El aumento del costo de vida se encamina a llegar a los niveles del comienzo de la convertibilidad.
Los efectos de la dramática devaluación del 12 y 13 de agosto ya tienen su correlato oficial en el índice de precios. Según informó este jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) la inflación del mes fue de 4 por ciento, empujada por los incrementos de alimentos y bebidas, salud, transporte y equipamiento del hogar.
Con este aumento, la inflación minorista en lo que va del año ascendió a 30 % y en los últimos 12 meses acumuló un alza de 54,5 por ciento.
Como un intento de matizar la dramática situación, desde el Palacio de Hacienda destacaron que el traslado a precios de la devaluación de casi 30 % que registró el peso tras las elecciones PASO “fue menor que en ocasiones anteriores”, debido -entre otras razones- a la retracción del consumo.
Desde el ámbito privado, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), registró durante agosto la peor caída en el año en el consumo minorista con 18,6 % en comparación con el mismo mes del año anterior.