Se lanzó “Guaymallén, cuna del arte”. Junto a la Subsecretaría de Cultura de la provincia de Mendoza, el ciclo que arrancó con el homenaje al poeta Armando Tejada Gómez a 95 años de su natalicio y que busca reconocer a los artistas guaymallinos por sus obras de gran valor artístico para la cultura popular mendocina.
Bajo el sol del mediodía, en Matienzo 2246, del distrito Pedro Molina, se convocaron funcionarios, artistas, amigos y la hija, Paula Tejada, para recordar un nuevo cumpleaños del poeta.
El subsecretario de Cultura, Diego Gareca, el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Guaymallén, Mauricio Iglesias, la directora de Cultura de la comuna, Carolina Vico, el cantante y compositor, Daniel Talquenca, el percusionista y ex Markama, Eduardo Ordoñez, el cantante Javier Rodríguez, entre otros referentes de la música local.
La cita en Matienzo 2246 no es azarosa, es la casa en la que vivió Armando Tejada Gómez parte de su infancia y su adolescencia. Allí se instaló una placa que incluye un código QR, que una vez escaneado por celulares, se puede escuchar Canción de las simples cosas, cuya letra fue compuesta por el poeta de la Media Luna y que tuvo versiones de Mercedes Sosa y Chavela Vargas, entre otras.
Esta no es la única placa instalada en lugares icónicos de la vida de Tejada Gómez. También hay una en la puerta del Club Pedro Molina (Matienzo 2073), donde (tras escanear el QR) puede escucharse la Zamba del riego y en la cancha del Club Atlético Argentino (Mitre y Ferrari) el código trae los acordes de La vida dos veces.
“Tenía un viejo vecino amigo de mi barrio que decía si entre nosotros no nos reconocemos, no nos va a reconocer nadie. Estamos reconociendo la vida del Armando, de su familia, de sus hermanos, marcados por la pobreza, pero justamente ese hogar y esa pobreza llevó a convertirlo en para mí, el poeta mayor de Latinoamérica. Entonces esa tarea de pensarlo en uno de los espacios donde vivió, donde tuvo su infancia, una calle de un barrio que es parte de la historia del departamento de Guaymallén”, dijo el subsecretario de Cultura de la Provincia Diego Gareca.
Por su parte, el secretario de Gobierno, Mauricio Iglesias, se refirió al nuevo programa que se lanzó con el recuerdo de Tejada Gómez. “Nuestro pasado, nuestra cultura de una u otra nos hace a todos, quienes somos. El lanzamiento de ‘Guaymallén cuna del arte’, usando herramientas modernas que permiten interactuar con el pasado y de ahí construir nuestro nuestro futuro”.
La hija del poeta de la Media Luna, Paula Tejada, agradeció a autoridades por el homenaje y «el recuerdo de muchos de los presentes, que se juntan conmigo los 21 de abril a celebrar el cumpleaños de Tejada, que lo seguimos celebrando y lo vamos a celebrar toda la vida. Les agradezco también la presencia de los vecinos del barrio que se acercaron y a la familia Solas-Anaine, con el corazón les agradezco que estén acá y nos hayan completado la historia».
En este último agradecimiento se refería a María Rosa Anaine y a Daniel Solas Anaine. quienes son los descendientes de los dueños de la casa dónde nació Tejada Gómez y que participaron del descubrimiento de la placa conmemorativa.
Esta acción dará apertura al Ciclo “Guaymallén, cuna del arte”, que busca reconocer a los artistas guaymallinos por sus obras de gran valor artístico para la cultura popular mendocina.
En el encuentro participó el ensamble de guitarras de la Orquesta Municipal Tito Francia.
El ensamble de de Guitarras de la Orquesta Municipal Tito Francia hizo un breve show en calle Matienzo.
La historia de Armando Tejada Gómez
Armando Tejada Gómez nació en Guaymallén, a orillas del por entonces Canal Zanjón (Cacique Guaymallén), el 21 de abril de 1929; y falleció en Buenos Aires, el 3 de noviembre de 1992, con 63 años.
De ascendencia huarpe, fue el penúltimo de 24 hermanos. Su familia estaba compuesta por trabajadores rurales de escasos recursos. Hijo de Florencia Gómez y Lucas Tejada, tropero que llevaba ganado desde Mendoza a San Juan y a Chile.
A la muerte de su padre, con tan solo 4 años, su madre no podía alimentar a todos sus hijos, por lo que vivió un tiempo en una casa en Tres Porteñas con su tía Fidela Pavón, quien le enseñó las primeras letras en un breviario. Esa fue la única instrucción que recibió Armando. Cuando regresó a su hogar materno, en la histórica Media Luna (en Pedro Molina), empezó su oficio de canillita.
A los 15 años se compró un ejemplar del Martín Fierro, que le despertó la pasión por la lectura y la poesía, formándose por su cuenta. Trabajó también como lustrabotas y albañil; y simultáneamente, comenzó su inquietud por las injusticias sociales por lo que se volvió un activista político, siendo delegado del gremio de la construcción. En 1950 empezó a trabajar como locutor en LV10 Radio de Cuyo, que alternó con su trabajo como obrero.
Fue diputado provincial en 1958 por la Unión Cívica Radical Intransigente, sector que abandonó al año siguiente para formar un bloque independiente. Integrante de una delegación parlamentaria que visitó China, la ex URSS, Checoslovaquia y Francia, a su regreso se afilió al Partido Comunista.
En 1960, al terminar su mandato como legislador, volvió a su trabajo de locutor e inició su camino por la música con la zamba “La de los humildes”, colaborando como letrista junto al cantautor Manuel Oscar Matus – quien por entonces era esposo de Mercedes Sosa -, y con quienes, en 1963, sentarían las bases del Movimiento del Nuevo Cancionero.
Entre 1954 y 1994 publicó trece poemarios, una autobiografía, dos novelas y varios discos, entre audiolibros y canciones, en coautoría con diversos músicos. Entre sus obras más reconocidas se encuentra “Canción con todos”, que se convirtió en un himno para América Latina.
Fue un gran escritor y dejó un legado muy importante para la cultura argentina. Desde 2018 se estableció el 21 de abril de cada año como el Día del Poeta Mendocino, en conmemoración al natalicio de este gran artista maestro.