Ya es sabido que los hermanos Saá sufrieron un cimbronazo electoral en las PASO, pero que finalmente con un hábil golpe de timón, lo pudieron corregir y ganaron las elecciones generales por 10 puntos arriba sobre Cambiemos y el interesado Grupo Clarín.
El Alberto desapareció de la primera plana y el Adolfo se hizo cargo de la derrota previa, le habló directamente a los puntanos, caminó cada rincón de provincia para convencer a la gente de seguir creyendo en este proyecto político, incluso mostraron un perfil (como el que tenía antes) menos kirchnerista y más del folklore populista del peronismo tradicional, para que finalmente obtuvieran el preciado triunfo ante los intereses del Macrismo.
No cabe dudas que con el correr de los años los Saá transformaron San Luis, la hicieron protagonista, la convirtieron realmente en «otro país». Hubo mucha obra pública hicieron grande a la provincia: nuevas rutas, iluminación, represas, edificios públicos, comunicación digital gratuita, nuevas tecnologías, robótica, terminales, nuevas vías de acceso, desarrollo regional en turismo, polo industrial, viviendas…
No obstante, el área de la salud quedó un tanto postergada en relación al notable crecimiento urbano de la provincia. También se suma a la problemática que padecen muchas regiones del país, de falta de profesionales médicos para cubrir las especialidades que se requieren para satisfacer las necesidades de la población.
No solo es un problema que padece solo San Luis. También lo sufre Neuquén, Río Negro, Chaco, Santa Cruz… es necesaria una política de Estado que genere condiciones adecuadas de trabajo para los profesionales vinculados a la Salud. No puede ser que en Buenos Aires exista sobrepoblación de médicos en el ámbito privado y nadie vaya a trabajar en políticas sanitarias públicas. Tiene que ser una obligación y un derecho, aunque sea durante un
período de la vida profesional. Hoy un egresado de medicina, joven, sale y empieza a trabajar en el ámbito privado (un consultorio o clínica) para empezar a facturar en grande.
Pero para que también existan más médicos en la provincia, también hay que gestarlos. La Universidad Nacional de Villa Mercedes, por ejemplo, en la gestión previa a la intervención de Nación, con iniciativa de su anterior rector Dr. Roberto Schwartz y la diputada nacional Berta Arenas estaban trabajando en la creación de la carrera de medicina que sería un importante eslabón en este plan de acción en políticas sanitarias que debe desarrollar San Luis.
Para que los médicos se animen a trabajar en ámbito estatal también es necesario gestar buenas condiciones edilicias, buenos honorarios y un equipamiento completo y moderno, junto desarrollo tecnológico en función de la salud, para llegar a adecuar un espacio laboral atractivo y atrayente.
Hoy la política en salud en San Luis está poniendo acertadamente el foco en eso. Se está invirtiendo en equipamiento médico para mejorar el servicio de la población. El Hospital San Luis, por ejemplo, ya cuenta con un seriógrafo de alta gama y de última tecnología que permitirá realizar radiografías dinámicas, sin necesidad de trasladar al paciente. El Gobierno de la Provincia invirtió $5.412.732 en este aparato. El Centro Oncológico Integral de la Provincia volverá a contar con el servicio de radioterapia. Se abren nuevas salas de Atención Primaria en distintas localidades de la provincia, sumando también la incorporación de más insumos para suplir las necesidades básicas de trabajo.Los hospitales de Tilisarao, Santa Rosa del Conlara, Concarán y Naschel ya cuentan con servicio de ecografía. En diciembre, la pujante Villa de Merlo contará con un nuevo hospital, más moderno y acorde al crecimiento poblacional que viene sucediendo en la región, la construcción de la misma tiene un monto de inversión del Estado provincial de $126.599.998. Será parte de la lista de los 14 nuevos hospitales que construirá el gobierno provincial. También está planeada la creación del nuevo hospital de la ciudad de San Luis, un imponente hospital que servirá como centro de derivación nacional empezará a construirse en un predio de 32 hectáreas ubicado frente al nudo vial donde se cruzan la avenida Eva Perón y la ex ruta 7, en el extremo este del predio de Terrazas del Portezuelo; la obra tiene prevista una inversión de 3.091 millones de pesos para construir 51.696,48 metros cuadrados para el hospital, otros 2.572,24 metros para las Residencias Medicas y el plazo de la obra será de 450 días corridos. Contará con la última tecnología disponible para este tipo de edificios y un desarrollo en 3 niveles (planta baja, primero y segundo piso) donde estarán las distintas áreas como sector de emergencia y urgencias, diagnóstico por imágenes, laboratorios, consultorios ambulatorios públicos y privados, área para personal y administración, gastroenterología y diálisis, quirófanos, esterilización, unidad de cuidados intensivos, cirugía cardiovascular, hemoterapia, bioingeniería, internación, docencia, aulas y biblioteca.
Adolfo Rodríguez Saá ya se había referido desde hace un tiempo ante los medios puntanos sobre de la necesidad de dotar a los hospitales con médicos especialistas y se quejó porque los opositores no acompañan a San Luis para tener una facultad de medicina.“Faltan médicos por eso queremos la facultad. Hace 20 años que luchamos y siempre hay una piedra en el camino. Los opositores no entienden que si los puntanos podemos estudiar medicina los hospitales van a tener médicos”, expresó El Adolfo, quién propone un sueldo inicial en la provincia que rondaría los 53 mil pesos. En declaraciones a Cadena 3 durante el mes de junio pasado, el senador nacional ya había convocado a médicos de todo el país para que se radiquen en San Luis.
Otro punto a favor para los usuarios de la salud pública es la pronta implementación de “Tu laboratorio amigo”, plan diseñado por el Ministerio de Salud de la provincia que consiste en un moderno sistema, mediante el cual mejora de modo sustancial el manejo de stock y la entrega de leche. Esto no sólo se aplicará a la farmacia del hospital cabecera de Pedernera, sino que abarcará a todos los nosocomios y centros de atención primaria del departamento.
Otro problema: la falta de farmacéuticos para cubrir puestos locales
En las últimas encuestas conocidas en el país, la opción de farmacia se ubica bastante lejos de las más elegidas por los estudiantes argentinos. Un dato que confirma esta situación es que en la Universidad de Buenos Aires (UBA), la carrera de Farmacia y Bioquímica ocupa los tres últimos lugares entre las inscripciones, junto con odontología y agronomía. Las consecuencias son que muchas zonas del país en el corto plazo faltarán profesionales para las farmacias. Así lo alertaron esta semana dirigentes del Colegio de Farmacéuticos de San Luis, un problema que seguirá hacia adelante, ya que hay pocas inscripciones a la carrera. Por esto, se inició un plan para incentivar a estudiantes a que se sumen a la profesión.
El alerta que genera la poca cantidad de farmacéuticos hizo que el Colegio Profesional y la facultad de farmacia local iniciaran una campaña de incentivo. “Es una realidad que cada vez son menos los estudiantes que eligen la carrera de Farmacia. Muchas facultades de todo el país están abriendo sus propias carreras de farmacia y quizás eso también influya en la decisión de los chicos para estudiar en otro lado”, sostuvo Humberto Albanesi, presidente del Colegio de Farmacéuticos puntano. Otro punto que incide en esta realidad, afirma, es la concentración de grandes farmacéuticas, como las cadenas. “Inciden de manera negativa. Las farmacias de barrio no tienen cómo subsistir y terminan cerrando y de esta forma dejan sin el servicio a los barrios por ahí más alejados del centro y que más la necesitaban. Además no tenemos una ley que haga que la farmacias se distribuyan de manera pareja como pasa en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Río Negro, Misiones, entre otras provincias”, agregó.
Para atraer estudiantes al sector, el Colegio de Farmacéuticos y directivos de la carrera de Farmacia de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional de San Luis iniciaron una campaña de difusión. “Si se compara este número de aspirantes con el de una década atrás, es significativamente menor, casi en un 50 por ciento, aunque en 2017 se trabajó fuertemente en la promoción de la carrera en conjunto con el
Colegio Profesional”, agregó doctora Mercedes Campderrós, decana de esa Facultad.
La caída en la matrícula en las facultades del país que forman a los farmacéuticos del futuro es muy marcada, y se profundizó en los últimos años. Fuentes del sector confirmaron que “los problemas que vive la farmacia, con la caída de la rentabilidad de los mostradores independientes y los bajos salarios de los profesionales en relación de dependencia hacen que los jóvenes no vean la profesión como una alternativa viable”.
Falta mucho por hacer. Pero la preocupación actual en el tema por parte del gobierno puntano hará que para el 2019 se llegue a cumplir el objetivo de mejorar la calidad de servicio en materia de salud en la población de toda la provincia. Verdaderamente un noble desafío.
