Si bien los medios mendocinos «amigos de la pauta» muestran desacertadamente una realidad de «baja de casos» de contagios, la verdad es que ya circulan en la provincia dos tipos diferentes de cepas de alta contagiosidad y potencia: la Británica y la Manaos. Las Terapias Intensivas están sin camas, los trabajadores de la salud sin rotación de personal y colapsados física y emocionalmente, siguen los números rondando los mil contagios diarios y los números de muertes ascienden.
Para el gobierno de Rodolfo Suarez se está manejando la pandemia «de manera excelente», con presencialidad en las escuelas, mínimas restricciones a través de números de DNIs para compras en comercios y restaurantes, incluso la quieren llevar a la ministra Ana María Nadal que entre como candidata al Congreso Nacional… la realidad de la calle demuestra todo lo contrario: hoy jueves se contabilizaron 995 nuevos casos de Covid-19 y camas UTI al 100% en toda la provincia.

En ese contexto, la dirigente de la izquierda mendocina, Emilce López, aporta una visión distinta a los discursos oficiales y va en la búsqueda por las soluciones urgentes respecto al fuerte debate que se viene llevando adelante sobre virtualidad/presencialidad en las escuelas de la provincia de Mendoza.
EDUCACIÓN: MENTIRAS Y FRACASO

En las últimas semanas, documentos de UNICEF Argentina y la Sociedad Argentina de Pediatría analizan la situación por la que atraviesa la educación: estrés, violencia, inequidad social, el abismo educativo entre quienes acceden al uso de la tecnología y quienes carecen de la misma.
Mientras tanto, hay una disputa casi salvaje entre el gobierno provincial (Cambia Mendoza) y el nacional (FdT) por las clases, como si lo virtual o lo presencial fuese lo determinante para la educación. ¿Por qué decimos esto? Discuten en abstracto esa antinomia y lo que se pone de relieve es que no les interesa plantear salidas de fondo para mejorar el sistema educativo.
De ser cierto que lo presencial es lo más equitativo para los alumnos, Suarez y Thomas deberían haber elaborado un relevamiento estructural de las escuelas en la provincia y determinar cuántos edificios están en condiciones óptimas para el dictado de clases, lo mínimo que garantice que cada alumno a lo largo y ancho de la provincia pueda tener un acceso digno y justo al saber.

La situación es similar a nivel nacional: ni Fernández, ni Trotta hablan del abandono total de la educación en el 2020, sumado al deterioro que ya se traía de arrastre de gobiernos anteriores y que venía siendo denunciado por los distintos sindicatos.
Hoy nos encontramos frente a esta disputa por arriba, con una segunda ola de la pandemia mayor a la del año pasado, con muchos contagios, con docentes, celadores y alumnos muertos, con un sistema de salud a punto de colapsar.
Con ese panorama Suárez y Thomas admiten en los hechos lo que niegan con el discurso y tienen tantas contradicciones como Trotta. Hablan de lo importante que es la presencialidad para los sectores más pobres de la población pero no invierten un centavo en edificios, conectividad y dispositivos. Dicen que los edificios no son un lugar donde ocurran “ultracontagios” pero hace 15 días mandaron a la virtualidad a los cens y ya hablan de adelantar el receso invernal. Esto último encierra una doble paradoja: ¿por qué habría que adelantar el receso si en las escuelas no ocurren contagios? La segunda, y no menos absurda, es que si lo adelantan a junio volveríamos para enfrentar en presencialidad las semanas más crudas del invierno.
Las soluciones que ensaya el gobierno desnudan sus mentiras a todo nivel: el protocolo no es bueno y no se cumple, no le interesan los estudiantes más pobres, la presencialidad sí contribuye a subir la curva de contagios y la continuidad pedagógica se trabó hace semanas.

Desde Alternativa Docente y el MST en el FIT-Unidad exigimos al gobierno que deje de jugar con la salud de estudiantes y trabajadores y que destine los fondos a las escuelas y no a salvar a sus amigos empresarios. Seguimos sosteniendo que las clases presenciales deben suspenderse de forma provisoria, pero no como medida aislada, debe ser acompañada de la provisión de computadoras y dispositivos, para alumnos y docentes, acompañado del un acceso gratuito al servicio de internet que garantice la virtualidad. Junto con un plan de ayuda económica para los padres y acompañantes que deban quedarse con sus hijos y no tengan salarios fijos. Pero también es indispensable un plan masivo de testeos para que la vuelta a la presencialidad sea con bases epidemiológicas serias, con protocolos efectivos y elementos de protección personal. Solo medidas así pueden comenzar a revertir las condiciones de inequidad que atraviesa toda la comunidad educativa.

Emilce Lopez – Dirigente de Alternativa Docente
