Los trabajadores de la educación se encuentran entre los peores pagos del país y además su poder adquisitivo se desplomó hasta un 46% desde 2015. Así lo señaló un informe del Centro de Investigación Social de Mendoza en el que se analizó el crecimiento de la Canasta Básica Total (CBT) y lo compara con la evolución de los sueldos de los trabajadores de la educación de la provincia. Si se compara el periodo 2018 – 2022, el poder adquisitivo cayó 36%.

En la previa de la convocatoria a paritarias por parte del Gobierno de Mendoza, el documento muestra que si en 2018, una maestra de grado cubría el 94% de la CBT con sus haberes, hoy sólo le alcanza para acaparar el 59% de esa Canasta. En el caso de un celador, los índices son menores: en 2018 cubría el 64% de la canasta básica de alimentos con su sueldo y en la actualidad llega a cubrir 43%.

La explicación a esta situación es por la ausencia de acuerdos paritarios, que en su mayoría salieron por decreto, y a la política del educativa del Gobierno Provincial a través de nulos aumentos salariales en el caso del año 2020 y el insuficiente aumento de 2021 que no ayudaron a que los y las trabajadoras puedan cubrir la totalidad de la canasta básica de alimentos.
De esta manera, dentro del nivel primario, se tomó como caso el salario en U$S de un maestro de grado con 10 años de antigüedad y entre 2015 y 2022 la caída real en dólares es del 44%. Debido a esta situación, durante el mismo período, un docente puede comprar 288 litros menos de Nafta, 373 litros menos de leche y 185 kg menos de pan.

En el caso de un profesor de nivel medio, el contraste entre 2015 y 2022 muestra que su salario en dólares cayó un 40% y esto fue aparejado con una menor capacidad de compra: en 2021 con su salario adquiere 190 litros menos de nafta, 252 litros menos de leche y 125 kg menos de pan que en 2015.

En el otro extremo, se encuentra el grupo de celadores que desde siempre han tenido sueldos más bajos que el resto de los trabajadores escolares. En este sentido, si se realiza la comparativa entre 2018 y 2021 se observa que el salario tiene una pérdida notoria: en 2018 llegaba con su salario a cubrir el 64% de la Canasta Básica y en 2021 llega solo al 45%.

“El deterioro constante de las remuneraciones que perciben los y las docentes de la provincia parece no tener límite, pues a pesar del cambio de gobierno, la política educativa para Mendoza es la misma”, señala el informe.
Al mismo tiempo, se sostiene en el informe que el Estado Provincial debe llegar a acuerdos que permitan recuperar el salario perdido en estos años. «El ingreso docente no solo promueve su bienestar, sino que contribuye a jerarquizar la profesión dentro de la relevancia social que ocupa y, en consecuencia, la calidad de la educación pública de Mendoza”, se señala.