Javier Milei prestó juramento como el nuevo presidente de la Nación, ante la Asamblea Legislativa. En un acto de trascendencia histórica, la vicepresidenta Victoria Villarruel también tomó juramento.
El momento adquirió un simbolismo particular cuando la ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, acompañada del ex presidente Alberto Fernández, le tomó juramento tanto a Milei como a Villarruel. Este gesto de traspaso de poderes entre representantes de diferentes corrientes políticas marcó un punto de inflexión en la historia política del país.

Con la asunción de Milei, la política argentina entró en una nueva era, llena de incertidumbres.

Javier Milei se convierte en el octavo presidente elegido por el voto popular desde la recuperación democrática de 1983, un hito que celebramos 40 años después. A sus 53 años, el líder libertario asume la Presidencia con una carrera política que comenzó apenas dos años atrás, cuando fue electo diputado nacional por la fuerza que él mismo creó, La Libertad Avanza (LLA).

El presidente de la Nación, Javier Milei, brindó un discurso frente a una plaza del Congreso colmada de seguidores que duró poco más de 30 minutos. El flamante mandatario se dirigió a los argentinos y en su discurso hizo un duro diagnóstico de la situación económica, advirtió que el país está al borde de la hiperinflación, y ratificó que el «ajuste será de shock».
Tras la jura, Milei se dirigió a la multitud que escuchó su primer discurso como presidente en el que hizo una cruda descripción de lo que consideró «la peor herencia de la historia» en materia económica.
“Hoy comenzamos el camino de reconstrucción de nuestro país”, lanzó y remarcó que “no hay alternativa al ajuste” ante la descripción de un escenario de la “peor herencia” que haya recibido un gobierno, según describió.

“No hay vuelta atrás, hoy enterramos décadas de fracaso”, manifestó el mandatario argentino ante las personas que se acercaron a escucharlo tras prestar su juramento en el Congreso.
El Presidente eligió no hablar ante los legisladores y en cambio hacerlo ante los simpatizantes que se reunieron en la Plaza del Congreso para recibirlo. «Hoy enterramos años de fracaso y pelea sin sentido, hoy comienza una nueva era en la Argentina, de paz y prosperidad, desarrollo, libertad y progreso», enfatizó el jefe de Estado.
«Lamentablemente, tengo que decírselos de nuevo, no hay plata. La conclusión es que no hay alternativa al ajuste, y no hay alternativa al shock», ratificó.
“Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”, manifestó. “Hoy nos dejan déficits gemelos por 17% del PBI”, remarcó.

Milei asume el cargo con una inflación anualizada de más de 140% y una tasa de pobreza superior a 40%. Para enfrentar esa crisis, ofreció medidas drásticas en recorte del gasto público, reducción del Estado y liberalización de precios. «Haremos todo lo posible para evitar una hiperinflación», aseguró.
«Quiero que sepan que implica una inflación del 52% mensual, mientras que hoy mismo ya viaja a un ritmo que oscila entre el 20% y el 40% para los meses entre diciembre y febrero. Esto es, el Gobierno saliente nos habrá dejado plantada una hiperinflación, y es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe que llevaría a la pobreza por encima del 90% y la indigencia por encima del 50%. En consecuencia, no hay alternativa al ajuste», aseveró. “Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años”, desarrolló.
Milei resaltó en varios fragmentos de su discurso que “no hay alternativa posible al ajuste” y que será a través de un “shock”, ya que el “gradualismo”, según su visión, no ha tenido experiencias exitosas.

“La conclusión es que no hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock, naturalmente eso repercutirá de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes”, resumió.
Milei dijo que «habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años”. “Recordemos que en los últimos 12 años, el PBI per cápita ha caído 15% en un contexto donde acumulamos 5000% de inflación; hace más de una década que vivimos en estanflación, por lo tanto este es el último mal trago para iniciar la reconstrucción de Argentina”, señaló.

“Argentina se ha convertido en un baño de sangre, los delincuentes caminan libres mientras los argentinos de bien se encierran tras las rejas, el narcotráfico se apoderó lentamente de nuestras calles a punto tal que una de las ciudades más importantes ha sido secuestrada por los narcos y la violencia”, manifestó el Presidente quien remarcó que «se acabó con el siga-siga de los delincuentes”.
Y agregó: «En materia social estamos recibiendo un país donde la mitad del país es pobre, con el tejido social roto. Más de 20 millones de argentinos no pueden vivir una vida digna porque son presos de un sistema que genera más pobreza. Los planes contra la pobreza generan más pobreza. La única forma de salir de la pobreza es con más libertad”.

Además, responsabilizó a la clase política de dejar «al país al borde de la crisis más profunda de nuestra historia, cada uno de ellos tendrá que hacerse cargo de su propia responsabilidad, no es tarea mía señalarlos”. “No buscamos ni deseamos las duras decisiones que habrá que tomar en las próximas semanas, pero lamentablemente no nos han dejado opción”, expresó.
“Vamos a tomar todas las decisiones necesarias para arreglar el problema que causaron 100 años de despilfarro de la clase política aún cuando el principio sea duro”, resaltó.

Respecto a los planes sociales dijo que “el que corta la calle, no cobra”.
«Quien corta la calle no recibirá la asistencia del Estado: el que corta no cobra», lanzó Milei y agregó: «Es un país que contiene a los que lo necesitan, pero que no se deja extorsionar».
El mandatario nacional sostuvo que «habrá estanflación» y la pobreza crecerá en los próximos meses, pero «habrá luz al final del camino».

«Es el último mal trago para empezar la reconstrucción de Argentina», subrayó Milei y destacó que habrá «decisiones duras» en las próximas semanas.
«En el corto plazo la situación empeorará, pero luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo», advirtió el Presidente, que de todas formas señaló que «no todo está perdido» y si bien destacó que «los desafíos son enormes, también la capacidad» de «resiliencia» del pueblo argentino.

En tanto, aseguró: «No venimos a perseguir a nadie, nuestro proyecto no es de poder, es de país».
«Aquellos que quieren utilizar la violencia o la extorsión para obstruir el cambio se van a encontrar con un presidente de convicciones inamovibles que utiliza todos los resortes del Estado para avanzar en los cambios que el país necesita. No vamos a claudicar, no vamos a retroceder, no nos vamos a rendir. Vamos a avanzar con los cambios que el país necesita», agregó.

Sobre el final, sostuvo: «Que las fuerzas del cielo nos acompañen en este desafío. Será difícil pero lo vamos a lograr.