Alejandro Molero al frente del Iscamen para recuperar la credibilidad y la transparencia

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Luego de los contundentes informes administrativos y técnicos de las auditorias que encargó el Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía a fines de abril, el Gobierno dispuso aceptar la renuncia de Raúl Millán, que hasta el jueves pasado se desempeñó al frente del organismo encargado de controlar la sanidad y calidad agropecuaria de la provincia.

En su lugar asumirá el ahora ex legislador Alejandro Molero, que tiene como misión “recuperar la credibilidad, la capacidad de gestión y fundamentalmente la transparencia del Iscamen”, según indicó a la prensa.

El ministro Vaquié afirmó durante la presentación del informe: “Los resultados no han sido satisfactorios, ya que se encontraron deficiencias marcadas en los procesos administrativos, las licitaciones y en compras a un mismo proveedor”.

El objetivo que planteó el ministro se basa en un trabajo conjunto con el Sensasa “para recuperar el lugar de prestigio que el Iscamen supo tener como institución durante los últimos 20 años”.

Vaquié resaltó que más preocupante que la auditoría administrativa y legal resultó ser el informe que el Senasa realizó desde abril. Según la información relevada por el organismo nacional, desde 2008 el desempeño del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza daba cuenta de prácticas poco tradicionales y ajenas a los avances científicos y al historial de la institución.

Entre las observaciones, que se traducen como pérdida o involución del estatus alcanzado por la provincia, se destacan:

  • Los informes semanales del Programa de Control y Erradicación de la Mosca (PROCEM) no reflejan la situación real de la plaga a campo, ni la totalidad de las acciones de control implementadas.
  • Pérdida de eficiencia de la cepa sexada “TSL Viena 8 (macho estéril) y su remplazo inconsulto y unilateral por cepa silvestre “Cepa Mendoza”, que implica irradiar y liberar tanto machos como hembras, práctica abandonada hace más de 14 años.
  • Utilización de material de monitoreo deficiente, sin alcanzar los estándares de calidad requeridos.
  • Uso indebido de pisos de trampas destinados a Lobesia Botrana y utilizados en monitoreo de mosca de la fruta.
  • Incumplimiento de los procedimientos indicados por Senasa para la georreferenciación de los sitios de trampeo.

En cuanto a las contrataciones que posibilitaron el esquema administrativo contable, la auditoría técnica halló:

  • Utilización profusa de procedimientos de excepción, como compras directas y reconocimientos de legítimo abono para diversos insumos y servicios.
  • Vicios administrativos en la gestión de expedientes.
  • Adjudicaciones a proveedores con precios menos convenientes.
  • Crecimiento de la planta de personal.
  • Inoportuna gestión de apremio.