En medio del conflicto de Nación con los gobernadores por el recorte a los fondos provinciales, el gobierno de La Rioja anunció a sus tenedores de bonos que no iba a pagar este lunes los 26 millones de dólares de vencimientos que afrontaba en moneda extranjera y adelantó que abrirá una ronda de “consultas con los tenedores de los Bonos con el objetivo de llegar a un acuerdo amigable y consensuado con ellos en el menor tiempo posible”.
“La Provincia se encuentra analizando y evaluando la mejor forma de abordar el manejo de sus compromisos financieros. Enfrentamos desafíos económicos sin precedentes. La contracción de la economía Argentina, la alta inflación y la devaluación del tipo de cambio han tenido un efecto directo en la economía de la Provincia, resultando en un grave descenso en la recaudación fiscal a nivel provincial”, explicó la provincia que gobierna Ricardo Quintela al indicar que no pagaría.
En esa línea informaron que contrataron «asesores financieros y legales y tiene la intención de iniciar consultas con los tenedores de los Bonos con el objetivo de llegar a un acuerdo amigable y consensuado con ellos en el menor tiempo posible. Adicionalmente, sujeto al resultado de conversaciones preliminares con inversionistas». «La Provincia realizará sus mejores esfuerzos para abonar en el menor tiempo posible el monto de intereses adeudados al 24 de febrero de 2024″, continuó la provincia en un comunicado firmado por el ministro de hacienda riojano Jorge Quintero.
Los vencimientos provinciales de u$s26.270.264 tenían como fecha de pago el 24 de febrero, el sábado pasado. Como se trata de un bono internacional, su fecha de pago se traslada al día hábil anterior, por lo que tendría que haber sido abonado el viernes 23. Se trata de un bono en dólares emitido en 2017 cuando el país todavía tenía abiertos los mercados de deuda internacionales abiertos. Fue una emisión de un bono verde, por u$s200 millones, con una tasa de interés de 9,75% anual.
Así, La Rioja es la primera provincia que manifiesta inconvenientes financieros para hacer frente a los vencimientos de su deuda. El recorte a las transferencias discrecionales sumado a la caída de la coparticipación generaron presión sobre las cuentas de las provincias.