Cada vez es más evidente las diferencias que existen entre el cornejismo y el suarismo en el manejo actual de la provincia de Mendoza. Hasta al momento se hacía con mucho off a periodistas, sutiles operetas mediáticas, en voz baja entre correligionarios… pero siempre manteniendo una fachada de «unidad».
El «Caso Bonarrico» fue un momento bisagra, porque algunos marcan que el mismo gobernador Rodolfo Suarez no tuvo nada que ver en este embrollo, a pesar que en las encuestas de opinión pública realizadas en Mendoza lo tienen como el principal involucrado.
En voz baja, el cornejismo resalta que la gestión Suarez es «más humo» que realidad de acciones concretas: no reformó la constitución provincial, no reformó la educación, no avanzó ni con Portezuelo del Viento ni con la minería ni con Potasio Rio Colorado, ni tampoco con el banco de Mendoza, entre otras tantas promesas de campaña.
Pero de a poco esa «voz baja» empieza a subir el volumen y ya no salidas de palabras de los satélites, sino de la misma nave nodriza: Don Alfredo Cornejo.
Por primera vez se dio a conocer públicamente y desde las mismas palabras de Alfredo Cornejo los primeros «retos» a la gestión de su colega Rodolfo Suarez. El líder del radicalismo mendocino lo hizo en el programa Séptimo Día de Canal 7 donde disparó contra los funcionarios de la gestión Rody por demorar mucho tiempo las licitaciones para el centro de esquí Penitentes.
«Yo creo que el Gobierno se demoró muchísimo en la licitación grande, que es la importante; la de los 50 años. Se demoró muchísimo y yo no sé por qué», descargó el legislador sobre las dilaciones en torno a la ley que otorga el predio durante 50 años.
La respuesta de Cornejo se dio durante una entrevista brindada al programa Séptimo Día (Canal 7); cuando fue invitado a analizar la novedad de que fracasara el llamado «exprés» que hizo Mendoza para quienes quisieran explotaran el terreno sólo hasta 2023. Es decir, como preludio del avance más grande que se planea hasta, por lo menos, 2052. Pero en lugar de referirse a ese punto, Cornejo puso el ojo sobre las tardanzas que -según su mirada- sus dirigentes afines vienen generando para conceder el complejo turístico.
«También me pongo en el lugar del Gobierno», matizó. «Ponerle todas las cargas al Gobierno provincial por esas gestiones que están relacionadas a lo macro no es viable. Hoy la economía argentina complica todos estos avances. Es más, lo padecen otros proyectos, como Potasio Río Colorado, por ejemplo, o como la explotación y la infraestructura que podría hacerse en el perilago de Potrerillos», señaló.
«Hay otros lugares de nieve que son estatales y que están manejados por empresas de Andorra o de países con mucha experiencia. Hay que ir hacia eso y es lo que se busca, pero es imposible sin una macroeconomía sana. Ahora, si lo que se quiere es que la gente vaya a tirarse tipo culopatín en Penitentes, eso se puede hacer. Pero no atrae a jugadores grandes, que es lo que se necesita acá. Y hoy la Argentina no tiene ese clima de inversiones», cerró el líder político mendocino.
