Tras un largo camino electoral, el mendocino Luis Petri cierra un gran año con la firme convicción de haber cumplido su principal objetivo: poner un punto final a los largos años de kirchnerismo y ser uno de los grandes protagonistas en la instauración de un verdadero cambio para la Argentina.
Sin dudas Luis nunca fue neutral o tibio como una gran parte de sus correligionarios, es por eso que con su templanza a trazado profundas diferencias dentro de la Unión Cívica Radical.
Fue el único radical que se le plantó en una interna partidaria por la gobernación de Mendoza, en este mismo año, exigiendo que la provincia saliera de ese Modo Pausa en la que está sumida desde hace tiempo, solicitando una renovación de ideas dentro del frente Cambia Mendoza para establecer un verdadero cambio a favor de los mendocinos en producción, seguridad, educación, producción energética, manejo del agua, minería, lucha antigranizo, desarrollo pymes, etc.
Luego recorrió cada rincón del país como compañero de fórmula de Patricia Bullrich en una interminable campaña electoral con la firme convicción para establecer un proyecto de verdadero cambio para la Argentina, la recuperación de los valores y la institucionalidad republicana y ponerle un punto final al populismo y la dinastía kirchnerista.
Y se la jugó una vez más, sin tibieza, silencios ni neutralismos, con casi todo su partido radical de espaldas, poniendo la cara públicamente junto a Patricia, para respaldar totalmente a Javier Milei en el balotaje y derrotar a la casta K, la corrupción, el despilfarro.
“No se puede ser neutral porque la neutralidad es favorable al kirchnerismo” expresó Petri en aquella recordada conferencia de prensa junto a Bullrich hace cuatro semanas atrás. Es por eso que caminó en cada rincón del país con este mensaje de esperanza y hasta puso el cuerpo en la fiscalización cuidando los votos de Javier Milei en su provincia, acompañado junto a su fuerza militante.
Hoy Luis Petri es el gran ganador. Suena muy fuerte para el futuro de su querida Mendoza y, sin dudas, es uno de los protagonistas de la reconstrucción de esta nueva Argentina. Un firme cóndor con convicciones intactas que no se achica a nada.