Frente a las promesas de Cornejo de «la revolución de la educación en Mendoza», el ministro Tadeo García Zalazar pone en juego su eficiencia para resolver el conflicto de 500 docentes que no les permiten trabajar por caprichoso psicofísico

Actualidad Mendoza

El gobernador Alfredo Cornejo prometió desde el primer día de su mandato hacer foco en el fortalecimiento de la educación en Mendoza, gestar una verdadera revolución de la mano de su delfín Tadeo García Zalazar, encargado en dicha área, en donde le ha otorgado poder y fondos para lograr una gestión de excelencia.

Más allá de las promesas en palabras, es importante apuntar en acciones y hechos. Por un lado, fortalecer la inversión para poner en valor la infraestructura edilicia de las escuelas, mejorar el salario docente, una mejor calidad nutricional en el servicio de los comedores escolares, equipamiento didáctico de calidad y planes de estudios acordes a los tiempos que corren.

Si bien, son hechos a largo plazo, hay cuestiones urgentes que atender y que pueden ser resueltos de inmediato si se actúa con eficacia y responsabilidad. Por eso entra en juego el primer desafío que tiene que afrontar el ministro Tadeo García Zalazar para demostrarle a la sociedad su responsable aptitud para el cargo.

Tal es el caso de los más de 500 docentes mendocinos graduados y con el legítimo derecho a poder trabajar que prepotentemente se les niega ingresar al sistema educativo público, por las caprichosas exigencias de un psicofísico que no quiere «ni gordos, ni feos, ni flacos, ni discapacitados, ni
con un matiz de voz que no es de agrado personal del evaluador» dentro de su sistema.

¿El ministro Tadeo García Zalazar está de acuerdo a este modelo hitleriano que pretenden instalar en las escuelas mendocinas?

Desde meses estos más de 500 mendocinos están desesperados ante la falta de empatía de un gobierno provincial que les da la espalda y metidos en un laberinto burocrático de papeleos, pruebas y médicos especialistas, donde se les rebotan el examen psicofísico, una, dos, tres, infinitamente, con excusas meramente caprichosas.

Hay que entender que más allá de los títulos habilitantes, si no se supera el psicofísico, el aspirante no está habilitado para ingresar a la docencia u obtener un cargo de titularidad docente.

El gobierno provincial, en complicidad de DGE y la OSEP, están por el momento al frente de un perverso operativo de devolución de Psicofísicos “NO APTOS” de manera indiscriminada, arbitraria e injustas, que vienen ocurriendo tras el rechazo masivo por parte de los profesionales (Psicología, Fonoaudiología, ORL. etc.)  de Salud Laboral tanto desde OSEP como de la DGE.

«Usted tiene una obesidad tipo 2 lo cual le cuesta desplazarse con normalidad», «su tono de voz no es acorde para la enseñanza en el aula», «aprobó en el área nutricional, pero lamentablemente le surgieron nuevas patologías», son algunos de los caprichosos argumentos que recurren los profesionales habilitantes del psicofísico que gestiona la DGE para rebotarles el ingreso al sistema laboral.

Los más de 300 docentes se autoconvocaron en repudio a este destrato del gobierno provincial y empezaron a movilizarse en los medios de comunicación, en el ámbito legislativo y en el judicial, denunciando este atropello al simple derecho de poder trabajar.

«Este escenario se repite  con cada uno de los docentes recibidos que  queremos ingresar al sistema educativo público, suplentes que deben renovar psicofísico o suplentes en vías de titularizar. Iniciamos el trámite en Salud Ocupacional de OSEP, obteniendo un desfavorable y  desacertado diagnóstico con una devolución negativa, luego de meses de espera  resultamos en condición de NO APTO, éste nos inhabilita a la función ya sea  por problemas en cuerdas vocales, cervical, psicología, sobrepeso entre otras. Hemos sido derivados a distintos tratamientos para ser reevaluados», expresaron los docentes a BienCuyano.

Además del destrato se suma un oneroso gasto particular que cada docente debe afrontar de su bolsillo para avanzar en el trámite, que, como bien sabemos, finalmente es rebotado arbitrariamente una y otra vez «Los procesos médicos son afrontados de manera particular ya que la obra social de empleados públicos para docentes en actividad cubre solo cuatro meses de sesiones por ejemplo en fonoaudiología y quienes aún no ingresan a trabajar al sistema educativo público y no tienen cobertura de OSEP, lo tienen que solventar de manera particular y con costos elevados, no obstante estos son solicitados de manera reiterativa. Se ha trabajado sobre lo solicitado, obteniendo las respectivas altas y adhesiones positiva a los tratamientos, así mismo  se mantienen en un no apto por manejar diferentes criterios médicos que no nos habilitan a la función, es decir, que ningún  doctor fuera de la esfera de salud laboral es idóneo, poco respetable ya que no es válido ni los estudios ni  tratamientos  y mucho menos el diagnósticos como certificar el estar sano» explican los frustrados aspirantes mendocinos.

El colectivo de docentes discriminados por la DGE y OSEP viene desarrollando acciones legales en conjunto contra este acto de injusticia de negarles la posibilidad de poder trabajar dignamente y en libertad en los establecimientos educativos públicos de la provincia.

Carta Documento del colectivo de docentes discriminados al anterior Director General de escuelas de Mendoza, José Thomas.

Por otro lado, el tema también ingresó a la Legislatura donde la Comisión de Derechos y Garantías de Diputados está tratando de resolver el conflicto que discrimina a centenares de docentes graduados que frente a la enorme crisis económica solo quieren trabajar para sostener a sus familias.

El sindicato docente SUTE también tomó cartas en el asunto y acompaña en la lucha por la incorporación de estos mendocinos dentro del sistema educativo provincial y está realizando negociaciones para poner fin al conflicto.

No obstante, el único que tiene el poder y la potestad para resolver este conflicto y poner las cosas en orden es el flamante ministro de Educación, Cultura e Infancias, Tadeo García Zalazar, que tiene el enorme compromiso de mostrar la capacidad de un Estado moderno y eficiente cercano a resolver los problemas de la gente y en este caso puntual, de encontrarle solución a la situación de los más de 500 docentes (si se siguen sumando cada semana) que les bochan el psicofísico de manera arbitraria y sin sólidas argumentaciones.

¿Podrá resolver el conflicto el superministro Tadeo? La solución está en sus manos.