Nuevo derrame de la megaminera Barrick en San Juan: Los estudios del agua de la UNCuyo afirmó un nuevo caso de contaminación del agua que produjo la mortandad de miles de peces

Actualidad San Juan

Durante las primeras horas del lunes 3 de noviembre aparecieron cientos de peces muertos o agonizantes sobre los bordes del dique Cuesta del Viento, donde desemboca el río Blanco, en San Juan. Según testificaron pobladores de la zona, con el correr de los días esos cientos se transformaron en miles que continuaron sumándose a los registros realizados por los preocupados habitantes, según hemos comentado días atrás desde BienCuyano

Desde la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de San Juan emitieron un comunicado oficial intentando desviar el asunto, decían: “el evento estaría asociado a condiciones naturales del cuerpo de agua, específicamente a bajos niveles de oxígeno disuelto (hipoxia)”. Es decir que los peces murieron por hipoxia: falta de oxígeno en el agua para que pudieran respirar a través de sus branquias.

El viernes 6, técnicos de la Uncuyo realizaron un muestreo paralelo para medir el oxígeno disuelto. Según pudo constatar, las mediciones preliminares de este estudio variaban entre 7 y 9 miligramos por litro. En otras palabras, valores normales. Claudio Baigun, biólogo del Conicet que no participa en este caso y es consultor especializado en pesquerías de agua dulce, explicó que para que peces como el pejerrey se “empiecen a incomodar por falta de oxígeno, se deberían registrar valores inferiores a 5 mg/l”.

Este contraste alimentó el escepticismo entre los pobladores de Rodeo y Jáchal. “No confiamos en la Secretaría porque nunca hubo una mortandad así, porque en pocos días nos dijeron que era hipoxia y luego otras mediciones muestran valores normales. Hay intereses muy grandes”, sostuvo Fabián Rodrigo, habitante de San Juan que practica windsurf en el dique desde hace dos décadas.

Por intereses, Rodrigo apunta especialmente a Veladero, ubicada río arriba, junto a afluentes que confluyen también con el río Jáchal; este corre desde el dique hacia abajo. La mortandad masiva es, además de una tragedia ecológica, un indicio de que algo sucede en el agua, por causas aún inciertas. Para varios pobladores, esta situación revive el recuerdo de un derrame masivo ocurrido hace poco más de diez años, vinculado también a la mina de oro.

LOS ANÁLISIS CONFIRMAN QUE LOS PECES MURIERON POR EL ENVENENAMIENTO DEL AGUA

Saúl Zeballos, de la Asamblea Jáchal No Se Toca, acompañó a ingenieros industriales al dique Cuesta del Viento para realizar mediciones de oxígeno disuelto en el agua. Obtuvieron valores normales. “Mientras se hacían las mediciones, seguían apareciendo pejerreyes muertos en la superficie del agua. Por eso creemos que la causa no puede ser la falta de oxígeno, sino la contaminación”, sostuvo Zeballos.

Cinco días después del episodio masivo de mortandad de peces se tomaron muestras de agua PAL-1 (M11) en el río La Palca, a 120 km río abajo de la mina Veladero. Los resultados de la Universidad de Cuyo de Mendoza confirmaron lo peor, se detectaron valores de mercurio del mismo orden que el 16 de septiembre de 2015, cuando se produjo el primer derrame de la mina Veladero ocurrido el 12 y 13 de septiembre de 2015.

Además, el estudio encontró 0,12 miligramos de cloro por litro de agua e hipoclorito de sodio (un derivado) aunque el cloro no existe como elemento natural en el río cordillerano. Las y los vecinos denuncian que este elemento es utilizado por Barrick Gold para neutralizar el contenido de cianuro en el río cuando se produce un derrame en la mina Veladero, es decir que la empresa, una vez más, habría ocultado el derrame con connivencia estatal.

A continuación, compartimos Gacetilla de Prensa de la Asamblea Jáchal No Se Toca:

Se informa que en el día de la fecha presentó a la Fiscalía de Jáchal en el Legajo N° MPF-JA-00734-2025, el informe de la UNCuyo de Mendoza con los resultados de los análisis de agua realizados el día 7 de noviembre de 2025 y se adjuntó documentación del derrame de la mina Veladero de septiembre de 2015, lo que permite asegurar que hubo otro derrame ocultado en noviembre de 2025.

De acuerdo a los análisis, los valores detectados de mercurio el 7/11/2025 en el punto de muestreo PAL-1 (M11) en el río La Palca (120 km. río abajo de la mina Veladero) coinciden con los detectados el día 16/09/2015, en el mismo punto de muestreo, cuando se produjo la contaminación con mercurio provocada por la Barrick Gold en el primer derrame de la mina Veladero ocurrido el 12 y 13 de septiembre de 2015.

Además, estamos seguros que hubo un nuevo derrame ocultado en noviembre de 2025 porque en el Río La Palca, que viene de la mina Veladero, se detectó 0,12 miligramos de cloro por litro de agua, y el Hipoclorito de Sodio (una especie de cloro) es utilizado por Barrick Gold para neutralizar el contenido de cianuro en el río cuando se produce un derrame en la mina Veladero.

El Cloro NO debe existir en un río cordillerano. No es un elemento de la naturaleza. Los elementos detectados en el Río La Palca dan como resultado, comparando coherentemente criterios de calidad de agua para vida acuática (CCME / USEPA / UE), un alto potencial de toxicidad aguda y crónica con episodios de mortandad de peces. Y eso que la toma de muestras de agua se llevó a cabo cinco días después de la aparición de miles de peces muertos en el Dique Cuesta del Viento, por lo que el pico de la contaminación debe haber sido terriblemente tóxico para la vida acuática. Por eso la mortandad de peces fue tan masiva y grave.

Y no como MINTIÓ el Gobierno de San Juan al comunicar que “el evento estaría asociado a condiciones naturales del cuerpo de agua, específicamente a bajos niveles de oxígeno disuelto (hipoxia)”. NO FUE HIPOXIA. NO FUE POR BAJOS NIVELES DE OXIGENO DISUELTO EN EL AGUA. DESMENTIMOS también la versión periodística que dice que la mortandad de miles de peces se debe a la falta de agua en el Dique Cuesta del Viento, con los datos concretos de la cota del mencionado dique, que a octubre de 2025 tenía 3,7 metros más que en octubre de 2024.

Se podría seguir desmintiendo todo tipo de versiones semi oficiales o semi periodísticas sobre la mortandad de los peces, pero da vergüenza ajena tan solo mencionarlas, además que son un verdadero insulto a la inteligencia de quien lee o escucha esas versiones disparatadas. Esperamos que, ante la evidencia de las pruebas que muestran el ocultamiento de otro derrame, el Sr. Fiscal Sohar Aballay de Jáchal profundice inmediatamente la investigación para saber toda la verdad, y no haga lo mismo que el delincuente del juez Pablo Oritja que archivó las causas del derrame de septiembre de 2016 y de marzo de 2017 sin pedir, ni hacer un solo análisis de agua.

Resultados finales de los análisis de la UNCuyo