El chavista Cornejo no solo expropió Penitentes y la estatizó, sino que ahora designó a dedo para su explotación monetaria a un operador turístico amiguito del Gober

Actualidad Mendoza

El escandaloso caso del complejo de esquí Los Penitentes sumó un nuevo capítulo para el bochorno. Luego de la expropiación que resolvió la provincia en perjuicio de la familia López Frugoni, que construyó el lugar, el predio fue azotado por 8 años de abandono y vandalismo. Y mientras se espera que se concrete una demanda por 25 millones de dólares contra el estado provincial de parte de López Frugoni, en concepto de resarcimiento, ahora el gobernador Alfredo Cornejo otorgó a dedo la explotación del complejo de esquí a unos empresarios amigos. No hubo ninguna licitación previa, y sí asignación discrecional.

Después de ocho años de inactividad, producto de la desidia oficial y la inoperancia vandálica de los primeros operadores amigos del cornejismo, la estación de esquí de Los Penitentes vuelve a ser noticia por el anuncio de su reapertura para el 20 de junio de 2024.

Mediante el polémico decreto 944 del gobierno provincial, la administración de Alfredo Cornejo le cedió el usufructo comercial del complejo al grupo local Mapsa SA, integrado por Pablo García, Mariano Rodríguez y Roby Riedel, quienes son afines al gobierno de turno y se jactan de ser promotores del turismo aventura. Esta decisión discrecional plantea interrogantes sobre la viabilidad a largo plazo del proyecto, los intereses económicos en juego y el impacto ambiental que podría derivarse de la reactivación de la estación, en manos de operadores que no conocen a fondo la logística del complejo y el modo más óptimo de operarlo.

La demanda por US$25 millones contra Mendoza

Los antiguos propietarios de Los Penitentes Centro de Esquí S.A., la familia López Frugoni, aguarda el juicio por la demanda civil contra la Provincia de Mendoza, en el que reclama 25 millones de dólares por la expropiación de urgencia del complejo de esquí.

Esa cifra corresponde a la conclusión a la que llegaron los peritos de la empresa demandante sobre el valor del predio de 42 hectáreas más los daños. Entre los perjuicios consideraron la expropiación de urgencia, la entrega a los Puquios en 2019 sin contrato ni contraprestación, más la utilización de las maquinarias, equipamientos, uniforme, radios y demás elementos necesarios para operar un centro de esquí y que estaban bajo custodia provincial.

Los «servicios» del centro turístico mendocino

De acuerdo a la denuncia, el Gobierno abandonó el predio dejando sillas colgadas y permitiendo actos vandálicos, robos y hurtos. Y en medio de este expediente judicial se conoció que Cornejo entrega el complejo a unos empresarios amigos, según plantean fuentes del sector, cuando la provincia enfrenta un juicio millonario. A esto se suma el expediente por retrocesión, ya que cuando se expropia un bien, el Estado tiene un tiempo para darle el uso para el que fue expropiado. Fuentes ligadas a la investigación hablan del «cajoneo» de los expedientes para dejarle las manos libres a los operadores cornejistas.

Sobre los nuevos adjudicatarios de Los Penitentes, el grupo Mapsa, fuentes calificadas del sector dijeron que «no tienen experiencia para esta escala de operación turística, ellos están acostumbrados a manejar la tirolesa de Villavicencio y de Costa Norte, y esto requiere otra preparación y estructura de conocimientos».

Expropiación mal hecha

La empresa dueña original del predio a su vez pretende la nulidad de todo el trámite expropiatorio que incluyó además una indemnización de apenas $1.486.537, lo que considera parte de un error de tipeo durante la valoración del predio que hizo el Estado.

Lo que reclama, entre otros puntos, es que la inversión fue «absolutamente privada y el Estado nunca puso un peso: la empresa hizo los caminos, la infraestructura, las redes de gas, el servicio de electricidad, el estado provincial nada».

A su vez, en el expediente se suscribe que «la expropiación de urgencia estuvo mal hecha y quedaron polígonos sin expropiar que son fundamentales para la operación del centro de esquí», advirtiendo que ese detalle podría complicar una nueva concesión. Letrados consultados por este medio dijeron que «si la familia dueña original del predio quisiera, puede alambrar la peatonal y la confitería y convertir el compejo en un lugar intransitable».

Fuente: La Lupa