BienCuyano se pregunta ¿Está bien que un ministro actual del gobierno provincial forme parte integrante de la actual Corte provincial?

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El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, se refirió este mediodía de viernes al polémico tratamiento del proyecto de ampliación de la Corte durante un acto del Ministerio de Seguridad. Los medios locales reprodujeron sus palabras: «Que se dejen de joder con eso de que quiero manejar la Corte. Que debatan y dejen esa excusa de no dar quórum que la gente no entiende». Y agregó «Dicen que quiero ampliar la Corte porque la quiero manejar. A mi no me hace falta, a Paco Pérez le hacía falta manejar la Corte».

No obstante, los biencuyanos nos quedamos pensando en el firmamento y nos preguntamos «¿Está bien que un ministro actual del gobierno provincial forme parte integrante de la Corte provincial?». Cabe recordar, si hay aún algún distraído, que el gobernador Alfredo Cornejo postuló  justamente a su actual ministro de Gobierno, Dalmiro Garay, como futuro juez de la Suprema Corte de Justicia en lugar de Alejandro Pérez Hualde.

Hasta hoy, el único juez de la Corte que llegó junto a Cornejo fue José Valerio. Esta postulación generó una gran polémica sobre todo en la oposición, quien pedía a una mujer como integrante de la Suprema Corte.

El postulante Dalmiro Garay, que ya tiene un pie adentro gracias a la media sanción que obtuvo en el Senado, es abogado, con un magister en Derecho Administrativo y sin cargos de primera línea en el pasado hasta que con la actual gestión (de Cornejo) se convirtió en Ministro de Gobierno de Mendoza.

Digamos que Garay está muy emparentado con la gestión de Cornejo. Una gran parte de la gestión política del gobernador se la debe al funcionario jachallero, siendo ideólogo de otras varias iniciativas cornejistas («Ítem Aula», por ejemplo), lo que lo hace tener una cierta inclinación o preferencia hacia un sector.

El tema sería si Garay llegara a formar parte de la Corte y sucediera una irregularidad o un caso de corrupción en el gobierno de Cornejo (Dios no lo permita!) del propio gobernador o alguno de sus funcionarios… el hombre de Jáchal ¿sería totalmente parcial y objetivo?¿Jugaría en contra de quién le dio una gran mano en su carrera profesional y política?¿No habría un conflicto de intereses?

Supongamos que Alfredo Cornejo tenga ganas de seguir siendo gobernador y quiera continuar por cuatro años más seguidos, algo que hoy la Constitución de Mendoza no se lo permite… nuevamente reitero las dudas… el hombre de Jáchal ¿sería totalmente parcial y objetivo?¿Jugaría en contra de quién le dio una gran mano en su carrera profesional y política?¿No habría un conflicto de intereses?

En los viejos manuales de Instrucción Cívica (que creo que si los desempolvamos siguen vigentes, al menos, esas ideas conceptuales) se habla que «El sistema democrático argentino reconoce tres poderes fundamentales: el ejecutivo, el legislativo y el judicial». Si avanzamos en la lectura, el libro del cual muchos estudiamos en algún momento de nuestro proceso educativo, habla de el poder judicial ( Suprema Corte de Justicia de la provincia de Mendoza, sería un ejemplo de ello) «El poder judicial es un poder del Estado encargado de impartir Justicia en una sociedad. Es uno de los tres poderes y funciones primordiales del Estado (junto con el poder legislativo y el poder ejecutivo), mediante la aplicación de las normas y principios jurídicos en la resolución de conflictos. Por «poder», en el sentido de poder público, se entiende a la organización, institución o conjunto de órganos del Estado, que en el caso del Poder Judicial son los órganos judiciales o jurisdiccionales: juzgados y tribunales, que ejercen la potestad jurisdiccional, que suele gozar de imparcialidad, autonomía y poder absoluto dentro de la ley. El poder judicial debe ser independiente para poder someter a los restantes poderes, en especial el ejecutivo, cuando estos contravengan el ordenamiento jurídico y convertirse en el encargado de hacer efectivo la idea del Derecho como elemento regulador de la vida social».

Vamos con algo de más fácil de comprensión…

Volviendo al mundo real ¿Hoy el ministro de Cornejo, Dalmiro Garay, puede ser juez imparcial y objetivo?

Si tomamos las palabras del actual presidente de la Nación, Mauricio Macri – no en el marco de Argentina, sino en el caso de lo que sucedió meses atrás con Lula en Brasil – se refirió en general al rol de la Justicia: «La confianza es de lo que he hablado estos dos años a los Argentinos, de la importancia de la confianza para mover a la sociedad. Y cuando hablas de confianza, algo central es una justicia independiente» (Macri, Mauricio. 10 de abril de 2018).

Si se busca una Justicia independiente en la provincia de Mendoza, el mejor candidato tendría que ser menos obvio (al menos) y que no tenga «tan puesta» la camiseta de Cornejo. Debería demostrar confianza, independencia e imparcialidad. ¿Qué tal una mujer? y de paso aprovechamos la idea de «paridad de género»…

Es una gran oportunidad para mostrar que Mendoza no es una provincia manejada por un cacique caprichoso, sino dentro un sistema republicano, democrático y de independencia de poderes. Eso generará solidez y confianza en la población… incluso para aquellos que quieran invertir en la región.

Disculpen si mi reflexión es muy obvia… pero todo este debate es tan obvio, que me sorprende.