El espectáculo astronómico del año tuvo un imponente marco de público de todas partes del país y el mundo en la Villa de Merlo, provincia de San Luis, y fue trasmitido en directo por las señales TN y A24 que multiplicaron en millones de pantallas este momento único, en un lugar único. Las condiciones climáticas favorables, con un cielo sin nubes, hicieron aún más grande este inolvidable evento de tan solo dos minutos de duración donde las Sierras de los Comechingones fueron las protagonistas.
El martes 2 de julio de 2019, Villa de Merlo será recordada por el día de los dos atardeceres. El eclipse total de sol que se completó a las 17.41 convirtió el día en una noche clara. En un espectáculo maravilloso -y que se pudo apreciar en todo su esplendor por la ausencia de nubes-, cuando la luz del sol quedó tapada por la luna, el cielo se opacó y la temperatura bajo unos cuatro grados.
A 2100 metros, en lo más alto de Merlo, se hizo de noche cuando faltaban 20 minutos para las 18.

Se vieron las estrellas, y la Luna brilló tal vez como nadie la vio en su vida. El fenómeno fue impactante, histórico y en San Luis se vio de un modo privilegiado.
Fue una noche corta. Una nochecita de dos minutos. Impactados quedaron aquellos que lo vivieron con sus propios ojos. Después, la luz del sol comenzó de nuevo a asomar. El día volvió a ser día pero no por muncho tiempo. Hacia las 18.30, un atardecer eclipsado sorprendió por su cielo de tres colores.
Todas las miradas se posaron en las sierras. En Villa de Merlo no había nada importante cuando el martes amaneció, todo iba a trasladarse hasta el sector serrano, donde la vista es impagable, y así se hizo.

Las primeras personas comenzaron a subir a la 11 por el camino del Filo, (era importante subir temprano para ocupar los sitios predilectos) cuando quedó habilitado de manera oficial. Fue el lugar elegido por turistas de todo el país que se movilizaron exclusivamente por el eclipse.
No importaron los kilómetros que debían recorrer; ni tampoco las alturas. Allá arriba parecía que el Sol podía tocarse con las manos.

Oriundos de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe, parejas y familias enteras llegaron hasta este rincón del norte puntano.
San Luis ofrecía lugares privilegiados y principalmente los miradores en las Sierras de los Comechingones se llenaron de turistas.
Largavistas, cámaras de todo tipo y telescopios ocuparon todo el Mirador de los Cóndores, emplazado a 2.100 metros de altura.
Desde el mediodía, todos esperaron pacientes. Y al final comprendieron que la espera valió la pena.
Fuente: Agencia Noticias San Luis – El Chorrillero -Infomerlo