Ante la falta de agua y las temperaturas extremas, el calor pega fuerte en el verano mendocino. Esto hace que la ciudadanía se ofusque y se ponga insidiosa. Tal es el caso del lujanino Omar De Marchi que tuvo un verano intenso, donde se lo mostraba rebelde y amenazante con destruir todo Cambia Mendoza, criticar la actual gestión de su gobierno, de criticar al propio Rodolfo Suarez y escupir veneno contra Alfredo Cornejo.
Sin embargo, la «rebeldía» y los «amores de verano» se olvidan cuando llega el otoño y las verdaderas obligaciones. Y esas fuertes frases de rebeldía terminan siendo simpáticas anécdotas estivales. Eso es lo que sucedió con Omar De Marchi, a quien desde la misma Buenos Aires, lo bajaron finalmente del caballo para convertirse en un empleado más dentro de Cambia Mendoza.
Ante la pésima conferencia de prensa organizada en Godoy Cruz por la llegada del precandidato presidencial Horacio Rodríguez Larreta, donde la mediocre rueda de prensa mendocina preguntó tres veces seguidas las misma pregunta, lo importante no fue lo que se dijo en el Espacio Arizu, sino lo que se vio en imagen. El primer dirigente que acompañó al precandidato porteño fue el mismo presidente de la UCR Mendoza, Tadeo García Zalazar, que jugó de local en tierras godoycruceñas, y en «un costadito» y cabizbajo, casi como actitud de «ser retado», estaba el alumno De Marchi.
Allí, ante la mirada de todos, Rodríguez Larreta condicionó al muchacho rebelde afirmando “cada uno tiene derecho a promover a su partido, pero siempre en el marco de la unidad”.
“Tenemos elecciones en siete municipios, se está trabajando para hacer una propuesta y es válido que haya PASO ahí”, opinó y detalló que “hay criterios generales y uno de ellos es siempre defender la unidad”, indicó relojeando al alumno en penitencia.
Y sentenció que “no voy a venir de Buenos Aires a decir quién tiene que ser candidato y quién no y cómo se organiza Juntos por el Cambio en Mendoza”. “Tenemos una dirigencia mendocina de primer nivel, que está trabajando muy bien. Ya ganamos ampliamente la elección de medio término (2021), por lo cual confío plenamente en nuestros”.
Luego en toda la recorrida Larreta fue escoltado por Omar, pero también por el radicalismo. Incluso, la hipocresía llegó a los límites de estar en una misma mesa Omar De Marchi, Rodolfo Suarez y Alfredo Cornejo junto al precandidato presidencial. La «rebeldía» se disolvió y solo deberá pelear con los suyos para meterlos en alguna lista del oficialismo menduco.
Otra señal muy clara. Sin Omar de Marchi y en la residencia oficial ubicada en La Puntilla, el gobernador Rodolfo Suarez y Alfredo Cornejo mantuvieron una reunión con Horacio Rodríguez Larreta, donde seguramente se habló de quién se está haciendo «el loquito» en el Frente. Para reforzar la unidad, ya está llegando la misma presidenta del PRO Nacional, Patricia Bullrich, quien le podrá los patitos (o gansitos) en fila al lujanino.
Pato ya anticipó un mensaje en diálogo esta mañana con Marcelo Torrez por LV10, donde la presidenta del PRO aseguró que “en Mendoza se dan todas las condiciones para que haya competencia”, por lo cual “no hay razón para que el PRO no esté en Cambia Mendoza, no existe razón para dividir”.
“Las rebeliones individuales para ir por afuera no van”, sentenció La Bullrich, a quien quiere salirse de Cambia Mendoza.
Una vez más, Omar De Marchi deja en banda a los gansos outsiders, el rejunte de fuerzas conservadoras que conformaron Vamos Mendocinos, que esperan que el lujanino deje de tranzar de una vez por todas con Cambia Mendoza, para volver a soñar con la idea de sacar más de 5 puntos en una elección. Pero los intereses personales pesan y es por eso que finalmente no saca los pies del plato y se queda mansito.
El Omar para los mendocinos es el Demarchi, un caballero correcto de buena estampa y con un la amabilidad a flor de piel que realmente lleva en la sangre ese ADN demócrata de la cordialidad y el respeto de sus jefes porteños. En esta semana vendimial quedó en claro que «la esperanza está en duda», casi casi como la cosecha 2023.