El cornejismo firmó el acta de defunción del Frente Cambia Mendoza: Pacto de intereses mata fundamentos y consensos ideológicos

Actualidad Mendoza

Así como hay que confesar que los Reyes Magos son los padres y el Ratón Perez que se lleva los dientes no existe, es necesario salir con la verdad y afirmar que el Frente Cambia Mendoza no existe más.

No está más, no existe, solo es una afirmación ilusoria de quién se quedó con el sello de goma… Don Alfredo Cornejo y su ego.

El dueño de la pelota

El proyecto colectivo denominado Cambia Mendoza nació en los años 2015 bajo los conceptos de desarrollar un verdadero cambio institucional y de gestión en la provincia.

Esta coalición política representaba el brazo político de Juntos por el Cambio en la provincia de Mendoza y estaba conformada por la UCR, Libres del Sur, Partido Socialista, Partido Federal, Fe, Partido Renovador Federal, PRO, Coalición Cívica ARI, PDP, Republicanos Unidos, +República y Partido Demócrata.

La convivencia dentro de dicho espacio de consenso en aquellos primeros tiempos gozaba de buena salud, con la presencia de importantes dirigentes que sostenían el equilibrio y el diálogo dentro del mismo. Es así que aparecía un fuerte Ernesto Sanz, la carismática Laura Montero, el ex gobernador Julio Cobos, el candidato Alfredo Cornejo, el macrista Omar De Marchi, los lilitos con Gustavo Gutierrez a la cabeza, entre otros, que actuaban armoniosamente en este modelo de coalición.

Pero con el correr de los tiempos, Alfredo Cornejo ya convertido en gobernador, empezó a tomar más influencia dentro y fuera del espacio, dividir y fagocitar el poder de sus pares dentro de la coalición para detonar esa horizontalidad inicial. De a poco empezó a borrar a Laura Montero, una dirigente política de gran carisma y con muy buena llegada al pueblo mendocino (mucho más que el propio Alfredo); meter cizaña en inútiles internas que hicieron que el resto, de a poco, se fuera alejando producto de los caprichos y la incapacidad de administrar poder con diálogo y aceptar las disidencias.

Bajo la concepción egoísta de no querer que crezca nada que le pueda hacer sombra, Cornejo gestó su poder «pisando los brotes» dentro del frente. Lo hizo con varios de sus pares, dirigentes muy valiosos, que con el correr del tiempo le cerró las puertas, los blindó, le cortó su crecimiento… para quedar solo rodeado de los obsecuentes y aplaudidores de su pequeña figura.

Peleas de sectas, de personalismos y egos, llevaron de a poco a que crujiera el espacio fundacional… se fueron los gansos, pegó el portazo el PRO, se fueron parte de los lilitos, los massistas… quedando solo un universo de sellos de goma con dirigentes de partidos que no existen en los papeles electorales.

La última noticia se dio este fin de semana cuando el Partido Socialista decidió abandonar el espacio común por no compartir las ideas actuales del cornejismo.

«Cambia Mendoza arrancó en el 2015 priorizando las necesidades de la provincia, pero ahora la conducción ha tenido gestos de fuerte colaboración con el gobierno nacional de Javier Milei, del que nosotros no nos sentimos ni queremos ser parte», argumentó el presidente del Partido Socialista en Mendoza, Gerardo Santarelli.

Para los integrantes del Partido Socialista no fue «coherente» seguir integrando Cambia Mendoza. La confirmación de su salida se explicó en el hecho de que Cambia Mendoza no sólo presentó fiscales para Milei en el ballotage, sino que aportó funcionarios al Gobierno de la Nación, como es el caso del ministro de Defensa, el mendocino Luis Petri, sino que también avaló varias políticas que ellos cuestionan, como la aludida en el mega paquete de leyes que finalmente resultó fracasada al momento de la votación en particular.  

Entre las actuales incoherencias de Cambia Mendoza todos están en medio del cambalache ideológico que representa este espacio, las declaraciones de la actual vicegobernadora salida del bullrichismo, la sanrafaelina Hebe Casado, que sueña con un «co gobierno» con Milei y se saca fotos con Menem y la Villarruel; el silencio cauteloso de Alfredo Cornejo que contrasta con la postura combativa de la UCR Nacional; los legisladores nacionales cornejistas que votan, negocian en departamentos y aplauden las medidas de Milei; un Libres del Sur que a nivel nacional está en plan de lucha contra el brutal ajuste de las políticas económicas de Milei y Toto Caputo en contra de los sectores populares; con los lilitos mendocinos que quedaron bajo el ala del cornejismo desconcertados ante las fuertes declaraciones del progresismo de Lilita Carrió contra el León Libertario; un radicalismo que sale a defender las banderas del alfonsinismo y la democracia; los pichettistas que rosquean a lo Pichetto y el grupo de empresarios reconvertidos en dirigentes políticos que obviamente juegan para sus negocios puertas adentro del gobierno provincial.

Hoy Cambia Mendoza es un espacio cooptado por el cornejismo y que los une solo un pacto de intereses y cargos. El pueblo mendocino lo sabe muy bien y es por eso que el gobernador y su espacio van en caída libre en imagen positiva, perdiendo más de 10 puntos en cada elección.

El analista Anibal Urios lo confirma en su último trabajo en la provincia cuando profundiza sobre el rol del frente Cambia Mendoza y es allí donde un 53.6% de los encuestados aseguran que Cambia Mendoza es solo un personalista partido de Cornejo.

Un momento de reflexión. Si muchos dirigentes y analistas aseguran que Juntos por el Cambio no existe más… y Cambia Mendoza es un brazo político de dicho espacio en la provincia… por regla de tres simple, Cambia Mendoza ya no existe.

El mismo presidente del bloque del PRO en la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, confirmó la conducta que ya se expresaba en el Congreso pero que aún puede tener provocar fragmentaciones en distintas bancadas de las dos cámaras: la ruptura de Juntos por el Cambio.

«Juntos por el Cambio, como se conoció, no existe más. Podemos tener una buena relación en el Congreso. De hecho, no somos un interbloque con el radicalismo y la Coalición Cívica. Podemos tener estrategias en común y compartirlas, pero hoy nos identificamos de distinta forma», sentenció el referente legislativo del PRO en declaraciones en radio Rivadavia.

En la mismo sintonía, la diputada nacional y cornejista, Pamela Verasay, muestras sus diferencias con la UCR y expresa en favor al cambio que propone el gobierno de Milei “El radicalismo está lleno de matices en sus pensamientos, no quiero hablar de una fragmentación, pero sí voy a plantear con mucha fuerza la necesidad de modernizarse. Lejos vamos a estar de representar a una mayoría si no nos atrevemos a dar estos debates”

“El radicalismo – insistió en declaraciones a MDZ Radio – tiene que liderar el proceso de reforma; con límites, con controles. Pero no quedarse en posturas cerradas, en no querer leer lo que la ciudadanía ha planteado después del resultado electoral”.

Sin dudas, el PRO insiste en sostener un cogobierno con La Libertad Avanza… y está cada vez más claro que el radicalismo adopta distanciarse de esa extrema derecha ajustadora de clase media. En medio está la secta del cornejismo que espera silenciosamente señales de su cacique, una Hebe Casado que se manifestó públicamente coherente con las ideas libertarias en sintonía con Patricia Bullrich, el macrista Petri y Milei … Pero Cornejo ¿A qué juega? ¿Se aleja del progresismo de la UCR para irse a la derecha conservadora libertaria y del PRO? Una postura incómoda dentro de un frente provincial más incomodo, donde los radicales Julio Cobos y Ulpiano Suarez, los Libres del Sur, los lilitos, empiezan a trazar profundas diferencias.

Por todo ello, y por mucho más que se dice en off, debemos afirmar que Cambia Mendoza no existe más…

Por Julián Galván