Con apenas 18 días en el poder, Javier Milei envió al Congreso Nacional este miércoles una “ley ómnibus” -o proyecto con muchas leyes- que conforma la tercera y última parte del plan de reformas liberales con el que planea “dar un punto de giro en la historia argentina”.
El flamante presidente llevaba apenas 48 horas de mandato cuando su ministro de Economía, Luis Caputo, anunció 10 “medidas de emergencia” para hacer frente a la crisis económica, entre ellas una devaluación brutal del peso, que perdió la mitad de su valor contra el dólar en un solo día.
En su segunda semana, a través de la cadena nacional, el propio Milei dio a conocer los detalles del polémico “decreto de necesidad y urgencia” (DNU) con el que el Poder Ejecutivo pretende modificar o derogar 366 leyes que regulan distintos sectores de la economía.
Ahora, en la tercera semana del nuevo gobierno libertario envió al Congreso un “paquete de leyes que será tratado en sesiones extraordinarias, titulado Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los argentinos”.
El propio Milei señaló que este proyecto legislativo es el más profundo ya que contiene “dos tercios” de todas sus propuestas de reforma.
Sin dudas, las profundas reformas que viene llevando El León libertario tiene un respaldo popular importante. La semana pasada, la consultora DC dirigida por Anibal Urios demostró en su estudio de opinión pública nacional que tuvo una tremenda repercusión, llegando a todos los medios de comunicación nacionales e incluso a Casa Rosada, que 7 de cada 10 argentinos acompaña el DNU de Javier Milei.
Ahora volvió DC Consultores a medir el termómetro popular en una nueva encuesta nacional en base a 1970 casos, entre los días 27 y 28 de diciembre, donde va directamente al nudo del proceso de reformas.
Entre las reformas estructurales que plantea el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno de Javier Milei hay un fuerte acento en la flexibilización laboral. Las modificaciones en esta materia se centran en puntos sensibles, como las indemnizaciones por despido, el empleo informal, el derecho a huelga y los períodos de prueba.
El estudio de opinión pública de carácter nacional realizado por Anibal Urios marca que el presidente Milei está en sintonía con lo que pide la gente, ya que la reforma laboral es una de las principales preocupaciones con un 56.7%, seguido muy lejos con la Ley de Alquileres que llega al 15.2% de interés popular.
Días atrás fue Federico Sturzenegger, el economista detrás del decreto firmado por Javier Milei para desregular la economía, quien insistió en esta idea y sentenció que el decreto «va contra la casta para favorecer a la gente».
Dentro de la Ley Ómnibus, que envió el Poder Ejecutivo al Congreso, hay un capítulo específico sobre las privatizaciones. Según establece el Capítulo II “privatización de empresas públicas” artículo 8° de la Ley Ómnibus, son 41 “las empresas y sociedades de propiedad total o mayoritaria estatal sujeta a privatización.
Anibal Urios salió a preguntar sobre algunas de las privatizaciones que estaría de acuerdo, del cual salieron datos interesantes. Los argentinos están de acuerdo con privatizar Aerolíneas Argentinas, AYSA, Ferrocarriles Argentinos y la TV Pública… no obstante, no quiere que se toque el sistema jubilatorio ni el Banco Nación. Mientras que en el caso de YPF la discusión es más pareja y requiere un profundo debate: casi se encuentra la mitad de los argentinos a favor y otros en contra de la empresa petrolera y energética de bandera argentina.
Con respecto a las obras sociales, la respuesta de los argentinos según el estudio de DC Consultores es contundente… la gente quiere elegir libremente por su obra social.
Esto va de la mano con el DNU 70/2023, en su capítulo III Obras Sociales Ley 23.660, que modifica el marco regulatorio de la medicina prepaga y las obras sociales, incorporando al Régimen del Sistema Nacional de Salud a las empresas de medicina prepaga y donde el trabajador en relación de dependencia le da libertad para decidir dónde van a ir sus 3% de los aportes y el 6% que le contribuye el empleador de su sueldo bruto.
«Si me rechazan el DNU llamaría a un plebiscito o consulta popular», manifestó Milei días atrás a la señal de cable La Nación+, exhortando al Congreso a que explique por qué se «opone a algo que beneficia a la gente» y advirtió que «no tienen conciencia de la gravedad de la situación». Frente a estas afirmaciones, Urios salió a preguntarle a la gente sobre si acompañaría este plan de reformas y la respuesta fue mayoritaria… SI, con un 60% de aprobación popular.
El último trabajo de Urios marca el acompañamiento al modelo de transformación que propone Milei continúa vigente, más allá de las manifestaciones en contra de un minoritario grupo. Por eso es clave la urgencia de que los hechos sucedan en pocos meses, a modo de un shock de libertad, para encausar el camino de la Argentina.
«Vamos a atravesar un trago amargo pero después de ese período Argentina se pondrá de pie para ser una potencia», promete Milei… y el pueblo acompaña.
