La opinión de la diputada Sanz sobre el Presupuesto 2017: «muestra brotes verdes de una Mendoza que vuelve a proyectarse sobre bases sólidas»

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La diputada del radicalismo mendocino, María José Sanz, redactó una columna de opinión sobre los diez meses de gestión del gobernador Alfredo Cornejo y el debate del Presupuesto 2017 para esta gran provincia argentina. BienCuyano reproduce a continuación la opinión de la legisladora:

 

Un presupuesto con brotes verdes.

Diputada María José Sanz- octubre de 2016.

2016 ha sido el año más duro para las arcas provinciales. El estado terminal en que las dejó la gestión de Pérez, sumado al difícil año económico que está viviendo el país, hicieron que administrar la provincia fuera una odisea.

Así, si tuviéramos que definir  los años en función de qué transmiten los presupuestos, 2016 fue el año de la austeridad y 2017, será el año de la recuperación.

Para entender dónde estamos, hay que tener en claro de dónde venimos: al asumir Alfredo Cornejo la gobernación hace tan solo diez meses, los  proveedores acumulaban meses sin cobrar por sus prestaciones, en las cuentas de la provincia no había dinero para pagar el aguinaldo y, más aún, ningún empleado público sabía cuándo y cómo cobraría.

El desmadre administrativo y financiero, fue superado. No fue gratuito; implicó esfuerzos y concesiones de  todos, pero contó con un Gobierno que dio el ejemplo desde sus propias acciones. Así, más de 1150 contratos de locación de servicios fueron dados de baja por no aportar sustancialmente a la administración pública y sí, en cambio, generar costos altísimos para un Estado quebrado.

El esfuerzo tiene premio, y así, como en 2016 por primera vez en ocho años la planta política del Estado se retrajo, 2017 será el primer año en más de 20 en que los impuestos provinciales en lugar de aumentar, bajan.

Sí, una demanda que cruza sectores sociales, económicos y regionales tiene respuesta clara por parte del Estado: con esta presión fiscal es difícil producir, y más aún, los impuestos no solo son altos, sino que también, a veces, pecan de inequidad. Por eso, para el año entrante el Gobierno provincial propone eximir del impuesto a los sellos a los alquileres de hasta 5.000 pesos, y reducir a la mitad la carga impositiva de los que tienen un valor de hasta 10.000. Esta medida tiene destinatarios específicos: miles de pequeños y medianos emprendedores mendocinos que alquilan locales, salones comerciales o pequeños galpones.

Además, habrá una reducción de hasta el 25% en ingresos brutos para 100 actividades económicas entre las cuales se encuentran el turismo (fundamental para San Rafael), la construcción (gran dinamizador del empleo) y la agroindustria (actividad golpeada sucesivamente por las inclemencias y los malos gobiernos).

El presupuesto 2017 muestra brotes verdes de una Mendoza que vuelve a proyectarse sobre bases sólidas, con equilibrio fiscal, austeridad política y transparencia institucional.

San Rafael recibirá a su vez, buenas noticias. Mientras durante años, pese a estar gobernado por el mismo signo político que la provincia, nuestro departamento fue sistemáticamente discriminado, hoy, el Gobierno de Cornejo participa a San Rafael sin hacer distinciones.

En este sentido, hay partidas específicas para terminar el Laboratorio de Medicamentos, que iniciamos desde el municipio allá por 2001; dinero asignado para el mejoramiento de nuestra ruta turística por excelencia, la 173 del Cañón del Atuel; casi un millón de pesos para poner en valor y recuperar el Fuerte San Rafael del Diamante que hoy luce abandonado; y treinta millones de pesos para culminar la obra de la Ruta 150, que vincula la Villa 25 de Mayo con Cuadro Benegas.

Mendoza se está recuperando y San Rafael es parte de esa Mendoza que, con cuentas ordenadas, un gobierno honrado y estabilidad institucional, vuelve a tener brillo. Así como el presupuesto 2015 presentado por el Gobernador Pérez fue el presupuesto del descalabro financiero y el de 2016 el de la austeridad, este presupuesto, el que  proyectamos para 2017, trae consigo  brotes verdes de una Mendoza que crece en un país que se normaliza.