Finalmente Leonel Chiarella fue elegido el reciente viernes como nuevo presidente de la UCR, con el acuerdo de los gobernadores Maximiliano Pullaro, Juan Pablo Valdés, el respaldo de Gerardo Morales y Martín Lousteau. Sonríe Yacobitti detrás del cortinado.
Chiarella a los 15 años participó de la creación del Centro de Estudiantes de su escuela; a los 26 asumió como concejal y a los 30 fue elegido intendente de Venado Tuerto. Hoy, con 36 años, Leonel Chiarella se convirtió en «el presidente del Comité Nacional de la UCR más joven de la historia»… una anécdota que verdaderamente no sirve para nada, sobre todo cuando el partido centenario está en una profunda crisis de identidad.

Un muñeco sin experiencia que será manejado por control remoto por Lousteau y Morales para que vaya directamente al abismo, es decir, a la fracasada Provincias Unidas, que ya cayó derrotada en las recientes elecciones nacionales ¿Para qué jugar a perdedor? ¿Para perder más?
En tanto, el saliente presidente radical Martín Lousteau jamás hizo una autocrítica del desastre en que dejó el partido, la enorme caída de representatividad dentro y fuera del Congreso, con internas que se profundizaron durante su gestión y la fuga de los correligionarios que se espantan antes de chocar con el iceberg.
El máximo derrotado del viernes fue el mendocino Alfredo Cornejo, más alineado con la Casa Rosada comparado a sus correligionarios, se ausentó de la votación y Mendoza quedó sin representación en la mesa directiva del partido. Su idea de entregar el partido en bandeja a Milei, tal como lo hizo él como presidente en el pasado entregado a los brazos de Macri, no cuajó en el corazón radical ¿Provincias Unidas es el mejor camino?

El plenario de delegados, reunido en la sede del Comité Nacional de la calle Alsina, consagró al intendente de Venado Tuerto con 81 votos. A los 36 años, Chiarella se convertirá en el presidente más joven en los 134 años de historia del radicalismo, cuando asuma el lunes formalmente el cargo que deja Lousteau.
La elección selló un acuerdo entre los mandatarios de Provincias Unidas, el exgobernador jujeño y el saliente presidente del partido. También confirmó la exclusión del mendocino, quien representaba una línea interna más cercana al gobierno nacional de Javier Milei. La UCR modelo 2026 será, entonces, menos violeta de lo que podría haber sido.
La jornada: cuarto intermedio y una primera fila que dibujó el mapa político

El plenario comenzó pasadas las 15.30 con 69 delegados presentes, superando los 52 necesarios para el cuórum. Pero a los pocos minutos se abrió un cuarto intermedio que se extendió hasta casi las 17, cuando finalmente se confirmó la designación.
La disposición en el salón de planta baja del edificio de Alsina mostró el mapa del acuerdo. En primera fila se ubicaron Pullaro, Gustavo Valdés —hermano y antecesor del actual gobernador correntino—, Juan Pablo Valdés, Morales, muy cerca de Lousteau, el bonaerense Maximiliano Abad y Daniel Angelici, quien controla el partido en la Ciudad de Buenos Aires. También estuvo presente Pablo Juliano, representante del sector de Facundo Manes.

Cornejo había estado durante el mediodía por el Comité Nacional. Se lo vio en los pasillos junto a Ulpiano Suárez, intendente de la ciudad de Mendoza, otro de los intendentes que sonaba para ser electo, algunas horas antes de que comenzara el plenario. Pero el mandatario se retiró antes de la votación. Tampoco estuvo en la sede de Alsina el gobernador de Chaco, Leandro Zdero, otro de los mandatarios radicales con acuerdos propios con la Casa Rosada.
El regreso de Morales y la exclusión mendocina

La elección marcó el regreso de Gerardo Morales como jugador relevante en la interna nacional del radicalismo. El exgobernador jujeño mantiene un control firme de los delegados de su provincia y su presencia en primera fila no fue protocolar: el extitular de la UCR fue parte central del armado que llevó a Chiarella a la presidencia.
En contraste, Mendoza quedó completamente excluida de la estructura de poder. La mesa directiva que acompañará a Chiarella no tiene ningún representante mendocino. La conforman Piera Fernández como secretaria general (cercana a Lousteau); Inés Brizuela y Doria (La Rioja) como vicepresidenta primera; Javier Bee Sellares (Córdoba) como vicepresidente segundo; y María Inés Zigarán (Jujuy) como vicepresidenta tercera, que fue ministra de Morales.
Los secretarios son Daniel Kroneberger (La Pampa), Gabriela Valenzuela (Corrientes), Marcos Ressico (Chaco), Danya Tavela (Buenos Aires), Ramón Mestre (Córdoba), Agustina Madariaga (Río Negro) y Daniel Angelici (Ciudad de Buenos Aires).
«Vamos la UCR, carajo»

Tras ser proclamado, Chiarella se despachó con un «Vamos la UCR, carajo» ante el salón auditorio decorado con banderas rojas y blancas. «Vamos a dejar la vida por este partido», arengó. «Para algunos esto era agarrar una papa caliente. Para nosotros es el desafío más hermoso de nuestra vida política», agregó.
«Vivimos un momento en que la grieta solo beneficia a los que forman parte de la grieta. Lo que nosotros queremos es poder decirle a la sociedad que hay otra forma de ejercer la política», sostuvo, en línea con la estrategia de Provincias Unidas de no alinearse directamente con el gobierno nacional. No obstante, después de referirse a «la grieta», volvió a usar los mismos recursos de la grieta y cargó contra el kirchnerismo «el partido no pretende “volver atrás” y consideró que el kirchnerismo es un ciclo agotado» (el libretista de Chiarella se reía del chiste obvio).
El modelo de radicalismo de Cornejo no convence y no sale de Mendoza

Durante el Congreso extraordinario de la Unión Cívica Radical de Mendoza, realizado en el comité de la UCR este fin de semana, el derrotado Alfredo Cornejo realizó un análisis integral del escenario político de su partido bien pegadito al gobierno de Karina Milei “El radicalismo de Mendoza leyó bien a la sociedad mendocina y leyó bien a la Argentina”, por eso cree que fue un acierto esta alianza con La Libertad Avanza y que haya sido el libertario Luis Petri que encabece la lista de la coalición.
Valoró especialmente la tarea del presidente del Comité Provincia, Andrés Lombardi, al señalar que “ha hecho un trabajo muy importante, con presencia en todos los departamentos”, recorriendo el territorio y dialogando con todos los sectores. Afirmó que, aun con diferencias internas, “se logró un proceso ordenado, sin maniobras ni restricciones”, lo que permitió una votación ampliamente mayoritaria y fortaleció el liderazgo colectivo del partido.
Por «más maravilloso» discurso de su gestión que le pinte a los correligionarios mendocinos, la realidad es que Cornejo y su radicalismo no puede salir de Desaguadero, y no convence al resto de los correligionarios de las otras provincias. Una Mendoza radical solo para los mendocinos. Solo rascó un bloque en Diputados manejado por Pamela Verasay, que de a poco irá perdiendo su empatía para disolverse en los negocios de la garganta libertaria.

Cornejo representa un sector de la UCR que aboga por una línea de mayor colaboración y apoyo a las reformas económicas impulsadas por el gobierno nacional de Javier Milei, diferenciándose de la conducción formal del partido, que mantiene una postura más crítica.
Sostiene que los argentinos que votaron por un cambio en el balotaje de 2023 deben estar unidos y que es necesario alinear los intereses provinciales con los nacionales para el éxito de Mendoza.
Cornejo ha calificado de «tonta», «arbitraria» e «injusta» la decisión de la conducción formal del partido de suspender a diputados que votaron a favor de la «Ley Bases» y el «paquete fiscal» del gobierno, argumentando que la mayoría de los simpatizantes radicales apoyan el rumbo general del país.
Ni violetas ni el fracaso de Provincias Unidas. Identidad propia

La identidad partidaria histórica de la Unión Cívica Radical (UCR), el partido político más antiguo de Argentina aún en existencia, se ha centrado en la defensa de la democracia, el laicismo, el sufragio universal y los valores republicanos.
Es necesario recuperar la identidad fundacional del radicalismo y ordenar al partido con sus dirigentes para saber a dónde ir… y para ello es necesario hacer una autocrítica que aún no se ha hecho ¿Cómo se puede llevar al radicalismo con Milei si verdaderamente no sabe que es lo que se quiere? ¿Cómo se puede llevar al radicalismo con Provincias Unidas si verdaderamente no sabe que es lo que se quiere?
Pensemos que en la Mendoza actual «Provincias Unidas» está representado en una coctelera que engloba a Jorge Difonso, Lourdes Arrieta y Gabriel Pradines ¿Eso es radicalismo u oportunismos?
Ni Milei ni Provincias Unidas… el radicalismo tiene una oportunidad histórica de recuperar primero su identidad ¿La «pantalla» Chiarella será el vocero de un partido que hoy no tiene mensaje?
El partido ha abogado históricamente por una sociedad más justa e igualitaria, enfocándose en la igualdad de derechos y responsabilidades, y en la provisión de oportunidades reales para todos los ciudadanos.
A lo largo de las décadas, la UCR ha promovido un papel activo del Estado en la promoción del desarrollo económico armónico de las regiones y en la garantía de derechos sociales. Figuras clave como Hipólito Yrigoyen y Raúl Alfonsín lideraron gobiernos que buscaron la inclusión social y la consolidación de la unidad nacional.
La UCR ha mantenido una fuerte identificación con la educación pública y los principios de la Reforma Universitaria de 1918, defendiendo la autonomía universitaria y la excelencia académica.

Ha defendido la soberanía nacional y, en distintos momentos históricos, ha buscado un «modelo de país» que priorice los intereses nacionales y la independencia económica.
Sin dudas, mucho más lejos del modelo del modelo de ultraderecha neoliberal que sostiene actualmente Javier Milei que prioriza un modelo dependiente del gobierno de Donald Trump, importador, extractivista, destructor de la industria nacional y del Estado, con un cambio estructural económico que diluye el modelo de una sociedad de clase media, para llevarlo a la polarización entre ricos más ricos y pobres más pobres. Sinceramente todo lo contrario a lo que representa históricamente la UCR,
posicionándose ideológicamente cerca de la centroizquierda o el socialismo democrático en el espectro político argentino moderno.
Tampoco es la histérica tibieza de Provincias Unidas, que solo busca seducir a Milei para que le entregue cash y obra pública. Convicciones cero por la gente, solo para favorecer a la dirigencia política ¿En qué te has convertido UCR?

Don Raúl Alfonsín consideraba que la Unión Cívica Radical (UCR) era el instrumento fundamental para consolidar la democracia social en Argentina. Para él, la identidad del partido no debía ser conservadora, sino progresista y siempre atenta a las necesidades del pueblo.
En un discurso de 1992, en un contexto de avance del neoliberalismo, advirtió a los miembros de la UCR: «si se hubiera derechizado [la sociedad], lo que tiene que hacer la Unión Cívica Radical en todo caso es prepararse para perder elecciones, pero nunca para hacerse conservador». Esto reflejaba su convicción de que los principios sociales y democráticos del radicalismo eran innegociables.
Alfonsín se oponía a las políticas de mercado autorregulado y al neoliberalismo, que consideraba que lesionaban la autonomía de la gente y la posibilidad de vivir en una democracia con contenido social.
En ese marco, los puntos principales de la plataforma histórica de la UCR incluyen:
1. La Lucha por la Democracia Plena
El núcleo fundacional de la UCR fue su oposición al régimen oligárquico del Partido Autonomista Nacional (PAN), que utilizaba el fraude electoral para perpetuarse en el poder. La plataforma radical exigía la pureza del sufragio y la vigencia efectiva de la Constitución Nacional.
- Sufragio Universal y Secreto: Su lucha culminó con la sanción de la Ley Sáenz Peña en 1912, que estableció el voto secreto, universal y obligatorio para varones.
- Republicanismo: Defensa de la división de poderes, las libertades públicas y la ética en la función pública.
2. Justicia Social e Inclusión
Aunque sus orígenes fueron principalmente de carácter cívico e institucional, con el tiempo la UCR incorporó la doctrina social a su plataforma.
- Igualdad de Oportunidades: Promueve políticas para una sociedad más equitativa, defendiendo la igualdad de derechos y responsabilidades, y la creación de oportunidades para todos los ciudadanos.
- Defensa de los Sectores Populares: Se ha identificado históricamente como la «causa de los desposeídos», buscando integrar a los estratos medios y, con más razón, a los sectores postergados y a los compatriotas sumergidos.
3. Educación Pública y Desarrollo Científico
La UCR ha mantenido un compromiso histórico con la educación como motor de progreso social y personal.
- Reforma Universitaria: Apoyó e impulsó los principios de la Reforma Universitaria de 1918, defendiendo la autonomía universitaria y la participación de la comunidad educativa en la toma de decisiones.
- Rol del Estado en Ciencia y Tecnología: Defiende un papel activo del Estado en la promoción y financiación de la investigación científica y tecnológica.
4. Soberanía y Nacionalismo Económico
En distintas etapas, especialmente bajo los gobiernos de Hipólito Yrigoyen, la UCR adoptó posturas que defendían los intereses nacionales frente a los poderes económicos extranjeros.
- Independencia Económica: Impulsó políticas que buscaban la recuperación del prestigio internacional de la nación y un modelo de país que analizara los mecanismos económicos del neocolonialismo.
En resumen, la plataforma histórica de la UCR combina los valores liberales de la democracia y la república con principios de progresismo social, éticos y un fuerte sentido de la soberanía nacional.
Por Julián Galván
Con información de Letra P
