Esta mañana la ministra de Salud Carla Vizzotti anunció que el Gobierno finalmente llegó a un acuerdo con el laboratorio Pfizer. Precisó que llegarán 20 millones de vacunas contra el COVID-19 en el curso de este año y que además en las próximas semanas se concretará el arribo de 200 mil dosis de Cansino.
Al respecto se refirió Claudia Najul, la diputada mendocina que encabezó los reclamos en el Congreso para que el Ejecutivo dé explicaciones por las demoras en las negociaciones, luego de meses de declaraciones cruzadas, anuncios incumplidos y acusaciones de todo tipo por parte de funcionarios y referentes del oficialismo.
“Es una noticia excelente, empecemos por ahí. En el mundo a los menores a partir de los 12 años se les están aplicando las vacunas de Pfizer. Tenemos cientos de miles de niñas, niños y adolescentes con enfermedades de base y discapacidades. Ellos son la prioridad absoluta: venimos reclamando, junto a padres de todo el país, las dosis que les van a permitir recuperar cierta normalidad en sus vidas, después de una espera interminable e injusta”, explicó Najul.
Desde hace un año, cuando comenzaron los ensayos clínicos de Pfizer en la Argentina, la relación del Gobierno con el laboratorio norteamericano ha estado marcada por suspicacias y señales confusas, a pesar de que la oposición dio su apoyo a la ley que impulsó el Gobierno para regular la adquisición de vacunas, y en todo momento manifestó su disposición a hacer los cambios necesarios para que lleguen. Al día de hoy, apenas el 13,6% de la población está inoculada con las dos dosis.
“Seamos claros. Lo que hoy Vizzotti quiso mostrar como una victoria del Gobierno es en realidad la incompetencia de su ministerio, del presidente y de todas las personas involucradas en las tratativas. Regalaron tiempo, hipotecaron la salud de los argentinos y las argentinas. Hoy celebramos un acuerdo que debería haberse rubricado hace meses: hay contagios, internaciones, restricciones y muertes que se podrían haber evitado. Esa es la realidad”.
“Esta es una muestra más del daño que provoca subordinar un derecho fundamental como la salud pública a los caprichos ideológicos de unos pocos que se creen iluminados. Elegimos mirar para adelante: seguiremos de cerca el arribo, distribución y aplicación de las vacunas, como así también los detalles del contrato firmado”, cerró Najul.