El Gobierno Nacional confirmó este jueves que el Dr. Mario Lugones asumirá como nuevo ministro de Salud tras la salida de Mario Russo, que, según un comunicado publicado por la Oficina del Presidente, obedece a «cuestiones estrictamente personales».
Desde Casa Rosada aseguraron que Lugones «llevará al Ministerio su extensa experiencia en el ámbito de salud, habiendo estado a cargo del Sanatorio Güemes y habiendo sido fundador y presidente de la Fundación Güemes, enfocada en la docencia médica y en la investigación clínica».
A lo largo de su carrera, Lugones fue jefe de clínica de la Unidad Coronaria del Sanatorio Güemes, médico cardiólogo de Praxis Médica, de la Fundación Favaloro y del Sanatorio Malvinas, entre otros. También se desempeñó como director del Instituto Médico de la Seguridad Social y Evaluación Tecnológica (IMSSET) de la Facultad de Medicina de la UBA y como director de la Maestría de Gerenciamiento de Sistemas de Salud de la UBA.
LA SALIDA DE RUSSO
El ingreso al gobierno de Lugones se da en medio de la salida del ministro de Salud de la Nación, Mario Russo, quien presentó la renuncia a su cargo, en lo que es una nueva salida de un funcionario de la estructura del gobierno de Javier Milei. Su gestión estuvo cruzada por cuestionamientos sobre el manejo del brote de dengue y denuncias por recortes a los medicamentos oncológicos.
La salida de Russo, médico cardiólogo de carrera, se da en medio del conflicto con las prepagas. El Gobierno le agradeció en el mismo comunicado «por su trabajo, compromiso y dedicación al frente de la cartera».
A través de un comunicado del Ministerio de Salud, Russo agradeció «al presidente Milei, a la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y a todos los ministros del Gabinete nacional por la oportunidad de ser parte del gobierno en la tarea de reordenar el sistema de salud en beneficio de todos los argentinos». Se trata del tercer ministro que deja su cargo en apenas nueve meses de gestión del gobierno de Milei (los otros dos fueron Guillermo Ferraro y Nicolás Posse).
En ese contexto, el comunicado de Fundación Salud Inclusiva: «El Ministerio de Salud de la Nación está de Adorni(o)»
El pasado miércoles, el vocero presidencial en otra de sus ya nefastas conferencias de prensa, anunció la eliminación de distintos programas de la órbita del Ministerio de Salud de la Nación Argentina. En sus declaraciones demuestra un absoluto desconocimiento sobre los temas que aborda y con argumentos económicos, intenta justificar acciones claramente repudiables que consideramos necesario aclarar de cara al conjunto de la sociedad.
En otro ataque a la Ciencia y Técnica nacional, otro más del cientificidio que promueve Milei, Adorni informó el cierre del programa de “Becas Salud Investiga”. La Comisión Nacional Salud Investiga, que fue el origen de la actual Dirección de Investigación en Salud del Ministerio de Salud de la Nación, inició una de sus actividades principales a través de la implementación de becas de investigación. Las mismas se establecieron como un motor para el desarrollo científico en el ámbito de la salud pública, no limitado exclusivamente a la industria farmacéutica como único eje de desarrollo. Durante más de veinte años, de manera federal, se ha promovido que investigadores e investigadoras del sector público, estudiantes, personal de los equipos de salud y del ámbito académico accedan a financiamiento para generar nuevos conocimientos que contribuyan a la política pública estatal en el sector salud.
Se ha recibido transferencia de conocimiento desde el equipo nacional en nuevas metodologías de investigación, trabajando conjuntamente con distintas áreas del gobierno, el sector académico y sociedades científicas en temas de salud pública. Además de otorgar becas, estas iniciativas se han promovido en las provincias, acompañando los procesos de formación.
En 2008, se creó en Mendoza la Dirección de Investigación, Ciencia y Técnica (DICyT), convirtiéndose en la segunda provincia del país en contar con un Registro de Investigaciones en Salud. Parte del financiamiento se ha destinado a la creación de las Becas de Investigación: “Investigadores Mendocinos”, adaptadas a las particularidades de nuestro contexto territorial. Esta respuesta pone claridad sobre el desconocimiento del mencionado sujeto sobre la supuesta «distribución» del dinero, ya que por ejemplo en esta provincia se han destinado fondos a la investigación en salud durante los últimos doce años.
Es evidente que el personaje en cuestión no solo desconoce estos esfuerzos, sino que también carece de una comprensión más amplia sobre la situación en el país. Contrario a su perspectiva, investigar, analizar y explicar la distribución del estado de salud de las poblaciones, los factores que lo determinan y las respuestas organizadas socialmente para abordar los problemas de salud en términos colectivos, es una tarea que va mucho más allá de su ignorante explicación.
Otro programa dado de baja, es el de Municipios Saludables, creado con la finalidad de incentivar a los municipios para el desarrollo de políticas locales que promuevan la salud desde el enfoque de Salud en Todas las Políticas. En ese sentido mencionó y cuestionó como absurdos los lineamientos en torno a seguridad vial y violencia de género.
Desconociendo de forma grotesca que los accidentes viales representan un gran número de las muertes ocurridas en nuestro país, caracterizado como uno de los que presenta mayor índice de accidentes de tránsito de la región. Al igual que la triste alusión a “qué tenía de saludable el concepto de violencia de género”, siendo ésta uno de los grandes flagelos que atraviesa nuestra país con drásticas secuelas para la vida y la salud de las mujeres víctimas de violencia.
Finalmente menciona la eliminación del programa de Equidad
Sanitaria Territorial, proyecto que por medio de camiones sanitarios recorría nuestro país buscando
facilitar y garantizar el acceso a prestaciones de salud en los rincones
más recónditos de nuestra vasta geografía nacional. Entre sus
argumentos menciona que la atención
de la salud es competencia provincial, con lo cual desconoce la finalidad del Ministerio de Salud de la Nación y la importancia de los diferentes programas dependientes del mismo para garantizar el
acceso equitativo al cuidado de la salud en un país tan diverso y desigual como el nuestro. A modo de ejemplo, la media
nacional para la esperanza de vida en nuestro
país es de 75 años; pero al analizar de forma desagregada vemos que entre la CABA (+de 77 años) y la provincia de Chaco (72
años) hay prácticamente cinco años de diferencia. Es decir, que alguien que vive en Chaco aspira a vivir cinco años
menos que alguien que vive en el distrito
más rico de nuestro país como es la CABA. Para hablar en los términos
económicos que prefiere este gobierno, que sí es un verdadero
daño para la salud del pueblo
argentino, vale comparar la participación de estas
dos jurisdicciones nacionales en el valor agregado nacional. Según datos de la CEPAL en el año 2021, el
valor agregado bruto de CABA representaba el 32,5% del nacional mientras que el de Chaco era del 1,6%. Esto muestra
que esos cinco años de diferencia en
la esperanza de vida están sumamente vinculados a que la CABA produce y
concentra 20 veces más riqueza que
Chaco. Por lo tanto los programas nacionales son fundamentales para mitigar las profundas
desigualdades de nuestro
territorio nacional.
Mendoza, 26 de septiembre de 2024
Por Silvia Sottile, ex funcionaria DICyT 2008-2015. Trabajadora del Ministerio de Salud de la provincia de Mendoza desde el año 1988.
Por Pablo Ferrari Gaibazzi, ex Delegado del Ministerio de Salud de la Nación para la región Cuyo 2014-2015. Presidente Fundación Salud Inclusiva