Frente a la crisis social, Ulpiano Suarez solicitó al Gobierno Nacional que habilite espacios ociosos del Ejército para que se transformen en refugio asistencial para gente en situación de calle «La situación es urgente»

Actualidad Mendoza

«Hoy comienza el fin de la decadencia en Argentina», proclamó Javier Milei en su investidura como nuevo presidente del país sudamericano el 10 de diciembre de 2023. El jefe de La Libertad Avanza entró hace seis meses por la puerta grande en la Casa Rosada tras unas elecciones donde alcanzó el 56% de los votos y autoproclamado como el único candidato que podía sacar a la nación de la crisis económica. En campaña prometió realizar el ajuste «más grande y abrupto de la historia humana» para mejorar la vida de los argentinos en un futuro próximo. Y por ahora el líder ultra cumple. Al menos en lo que a su famosa motosierra se refiere.

En su primer medio año al frente de Argentina ha reducido los ministerios de once a ocho, ha parado la obra pública nueva, ha anunciado el despido de 50.000 funcionarios, ha recortado subsidios… Pero entre las medidas adoptadas en este tiempo destaca la devaluación del peso argentino un 50%, lo que disparó el valor del dólar y desplomó el poder adquisitivo de los ciudadanos. El Ejecutivo de Milei ha recortado en más de un 38% las pensiones, un 27% las nóminas de los empleados públicos y por encima del 60% las ayudas.

El «ajustazo» del presidente no ha sido bien recibido en un país que soportaba ya seis años de caída salarial y que sobrevive con un sueldo mínimo de 160 dólares. Solo Venezuela se encuentra por debajo de esa cifra en América Latina. Con el parate de la obra pública, ha dejado a muchos trabajadores tercerizados cesanteados, con despidos masivos y otros indemnizados… que sin dudas acentúan la crisis.

Su megaproyecto para reconstruir Argentina con el impopular DNU, el Decreto de Necesidad y Urgencia, además de desatar el malestar en las calles, sumó a una liberación brutal de los precios de los alquileres que han dejado a muchas familias argentinas en la calle producto de sus impagables aumentos, en un clima de sueldos precarizados y «licuadora». La ‘ley ómnibus’ fue inicialmente rechazada y el Gobierno tuvo que revisarla y rebajarla respecto a las drásticas medidas que proponía en un primer momento, para ser aprobada por la Cámara de los Diputados. El documento contempla la delegación de poderes al presidente para actuar sin el consentimiento de los congresistas y una serie de medidas fiscales de calado, así como la privatización de empresas públicas y beneficios a compañías extranjeras dispuestas a realizar inversiones millonarias en el país.

Las medidas extremas de Milei, sin embargo, no han sacado al país del coma. La inflación continúa disparada -aunque en mayo bajó al 4,4%- y colectivos como los jubilados han perdido un 37% de poder adquisitivo. Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, la pobreza alcanzó al 55% de la población en el primer trimestre y el 18% de sus habitantes se encuentra en situación de indigencia. Nadie se explica cómo en este escenario el Gobierno ha decidido almacenar hasta 5.900 toneladas de comida adquiridas por anteriores gabinetes que si no se reparten entre los más necesitados caducará y acabará en la basura. «Si la gente no llegara a fin de mes, estaría muriéndose en la calle», comentó el líder ultra con escasa sensibilidad y alejado de la realidad de muchos de sus compatriotas.

«Si le va mal al país, le va mal a Mendoza» dicen en los pasillos de la Casa de Gobierno que gestiona Alfredo Cornejo. Y es así como la provincia de Mendoza «le duele» la mala administración de los libertarios: incremento de la marginalidad en los barrios del Gran Mendoza, hechos delictivos, robos de cables, familias viviendo en la calle, debajo de un puente o dentro de un cajero automático para soportar el duro invierno cuyano, revolviendo la basura para poder llevar un bocado para «revivir» un estómago vacío. Un escenario pocas veces visto en una provincia rica en recursos agropecuarios y ganaderos.

Sólo en la Ciudad de Mendoza ya contabilizan 116 personas en situación de calle y se cree que el número supera los 500 cuando se mira el mapa provincial. Ante esa bomba de tiempo que no para de crecer, el intendente Ulpiano Suarez y la Pastoral Social ya pidieron auxilio al gobierno nacional para que «reaccione» y adopte urgentes medidas para contener la situación.

Frente a esta crisis socioeconómica, el intendente Ulpiano Suarez y el titular de la Pastoral Social, Marcelo de Benedectis, mantuvieron una reunión clave y coincidieron en que es necesario pedirle al Ejército y a Gendarmería Nacional un lugar para que las personas en situación de calle puedan pasar el invierno.

«Lo que surgió de la reunión que tuvimos con la Pastoral de la Calle es que es necesario que el Estado nacional se involucre también en la asistencia de estas personas vulnerables, porque estamos buscando un lugar que cumpla el rol de refugio o albergue para una población vulnerable de una franja etaria de entre 50 y 65 años, que ha crecido», puntualizó Ulpiano.

«Me piden que habilite los gimnasios municipales para que sean refugio de las personas en situación de calle, pero esto no puede ser posible porque miles de personas los utiliza diariamente, de 8 a 23 hs, para realizar sus respectivas actividades sociales, culturales, educativas y deportivas que el Municipio organiza como cada año. No obstante, solicitamos al jefe del Ejército y de Gendarmería que nos ceda alguno de sus numerosos espacios o edificios ociosos para que sean puestos en pos de otorgarle una urgente solución a esta preocupante realidad social» sostiene el intendente de Ciudad.

El intendente admitió que las personas mayores de 50 años son las que hoy más los preocupan, porque en términos generales los menores de esa edad están contenidos en albergues o reciben alguna asistencia de La Pastoral en algún refugio y por otro, los adultos mayores son asistidos en los asilos de la Dirección de Adultos que tiene la provincia. En tanto existe un grupo que está en el medio, entre 50 y 70, que no están cómodos en una convivencia con los grupos jóvenes, con una gran brecha etaria, que hace que deben encontrarle una urgente solución de asistencia social. Es así como podría aparecer el Ejército para otorgarle esa facilidad edilicia, hoy sin uso útil o desaprovechada, para paliar temporalmente las consecuencias de un duro invierno que ya está entrando en la provincia.

En ese sentido cobró sentido la reunión realizada el 10 de junio en la Parroquia Santiago Apóstol, donde el Intendente de la Ciudad de Mendoza, Dr. Ulpiano Suarez, Secretario de Gobierno Prof. Pablo Espina, Subsecretaria de Inclusión y desarrollo humano Lic. Nani Urrutia, Directora de contingencia de la Provincia Lic. Priscila Segura y Director de desarrollo comunitario del Gobierno de Mendoza Lic. Ernesto Mancinelli, con el Presbítero Lic. Marcelo De Benedectis, Delegado Episcopal de la Pastoral Social junto a integrantes de la misma, Magister Francisco Villegas, Dra. Marianela Rodríguez Castillo, Prof. Carina Cortez, la Sra. Silvia Santillán y Lic. Elena Castro, plantearon el objetivo de encontrar juntos alternativas de solución a la problemática de gente en situación de calle que se ve incrementada por la situación social imperante.

En diálogo abierto se expresaron las distintas miradas desde cada espacio concluyendo en la imperiosa necesidad de gestionar de manera estratégica un plan de acción, tratando de gestionar con el Ejército Argentino un espacio destinado a refugio para estas personas vulnerables, especialmente la franja etaria comprendida entre los 50 y 65 años.

No obstante, más allá del silencio de Luis Petri sobre el tema de la crisis social socioeconómica que tracciona el tandem Milei-Caputo-Sturzenegger, el intendente Ulpiano Suarez sigue trabajando en la urgente asistencia de la población vulnerada en la Ciudad, producto del voraz ajuste nacional.