Había una vez un país muy, pero muy lejano, donde aprender a respetarse nos costó muy caro, a baños de sangre. Algunos culpan a las nuevas generaciones de apoyar un modelo que fomenta la violencia, pero sería un error. Hay gerontes que los usan y los llevan de un rincón a otro haciéndoles creer que es el camino más acertado y la historia de este país se escribió anulando y usando las generaciones de jóvenes.
Motiva estas líneas un posteo de Esteban Bullrich en redes sociales (Ex ministro de Educación de la Nación y de la Ciudad. Senador Nacional por la PBA (2017-2021) que más allá de lo partidario plantea las máximas para la convivencia política, como así también los parámetros de esa búsqueda que muchos entendemos como lo que corresponde, el escribe:
“Teníamos la humildad de saber que en democracia el principal objetivo debe ser el de alcanzar acuerdos.”
“El PRO que fundamos bajo el liderazgo de Mauricio y Ricardo hace más de 20 años tenía infinitas diferencias con LLA.
– No habríamos propuesto a Lijo para la Corte.
– No insultábamos opositores.
– No insultábamos periodistas.
– No insultábamos a los que pensaban diferente.
– Creíamos en un Estado inteligente que invertía en educación como garantía de un futuro mejor.”

Como no concordar desde estas teclas con esos pilares de la política que se necesitan con urgencia para llegar a puerto seguro. Difícil es acordar con quien grita, destrata e insulta, en medio de un país que necesita avanzar.
Es necesario entender que un presidente es un presidente de todos los argentinos y no solo de los de “derecha”, es decir, gobierna no solo de aquellos que lo votaron. parece desconocer u ocultar bajo la alfombra a ese 45% que no lo eligió.

También se cree dueño de los votos del PRO que le permitieron acompañar para ganar en el Ballotage. Milei no ganó con el 55,7% de los votos solito solo y no entiende que nadie es dueño de la voluntad del otro.
La Democracia no solo es un lindo slogan en medio de un discurso electoral. Es un modelo de vida de un país y de su gente. Es lo que todos los argentinos (o casi todos) queremos y por el que hemos luchado… muchísimo para lograrlo. No tiremos todo por la borda, tantos años de consensos y discusiones para construir un mejor Estado.
La frase «Nunca Más» en Argentina se refiere al repudio a la dictadura militar y al terrorismo de Estado que se vivió durante el período conocido como «Proceso de Reorganización Nacional». Esta frase, que significa «Never Again», se convirtió en un grito de denuncia mundial y memoria histórica, especialmente después de la publicación del informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP).
La provocación permanente de Javier Milei como estrategia mediática cruza un nuevo límite peligroso porque banaliza la frase «Nunca Más», con su misma tipografía de aquel emblemático informe de la Conadep que documentó los crímenes del terrorismo de Estado y se convirtió en un símbolo de la lucha contra la impunidad. La operación discursiva y visual perversamente busca banalizar el consenso democrático que la sociedad argentina sostiene desde hace más de 40 años. No caigamos en su trampa!
Desde las blancas páginas del BienCuyano venimos haciendo hincapié y destacando las figuras provinciales o nacionales que se atreven a no ser cómplices de una hecatombe violenta de baja estofa. Los matices del respaldo a un modelo de gobierno están manifiesto en diferentes sectores, donde se van sacando las máscaras. Los farolitos son los encargados de iluminar cuando la noche es cerrada y con niebla.
Por Martín Orozco @ojosdvideo
