Con tensos momentos, Alberto abrió las sesiones legislativas «El acuerdo con el FMI es sin políticas de ajuste y con incremento del gasto real en todos los años del programa»

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El presidente Alberto Fernández abrió el 140 período de sesiones ordinarias del Congreso con un discurso que tuvo momentos de tensión cuando se trató el tema del endeudamiento con el FMI. Incluso, parte de la oposición llegó a abandonar el recinto.  Además, el dato llamativo de esta jornada fue la ausencia del diputado Máximo Kirchner, quien ya expresó sus diferencias con el mandatario argentino e incluso renunció a la jefatura del bloque del Frente de Todos. 

Con un discurso elaborado a partir de los informes de cada ministerio, con la colaboración del secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; y el asesor presidencial Alejandro Grimson, el mandatario reivindicó la recuperación de la actividad económica del último año y puso el foco en la creación de empleo genuino como otro de los objetivos a consolidar en los próximos dos años.

Fernández comenzó su discurso refiriéndose a la invasión rusa en Ucrania, un reclamo que realizó la oposición desde temprano en el Congreso. «La paz del mundo se altera por la invasión militar de la Federación de Rusia sobre Ucrania. Europa se conmueve mientras el fantasma de una guerra vuelve a levantarse. Otra vez la violencia bélica arrasa vidas humanas», aseguró el Presidente. 

Con CFK a su lado, el mandatario planteó que «si el mundo no comprende que es este el momento preciso en que debemos darle una oportunidad a la paz y que debemos construir nuevas reglas que saquen de la postergación a los millones de desposeídos que apenas sobreviven, otra vez la humanidad estará siendo condenada a padecer la indecencia de los poderosos”.

Y agregó: «Argentina es parte de ese mundo y no puede escapar al contexto en el que está inmersa. La guerra, en un mundo que se ha globalizado, indefectiblemente genera consecuencias sobre nuestro país». 

El jefe de Estado pidió un minuto de silencio por las víctimas del conflicto armado y de la pandemia de coronavirus.

Sin lugar a dudas, el momento de máxima tensión de la jornada fue cuando Fernández endureció sus críticas hacia la gestión de Mauricio Macri y de Cambiemos, por el endeudamiento con el FMI. “El año pasado, a través del Decreto 8/2021 instruí a la Procuración del Tesoro para que iniciara una querella criminal tendiente a establecer la verdad y las responsabilidades sobre este endeudamiento. Este Acuerdo tampoco releva al Poder Judicial de avanzar en esa investigación. Los argentinos y las argentinas tienen el derecho de saber como ocurrieron los hechos y quienes fueron los responsables de tanto desatino”, lanzó Fernández. Allí, parte de la oposición se retiró del recinto en medio de gritos y críticas. Los que abandonaron el lugar, fueron los legisladores del PRO. 

“El gran problema”

En la prosecución del discurso, el mandatario expresó que “la inflación es el gran problema que tienen los argentinos y las argentinas en este momento y, sin ninguna duda, es también la principal preocupación y el principal desafío del Gobierno. Hay muchos factores que inciden en la inflación y todos tienen que ser atacados coordinadamente”.

“Sé que hay personas interesadas en instalar la idea de que cualquier problema que tienen los argentinos es producto de la ineficiencia del Estado. Quieren hacernos creer que si alguien consigue trabajo o un aumento en su salario es sólo fruto de su logro individual; que el Estado no sirve ni impulsa el desarrollo personal y social, y por lo tanto buscan debilitarlo. Con un Estado débil ganan siempre los más poderosos y pierden las mayorías populares”, alertó.

También expuso que “uno de los desafíos más grandes que tiene la sociedad argentina es enfrentar al fatalismo. Derrotar la falsa creencia que quieren instalar de que la Argentina no tiene salida”.
“Orgullosos de lo que fuimos capaces de hacer”.

En otro orden, el titular del Ejecutivo sostuvo que “la Argentina necesita poner en valor un hecho: ha llevado a cabo la mayor campaña de vacunación de su historia. Debemos estar orgullosos de lo que fuimos capaces de hacer”.

“Hoy, entre los países con más de 30 millones de habitantes, Argentina exhibe los mayores porcentajes de vacunación en un podio que comparte con China y España. Debajo de nuestros porcentajes aparecen potencias mundiales como el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Rusia, todos ellas productoras de formulaciones autóctonas de dosis contra el COVID-19”, mencionó.

Finalmente, expresó su “más profundo agradecimiento a todos los argentinos y las argentinas que, con esfuerzo personal, ayudaron al cuidado colectivo. Quiero agradecer a los trabajadores y las trabajadoras de la salud. A los vacunadores y vacunadoras. A los científicos y científicas. A los gobernadores y gobernadoras, y a los ministros y las ministras de salud de todas las provincias”.

Recuperación económica

El Presidente habló de “varios motores importantes” para la reactivación. En ese sentido, indicó que “la obra pública ha sido y será un motor fundamental del desarrollo integral. No detuvimos la obra pública con la pandemia y no la detendremos en el futuro. Tenemos 3.700 obras a lo largo y a lo ancho del país. Obras pensadas con criterio federal y ejecutadas con transparencia y equidad”.

“La industria sin dudas fue otro factor relevante que explica el crecimiento. En 2021 no solo recuperó lo perdido en 2020, sino que se ubicó 7 % por encima de 2019. Esta reactivación industrial fue una de las más aceleradas del mundo comparando contra 2019”, celebró.

Del mismo modo, sostuvo que “hubo una clara política de desarrollo que convirtió al Estado en una pieza central en el apoyo a los parques industriales, al desarrollo de proveedores, a la baja de retenciones a los bienes finales, a la sustitución selectiva de importaciones y a los incentivos para inversiones, entre muchas otras iniciativas”.

Como cierre del tópico, señaló que “la construcción fue otro gran motor de la recuperación económica, de la mano de la obra pública y de la obra privada” y también habló del “muy buen 2021” del agro, actor “fundamental para el desarrollo regional y las exportaciones”.

En lo que hace al empleo, dijo que “se viene recuperando mes a mes desde fines de 2020 y está revirtiendo el daño generado por la doble crisis que mencionamos al iniciar este discurso. La tasa de desocupación fue del 8,2 % en el tercer trimestre de 2021, la menor en más de tres años”.

Planes sociales

“Mientras alguien la necesite, la asistencia del Estado seguirá presente. Pero es hora de que los argentinos y argentinas que puedan hacerlo, vuelvan paulatinamente al empleo formal y puedan ir prescindiendo de los planes sociales. Debemos saber que ese trabajo existe en la informalidad y que hasta aquí, no ha sido regularizados adecuadamente”, reconoció Fernández.

También recalcó que “es hora de reconocer, visualizar y registrar las actividades de la economía popular. Debemos avanzar en su productividad y crecimiento construyendo nuevas generaciones de derechos”.

“Necesitamos dotarla de créditos para que la producción impulse hacia arriba a los sectores más postergados. Debemos facilitar que el Estado compre sus insumos y haga partícipes a las cooperativas de trabajo en las pequeñas obras públicas que el Estado realiza. Es necesario impulsar su inclusión a través de un monotributo productivo que simplifique su formalización”, prosiguió.

También convocó a “asumir el desafío que el Papa Francisco ha propuesto: empujar desde abajo hacia arriba y desde las periferias hacia el centro. La idea del derrame de la riqueza de los poderosos es solo una quimera que jamás se materializa. Ha llegado la hora de que los ingresos se distribuyan en términos de mayor equidad”.

“Avanzaremos en convertir los planes sociales en empleo formal recurriendo a la formación en oficios, capacitación y fomento de la terminalidad educativa; mediante la registración de la economía popular; y a través de 340 bancos de maquinarias y herramientas”, completó, no sin antes mencionar los avances en la política de urbanización de barrios populares.

Presupuesto rechazado

“En estos casi 40 años de democracia, es la primera vez que se rechaza un presupuesto en este recinto, a lo que se debe sumar aquella vez cuando no se trató en 2010. Propusimos un presupuesto que dejamos a consideración del Parlamento con honestidad y humildad, que jamás fue un paquete cerrado, que siempre estuvo abierto a correcciones y mejoras”, recordó.

Luego invictó “a todos y todas a reflexionar con humildad. Y debo dejar tranquilos a los compatriotas que me están escuchando. Me dejaron sin la herramienta del presupuesto pero no me han quitado la decisión política de cumplir lo que le prometimos a millones de argentinos y argentinas en la campaña electoral”.

Deuda externa impagable

“En el año 2018 el entonces presidente Mauricio Macri, decidió endeudar a la Argentina con el Fondo Monetario Internacional, por un monto total de 57 mil millones de dólares”, evocó el Jefe de Estado, para luego dar cuenta que “conocimos esa decisión a través de un discurso transmitido en cadena nacional. El Congreso no autorizó ese endeudamiento ni fue consultado respecto de las obligaciones que el Estado nacional asumía al tiempo de tomar la deuda”.

Al respecto, manifestó que “el dinero que ingresó de ese préstamo no fortaleció las reservas del Banco Central porque fue enteramente utilizado para pagar deuda externa insostenible y financiar la fuga de capitales. No quedó nada del dinero recibido en Argentina. Ni un puente ni una carretera. Sólo nos quedó una deuda externa impagable”.

“Los compromisos asumidos en 2018 eran definitivamente incumplibles teniendo en consideración el desmadre que la economía mostraba. Téngase en cuenta que tan solo en este ejercicio 2022, Argentina se comprometió a pagar en concepto de capital e intereses la suma de 19 mil millones de dólares. Y se comprometió a pagar una suma aún mayor el año próximo. Estoy hablando de cifras que no tienen precedentes en la historia universal de la economía moderna”, reiteró.

En cuanto al entendimiento logrado hace algunas semanas con el FMI, explicó que “teníamos una soga al cuello, una espada de Damocles, y ahora tenemos un sendero que podemos recorrer. Sin acuerdo, no podremos ayudar a construir certezas”.

“Logramos un entendimiento inusual en el marco de un programa con el FMI. Es un acuerdo sin políticas de ajuste y con incremento del gasto real en todos los años del programa. Esto nos pone en un camino transitable para nuestro país con mayor previsibilidad, certezas y visión de futuro”, subrayó y garantizó que “habrá una expansión en infraestructura, inversiones en ciencia y tecnología y en políticas sociales”.

Luego aseveró: “No habrá una reforma previsional. La edad jubilatoria no será alterada. Jubilarse es un derecho y se debe respetar a rajatabla. Si por el motivo que fuere una persona deseara continuar trabajando después de cumplir la edad que establece la ley, nadie, en principio, debería obligarla a retirarse”.

“Este acuerdo no doblega nuestra soberanía. Somos nosotros los que decidiremos nuestro futuro. Pero no dejo de reconocer que debimos extremar nuestros esfuerzos por definir con autonomía nuestras políticas públicas ante un acreedor poderoso. Todo es resultado del nivel de endeudadamiento externo al que con una frivolidad alarmante nos han dejado expuestos”, insistió en torno a la gestión Cambiemos.

En igual sentido sostuvo que “seguiremos la senda de ordenar las cuentas públicas sin condicionar nuestras políticas de justicia social” y postuló que “en Argentina se acabaron los tarifazos”.
En detalle, adelantó que “vamos a segmentar los subsidios para lograr niveles de tarifas razonables, con justicia y equidad distributiva para los servicios públicos de gas y electricidad. Por eso, en principio, apuntamos a que el 10 % de mayor capacidad económica deje de ser beneficiario de subsidios”.

“Para el resto de los usuarios, nuestra política se inspirará en la Ley 27.443 votada en este Congreso de Nación en el año 2018 y vetada por el entonces presidente Mauricio Macri. Esa normativa establecía que las tarifas solo podrían incrementarse teniendo como tope el Coeficiente de Variación Salarial. Lo que nosotros haremos será utilizar ese mismo indicador, pero estableciendo que la evolución de las tarifas estará claramente por debajo de la evolución de los salarios. Así, alineamos el tema de las tarifas con una política clara para recomponer los ingresos en términos reales”, cerró.

A renglón seguido, aclaró que “no habrá una reforma laboral” ya que “los derechos de los que trabajan no pueden ser alterados en su perjuicio. La justicia social jamás puede ser objeto de una negociación. El futuro de los argentinos y argentinas que trabajan lo hemos defendido y lo vamos a defender de manera inclaudicable”.

“No queremos más ajustes. Nunca defendimos los ajustes. Trabajo para una Argentina grande, con crecimiento y empleo, sin exclusiones y con ampliación de derechos”, sentenció.

Enojo del macrismo

“El año pasado, a través del Decreto 8/2021 instruí a la Procuración del Tesoro para que iniciara una querella criminal tendiente a establecer la verdad y las responsabilidades sobre este endeudamiento.

Este acuerdo tampoco releva al Poder Judicial de avanzar en esa investigación. Los argentinos y las argentinas tienen el derecho de saber como ocurrieron los hechos y quienes fueron los responsables de tanto desatino”.

Mientras Fernández completaba este párrafo, la transmisión oficial reflejaba a varios legisladores de Juntos por el Cambio retirarse del recinto, en un hecho inédito desde 1983 a la fecha.

En tanto, consideró que “si aprendemos las lecciones de nuestra historia, la Argentina ingresará en un desarrollo sostenido, potenciando la industria, cuidando el ambiente y redistribuyendo con equidad los ingresos”.

A la hora de hablar de los “objetivos realistas” que la Argentina se puede proponer para los próximos años, el líder del Frente de Todos, enumeró:

1) Podemos crear anualmente, solo con la ampliación de la matriz productiva, al menos 200.000 puestos de trabajo de calidad en el sector privado.

2) Podemos poner en marcha 10.000 nuevas empresas por año.

3) Podemos reducir la inflación año tras año, de modo sostenido y paulatino.

4) Podemos alcanzar y superar los 100 mil millones de dólares de exportaciones sumando bienes y servicios.

“La lógica del futuro es clara: debemos crecer, aumentar y diversificar nuestra oferta exportable para estabilizar nuestra economía. No se trata de estabilizar para después crecer, sino de crecer para estabilizar”, diferenció.

También brindó detalles de las “Nueve Misiones Industrializadoras”.

1) Desarrollar una industrialización verde para una transición ecológica justa. Reemplazaremos tecnologías y fuentes energéticas contaminantes por otras que reduzcan considerablemente o eliminen emisiones tóxicas. Apostamos al hidrógeno verde, al litio, a las energías renovables y a la fabricación nacional de equipamiento, a la reconversión tecnológica, siempre con eje en el trabajo argentino. Con la fuerza de nuestras cooperativas avanzaremos en la economía circular y el reciclaje de residuos. Reduciremos las emisiones de carbono, impulsando un fuerte despegue productivo.

2) Desarrollar la explotación de nuestros recursos naturales en consonancia con los objetivos de la transición ecológica justa, con acuerdo social y con estrictos controles ambientales ejecutados por el Estado.

3) Fortalecer la economía de la salud para lograr la autosuficiencia de insumos críticos para la producción de aparatos y medicamentos. Vamos a avanzar decisivamente en la producción de vacunas.

4) Impulsar la economía para la defensa potenciando la implementación del Fondo Nacional de la Defensa. Debemos avanzar en la fabricación de radares, buques, drones, indumentaria, industria satelital, entre otros.

5) Modernizar a los sectores tradicionales de la industria argentina, adoptando nuevos desafíos tecnológicos, de mejora de productividad y de masiva creación de empleo.

6) Digitalizar el sistema productivo nacional fortaleciendo nuestra economía del conocimiento. Pretendemos incrementar las capacidades digitales del aparato productivo y de la sociedad, mejorando la productividad.

7) Transformar el sistema de producción de alimentos para lograr que el complejo agro-bioindustrial tenga alta intensidad en conocimiento para impulsar la producción industrial de base biológica en Argentina.

8) Desarrollar la electromovilidad para convertir a la Argentina en la plataforma sudamericana de vehículos eléctricos.

9) Duplicar las exportaciones de nuestro país, con 25 complejos productivos de bienes y servicios, que en 2021 exportaron 84.000 millones de dólares y que para 2030 aspiramos que exporten 170.000 millones de dólares. Tendremos así una tasa de crecimiento compatible con equilibrios en la balanza de pagos, de modo tal de eliminar las crisis cíclicas que sufre nuestro país.

Y “para que esos nueve objetivos puedan alcanzarse”, calificó de “fundamental que avancemos en la agenda legislativa que hemos propuesto en 2021”. A saber:

1. El desarrollo del cannabis para uso medicinal y cáñamo industrial, que ya tiene media sanción, nos permitirá generar 10.000 puestos de trabajo en los próximos años con una perspectiva federal.

2. La ley de inversiones automotrices, para estimular nuevos proyectos y crear nuevos puestos de trabajo.

3. La Ley de electromovilidad, para estimular la fabricación y difusión local de los vehículos eléctricos y trabajar en la cadena de valor del litio.

4. La Ley agro bio industrial, para estimular a la inversión en la cadena agroindustrial y agregar valor en las economías regionales. Con el horizonte 2030 esta ley permitirá crear 700 mil puestos de trabajo e impulsar exportaciones por 100 mil millones de dólares.

5. La Ley de Compre Argentino, para fortalecer el poder de compra del Estado como elemento de tracción para el desarrollo industrial, en particular en nuestras PYMES y cooperativas. Más trabajo argentino.

6. La Ley de desarrollo hidrocarburífero, que amplíe el potencial de nuestra industria, sea palanca para el desarrollo industrial, la creación de empleos y el desarrollo exportador.

Sumado a tres nuevos proyectos que serán remitidos durante este año:

1. Una Ley de Nano-biotecnología, que extienda y supere a la actual ley de Biotecnología moderna.

2. Una Ley de Hidrógeno que estimule y reglamente el desarrollo de esta actividad que es presente y es futuro, y donde Argentina aspira a presentarse en un lugar de liderazgo mundial.

3. Una Ley del Sistema Nacional de Calidad para dotar a nuestra producción de mayor autonomía, control y desarrollo que permita evitar los frecuentes casos en que Argentina no puede exportar productos de clase mundial.

Poder Judicial

“Lamentablemente, el Proyecto de Ley de Reforma Judicial que envié en 2020 que fue aprobado por el Senado ahora ha perdido estado parlamentario. Lo que está sucediendo con el Poder Judicial en Argentina es grave”, mencionó en primera instancia.

Y sumó: “Esa reforma que impulsé fue resistida por la oposición para beneficiar a algunos funcionarios del gobierno anterior que deben rendir cuentas. Saben que tienen aliados en fiscales y jueces de la justicia federal. Por eso siempre su primer planteo ha sido y sigue siendo reclamar la competencia de los tribunales afincados en Comodoro Py”.

“La conformación y funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia también debe ser objeto de análisis y decisión en este ejercicio legislativo”, anexó, al tiempo que recordó que “durante la administración anterior, existieron serias interferencias de los servicios de inteligencia en el funcionamiento de las instituciones de la República, afectando los derechos y garantías de los y las habitantes de nuestra nación. A la luz de lo que hoy sabemos, no habíamos llegado a tener real dimensión del enorme daño que esas intromisiones causaron”.

“En la Argentina de hoy no hay espionaje político. No se intervienen teléfonos sin causa judicial. En la Argentina de hoy cada uno piensa y dice lo que se le da la gana”, exclamó, mientras que instantes después aseguró que “mantendremos en lo más alto las políticas de memoria, verdad y justicia”.

Año Malvinas

“La Cuestión Malvinas debe ser una política de Estado que cumpla con el mandato de la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional diseñando estrategias consensuadas que permitan conducir con éxito el reclamo. La vocación de construcción de ese consenso ha quedado expresada en las leyes que impulsamos y que fueron sancionadas por unanimidad en ambas Cámaras”, introdujo Alberto Fernández.

Asimismo, precisó que “la República Argentina reitera su búsqueda de una solución negociada y pacífica de la disputa de soberanía, para cumplir con el objetivo irrenunciable de recuperar el ejercicio pleno de soberanía sobre esa parte de nuestro territorio que se encuentra usurpado. Agradecemos todos los apoyos de países, regiones y foros Internacionales que se expresan en favor de la Argentina”.

Por último, reflexionó: “Miremos al 2023. Ese año debe unirnos en la pluralidad. Cuando el actual mandato presidencial esté concluyendo, se cumplirán 40 años de democracia. Una conquista fundamental e irrenunciable. Con sus diferencias, sus logros, sus errores y sus desafíos invito a todos y todas a trabajar incansablemente para que los 40 años de democracia nos encuentren en una Argentina próspera, más justa, en paz, con mejores instituciones, donde la vida de todos y todas esté mejorando y donde nos unamos en el juramento ‘democracia para siempre’”.

“Esta época bisagra de la historia, de Argentina, del mundo, del universo, necesita que le propongamos un sueño. Un propósito: queremos dejar de ser víctimas de todo y pasar a ser propulsores de algo. Pasar del miedo a la ilusión. De la muerte a la creación. Hay que sacar la utopía del pasado y volver a ponerla en el futuro”, finalizó.