Se presentó en la Legislatura mendocina un protocolo para la detección temprana de enfermedades neurodegenerativas

Mendoza Vida cuyana

Como ocurre con muchas enfermedades relacionadas con la demencia, el Alzheimer resulta difícil de diagnosticar, ya que en muchas ocasiones se confunde con otras patologías similares. De hecho, el 10% de los diagnósticos de la enfermedad no es acertado.

Por esa razón, es muy importante estudiar al paciente desde todos los aspectos relacionados con la enfermedad, que abarcan diversos campos como neurología, neuropsicología, neurofisiología, neuroradiología, neurocirugía y psiquiatría. Este enfoque conjunto es la única forma de poder llegar a un diagnóstico correcto, y no confundir este trastorno con otros como la hidroencefalía crónica del adulto.

Además, existe el problema añadido de que las pérdidas leves de memoria tan características del Alzheimer en su fase más temprana se pueden confundir con las que aparecen también con la edad.

Es así como surge un proyecto de Ley de la diputada radical Marcela Fernandez para desarrollar un protocolo adecuado y sencillo con el objeto de prevenir y detectar tempranamente ciertas patologías mentales, dentro de un marco legislativo en la provincia de Mendoza.

Se presentó este martes en la Legislatura mendocina una iniciativa en Diputados para la implementación de “protocolos y/o programas de Salud Mental con técnicas o herramientas que permitan precaver enfermedades mentales a fin de realizar diagnósticos de prevención”, como es el Mini Mental State Examination (MMSE).

El encuentro se realizó en el Salón de los Diputados, y participaron profesionales de la salud de Mendoza. También asistió y se explayó en los estudios realizados, el Dr. Luis Ignacio Brusco médico, investigador y educador especializado en neurociencia, Alzheimer y filosofía de la mente.

La iniciativa de Fernández dispone, en el articulado, que la cartera de Salud provincial incorpore “la técnica establecida por el Mini-Mental State Examination (MMSE) de Folstein, o en su reemplazo, la técnica o herramienta que el Ministerio de aplicación establezca en el marco de la atención primaria de la salud”.

A su vez, indica que se deberá “instrumentar la aplicabilidad de dichas técnicas en el marco de atención primaria de salud, a fin de promover la salud mental y prevenir los trastornos mentales de conducta”.

Durante la presentación, se destacó la importancia que tiene que el profesional de la salud de asistencia primaria disponga de elementos y técnicas que permitan “discriminar olvidos” que puedan ameritar una evaluación más específica del paciente. Por ello es necesario contar con herramientas “de detecciones sensibles, específicas, fáciles de interpretar y de rápida administración”, como es el caso del test Mini Mental State Examination (MMSE), del Addenbrooke’s Cognitive Examination Revisado (ACE-R).

Este test “fue desarrollado por Folstein y Cols en 1975, como instrumento práctico para la detección de trastornos cognitivos y ha alcanzado una amplia difusión debido a que es breve, fácil en su administración, y sencillo en su puntuación para ser utilizado por médicos de asistencia primaria, el cual se adapta a las características de cada región, teniendo en cuenta factores, culturales, sociales, etc.”, indican los fundamentos del proyecto de Fernández.

A su vez remarca que “al ser un instrumento estandarizado de uso generalizado, también favorece la posibilidad de contar con un parámetro adecuado de comparación entre distintos centros. Este test, tiene una alta dependencia del lenguaje y consta de varios ítems relacionados con la atención, dentro de las escalas cognitivas-conductuales”.

Al hacer uso de la palabra, el Dr. Luis Ignacio Brusco indicó que “es una iniciativa interesante, muy inteligente, y muy puntual” a llevar adelante, porque “el Alzheimer es una de las enfermedades más discapacitantes”. Agregó que con la implementación del test se puede lograr “retrasar la enfermedad (que se detecte), mejorar la calidad de vida y tomar instancias de decisión anticipadas en estadios precoces para que el paciente tome decisiones; y todo esto además de la importancia epidemiológica, o sea, saber cuántos casos de este tipo de problemáticas hay”.

Brusco explicó que no hay normativas de este tipo en el país y que en este caso Mendoza sería “punta de lanza”, con un test “muy validado internacionalmente ya que no hay protocolo internacional que no parta de este test. Hay otros test, pero este es el idioma universal”.

El proyecto de Fernández ingresó en Diputados a principios del mes de abril y ya se debate en la comisión de Salud de la Cámara. Se espera pronto despacho en el recinto para lograr su aplicación en la órbita del Ministerio de Salud rápidamente.