierno de la Provincia de San Luis de convertir a San Luis en un “Estado de Acogida”, aprobando la integración del Corredor Humanitario que se conformará para contactar, trasladar y asistir a inmigrantes a San Luis”.

El primer mandatario puntano realizó declaraciones tras finalizar la disertación que brindó en la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe), remarcando que “se está escribiendo una historia social en la Argentina y el paro es parte de esa historia. El Gobierno Nacional debe escuchar la voz de la gente, que está diciendo ‘tenemos hambre, hay desocupación, cierran fábricas, cierran pymes’. Hoy han hecho paro las pymes, los comercios; muchos negocios en el país hoy bajaron las cortinas en adhesión al paro nacional o atendieron con las cortinas medio bajas. Esto es porque la comunidad está muy mal con la situación social”.

A modo de reflexión, Rodríguez Saá remarcó: “Cuando en un país ocurre una crisis económica, ésta se va profundizando y profundizando hasta que toca el piso, rebota y sale. En nuestro país sigue bajando y no rebota, cuando ya llevamos un año así. Cada vez podés comprar menos y tenés que pagar más por el tarifazo, algo que es una ecuación insoportable. El Gobierno Nacional debe escuchar la voz de la gente”, concluyó.