La Ruta 7 es un corredor vial en que se pone en juego la vida y la muerte ¿Quién controla a los transportes? La inoperancia destruye y mata

Actualidad Mendoza

Todo aquel que transita la ruta 7 en Mendoza está sujeto a la buena de Dios y en un gran porcentaje a que sea su última vez, producto del estado calamitoso de la misma y la falta de control a camiones y unidades de pasajeros que hacen que directamente se incremente el riesgo.

Hemos visto últimamente fotos y coberturas de accidentes que no se borraran de nuestras retinas y quedan grabados a fuego en la sociedad mendocina.

Paula Fleitas de 32 años oriunda de González Catán, provincia de Buenos Aires, encontró recientemente a la altura del departamento Gral. San Martín, su propia muerte, frente al autódromo Ángel Pena. El precario colectivo que la transportaba para ver en tierras mendocinas el partido de su equipo de quién era hincha fanática, cambió de carril, atravesó desafortunadamente la ruta y volcó, provocando su fallecimiento y el saldo de 10 heridos.

Posteriormente, una semana después, un auto habría volcado también en esa misma zona. Uno más que se suma a esta lamentable estadística vial en la misma ruta.

El intendente del municipio de San Martin, Raúl Rufeil vocifera su angustia por el estado de la ruta y señala a Vialidad Nacional como responsable de su estado de abandono y de » bochornoso”.

Rutas Argentinas hasta el fin

La falta de básculas oficiales (balanzas para transportes) por estar rotas, hacen difícil controlar el peso de unidades que cada día pasan por cientos en la ruta cuestionada.

También se le suman, entre otras causas, la falta de control a unidades de transporte que se vuelven ataúdes y misiles para el prójimo.

Podríamos calificar que de milagro el micro no impactó con otros vehículos en su derrotero hacia la fatalidad donde se transportaba hinchas del club Boca Juniors a un partido que se jugó, pero sin ellos como público.

¿Quién controla?

Las diferentes vías de la provincia mendocina se vieron ocupadas por otros transportes que vinieron desde diferentes lugares a alentar a su equipo. Como sucede habitualmente podemos ver unidades en condiciones deficientes, que a simple vista se puede apreciar que no hubo control alguno en ninguna ocasión, casi un pacto implícito que pareciese correr con el destino de quienes con alegría e irresponsabilidad se transportan.

Las cubiertas gastadas de los colectivos, parabrisas trizados, falta de listado de pasajeros y terminal de llegada con salida certificada, son los requisitos que cumplen las agencias de transporte y que le son exigidos.

No habríamos encontrado declaraciones de Emmanuel Sánchez (otrora hombre de Pereyra, incondicional de Alfredo Cornejo y hoy Massista tal vez) gerente de Fiscalización de Interior de la CNRT sobre la falta de controles en este accidente.

La encargada de CNRT en Mendoza, Gabriela Segovia, expresó que salir desde un lugar autorizado «Es la única forma que tenemos desde el Ente de revisar que tanto el vehículo como los choferes estén en condiciones de realizar el viaje». Eso explicaría por qué no fue inspeccionado al cruzar el Arco de Desaguadero.

Según informaron empleados de dicho organismo, que prefieren mantener el anonimato, aseguran que una de las funciones fundamentales de CNRT es estar en la calle, sumado a la escasez de personal , conflictos con gendarmería ,con la gente de adentro que no le cumplen por desavenencias internas, falta de canales fluidos entre las fuerzas de seguridad para los controles y de material de trabajo… hace casi imposible algún control eficaz.

«Tiempo atrás nos multiplicábamos y parábamos unidades en las rutas , pero hoy mostramos la presencia apostados sobre todo al costado del camino», argumentan en off.

A su vez nos dicen que «No hay más accidentes de milagro. La alta montaña es una bomba de tiempo con el masivo paso entre turistas, camiones, colectivos y falta de organización tanto nacional como provincial».

Se vienen tiempos de «Temporada Alta» donde las rutas estarán explotadas de argentinos viajando por turismo, los controles no estarían a la altura de las circunstancias, esperemos no seguir lamentando víctimas que solo ocupan espacio tan solo un par de días en los noticieros y nadie aún hace nada.