El futuro embajador de Donald Trump en Argentina, Peter Lamelas, declaró este martes ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos para defender su nominación y en una anticipada intromisión consideró que la dos veces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, “tiene que recibir la justicia que merece”.
“Ha sido procesada y declarada culpable de fraude por no uno, sino dos tribunales. Nuestra versión del Tribunal Supremo la declaró culpable. Si no fuera política, estaría en prisión. Está bajo arresto domiciliario debido a cierto favoritismo político que existe allí”, enfatizó.
Acto seguido, recalcó: “Obviamente, que nosotros sepamos, no estuvo involucrada en el bombardeo a la AMIA, pero definitivamente sí estuvo involucrada de alguna manera en su encubrimiento. Y Dios sabe si estuvo involucrada en la muerte del fiscal (Alberto) Nisman. Aplaudo los esfuerzos de (Javier) Milei para llegar al fondo de esto. Creo que necesitamos continuar investigando quién tuvo la responsabilidad por las bombas. Hay una orden de arresto contra miembros de Hezbollah”.
«Peter Lamelas»:
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Por las declaraciones del nuevo embajador de Estados Unidos en Argentina pic.twitter.com/IGWNizSm77
“Mi función también consiste en salir al campo y asegurarme de que erradicamos la corrupción y apoyamos a Milei y al Gobierno de Milei en todos sus esfuerzos por llegar al fondo del atentado de AMIA y asegurarnos de que Cristina Kirchner reciba la justicia que se merece”, insistió.
Por otra parte, el magnate designado por Donald Trump resaltó que existen “23 provincias y cada una de ellas tiene su propio gobierno independiente”, pero “cada gobierno independiente podría negociar con fuerzas externas, con los chinos u otros, para que vengan y realicen proyectos en esa provincia en particular, lo que también podría dar lugar a corrupción, a corrupción por parte de los chinos”.
“Una de mis funciones como embajador sería viajar a todas las provincias y dialogar y establecer una verdadera colaboración con esos gobernadores”, acotó.

Finalmente, apuntó contra el “movimiento kirchnerista”, que situó “más a la izquierda que el propio peronismo”.
“Debemos seguir apoyando la presidencia de Milei durante las elecciones de mitad de mandato y durante el próximo mandato para poder construir una mejor relación entre nuestros dos países”, remató.
¿Cornejo contra sus valores de la Unión Cívica Radical?

El radicalismo, partido del cual integra Alfredo Cornejo, no puede quedar en silencio. Su historia legitima una urgente respuesta del ex presidente de la UCR Mendoza, ya que estas «cuchareadas» yanquis en nuestro país tuvieron que ver con el derrocamiento de Arturo Illia, figura clave de la historia partidaria.
Una de las principales medidas anunciadas por Arturo Illia (UCRP) en su campaña presidencial (1963) fue la anulación de los contratos petroleros que había firmado Arturo Frondizi durante su gestión (1958-1962). En su mayor parte, se trataba de concesiones a compañías estadounidenses. Al mes de asumir, Illia hizo efectiva esa decisión a través de los decretos 744/63 y 745/63. Ello generó conflictos en la relación bilateral con los Estados Unidos y en el plano interno. En cuando al ámbito local, sectores económicos dominantes manifestaron su disconformidad. Ambos elementos contribuyeron al clima destituyente que fue aumentando hasta derivar en un anunciado golpe de estado en junio de 1966.
Como era de suponerse, Estados Unidos estaba preocupado por lo que podía acontecer con sus empresas y sus inversiones económicas en caso de que el gobierno argentino cumpliera con lo que había prometido en la campaña electoral. En un Memorándum del FBI dirigido al Secretario de Estado, se identificaba al futuro canciller Miguel Ángel Zavala Ortiz, al futuro ministro de Economía Eugenio Blanco y al futuro ministro de Educación Carlos Alconada Aramburú como quienes estaban detrás de la propuesta de la anulación de los contratos y que Illia buscaba ubicarse equidistante y por encima de la disputa.
Así entonces, el gobierno estadounidense envió los primeros días de noviembre de 1963 a Averell Harriman para intentar convencer al presidente Illia de la inconveniencia de avanzar con la anulación de los contratos, puesto que ello provocaría problemas en las ayudas económicas que la Argentina recibía de Estados Unidos. La respuesta del Presidente argentino, según un telegrama de la propia embajada, fue clara y precisa: “Las compañías cuyos contratos fueran anulados tendrían la oportunidad de reclamar por medios judiciales una estimación conjunta de una indemnización adecuada”. Pero tras la firma de los decretos de anulación Estados Unidos volvió a la carga.

La tapa de Clarín posterior a la firma de los decretos de anulación de los contratos petroleros
La política petrolera fue una de las causas del golpe a Illia, aunque no la única, en 1966, y esto quedó en claro cuando Álvaro Alsogaray en un viaje a Londres como representante del nuevo gobierno anunció que se terminaría el monopolio estatal del petróleo, política que se plasmó en la nueva Ley de Hidrocarburos sancionada en junio de 1967, un año después del golpe.
¿Se va a repetir la historia de entrega de nuestros recursos al Imperio?
