Mucha Expectativa-Poca Realidad: el chamuyo porteño de la millonaria inversión que aún está muy lejos de competir con el complejo de esquí de Aspen

Actualidad Mendoza

Los porteños llegaron a Mendoza una vez más a chamuyar a «los provincianos», prometieron hacer el centro de esquí más grande de Sudamérica, incluso sacando chapa de competir con los centros invernales de Estados Unidos y Canadá, a más de 3.200 metros de altura en un valle de «condiciones inmejorables» para los amantes del esquí mundial.

De esta manera, El Azufre S.A. presentó el proyecto del centro de esquí y desarrollos inmobiliarios en Malargüe, en el límite con Chile, al norte del volcán Peteroa y del río Valenzuela, en la zona de la Punilla y el Cordón del Cura.

Como se recordará; en octubre de 2019, los inversores de El Azufre S.A, Daniel Nofal, Alejandro Spinello y José Beccar, fueron recibidos por el ex gobernador Alfredo Cornejo y el -por entonces- mandatario electo, Rodolfo Suarez, quienes miraron con buenos ojos el ambicioso proyecto.

Los muchachos «vendieron espejitos de colores» a los radicales menducos «Será el primer centro de esquí 100×100 sustentable. El master plan contempla en principio generar energía termosolar, eólica y micro hidroeléctrica. La inversión prevista supera los 200 millones de dólares».

«El proyecto prevé la construcción de un centro de ski con medios de elevación, 6 o 7 hoteles (2.300 camas), 10 restaurantes, lotes para casas y comercios que se suman a la generación de más 700 puestos de trabajo directos. La planificación se irá ejecutando paulatinamente hasta el 2024» llenaron de humo la oficina con Cornejo y Suarez adentro.

Los porteños armaron un hermoso video e incluso pusieron fechas de que el sueño del 2019 se hiciera realidad «A partir del invierno de 2021, será posible acceder y esquiar (utilizando motos de nieve, heliski o catski para subir pistas o esquí de fondo). En 2022, los primeros remontes podrían entrar en acción. Para el 2024, deberían estar construidos 6 o 7 hoteles, una docena de restaurantes y tiendas en varias avenidas. Se han planificado incluso pistas de esquí de fondo al pie del volcán con una posible parada en baños de agua caliente».

Los socios explicaron, por entonces, en esta primera etapa de inauguración y funcionamiento – lo que supuestamente era el 2021- «el complejo contará con tres máquinas pisa nieve, un helicóptero y 30.000 acres esquiables». Para tener una referencia de la dimensión Snowmass, que es la montaña más grande de Aspen, tiene 750 acres esquiables.

Rodolfo Suarez se le iluminaron los ojitos celestes ante las palabras de humo de los emprendedores porteños y de la emoción firmó un decreto (el nº 2.138) donde se le regala a los chochamus 12.000 hectáreas fiscales para que se concrete el proyecto turístico «de la Alaska de Sudamérica».

Por lo que se ha visto, parece que los plazos se extendieron al mismo ritmo radical que «El Ecoparque», «Los Penitentes» o «Portezuelo del Viento»… y lo que era «inaugurado» el año pasado, por lo que se ve en obras, se postergará esta temporada invernal… incluso poco se ven en la realidad los 6 hoteles cinco estrellas 100% sustentables, y la inversión de 200 millones de dólares que prometían…  

¿Habrán chamuyado los porteños? ¿Habrá otro negocio?

Hasta ahora lo que sabemos es la construcción de precarias viviendas con garrafas que se están decolorando por el óxido y el desvió del cauce del río Valenzuela modificando sus drenajes naturales, impidiendo que los puesteros trashumantes realicen sus veranadas y colocando tranqueras con candado en una zonas que hasta hace 3 meses pertenecía al patrimonio público.

Un grupo de expertos del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianiglia) está actualmente realizando un inventario de los humedales de la cuenca alta del río Grande. En el mismo, que aún está en proceso y es realizado por la Agencia Provincial de Ordenamiento Territorial de la secretaría de Ambiente, el ministerio de Ambiente de la Nación y el Programa de Naciones Unidas (PNUD), en la zona en la que se instala El Azufre, habría unas 1.600 hectáreas de humedales, lo que representa uno de lo más grandes del oeste argentino y de Sudamérica.

Los humedales, explican desde el Ianiglia, son ambientes que permanecen con agua por algunos períodos del año, lo que genera ecosistemas megadiversos. Son esenciales no solo para la vida animal sino también para la del hombre y son clave para el desarrollo regional.

En zonas áridas como la de Mendoza, su estudio y protección es fundamental.

Según señalaron los expertos en la materia, todo proyecto sería posible en tanto y en cuanto su desarrollo fuera sustentable, se garantizara la preservación de los recursos hídricos tanto en cantidad como en calidad y los sistemas de humedales sin que se corte su curso o el flujo de alimento del mismo, para evitar que se resequen y, por ende, desaparezcan.

¿Es viable? ¿Otro biri biri de Suarez que queda trunco por concesiones «flojas de papeles»?