En medio de una semana caliente con el fuerte conflicto entre los trabajadores municipales de la ciudad de Mendoza y la gestión comunal, y tras haber mantenido sendos encuentros con representantes de SOEM (gremio mayoritario de los empleados capitalinos) y ATE (minoritario), el intendente Ulpiano Suarez finalmente busca destrabar la crisis y anunció un plan de emergencia que incluye el pago de diferentes adicionales hasta el 31 de diciembre, a abonarse a partir del corriente mes de julio.
Según explicó el funcionario capitalino en una conferencia de prensa realizada este mediodía, a aquellos empleados municipales que perciban un sueldo menor al Salario Mínimo, Vital y Móvil ($16.875), se les ajustará hasta alcanzar esa cifra. Suarez señaló que esta medida -denominada «adicional emergencia 2020»– repercute en 91 agentes (3,5% de la planta total del municipio) y en algunos casos significará hasta $5 mil de incremento.

Por otra parte, adelantó que -también de julio a diciembre de 2020- se liquidará el «adicional servicio territorial efectivo» para aquellos trabajadores que realizan labores esenciales en la comuna, tales como tránsito, higiene urbana, recolección de residuos, seguridad y cuidado de espacios públicos. Este ítem consiste en el pago del 20% del salario básico, que puede llegar a los $3.100 para quienes perciben remuneraciones mayores a los $40.000 de bolsillo. La disposición alcanza a 891 agentes (33% de la planta total).
En tanto, el intendente indicó que se mantiene hasta fin de año el congelamiento de sueldos de funcionarios, así como la planta de personal municipal, a excepción de que haya que atender situaciones de urgencia en áreas sensibles como Salud o Seguridad Ciudadana. Actualmente en la municipalidad de la Ciudad prestan servicios 2645 personas.
Además, recordó la decisión de continuar con el Programa de Moratoria Previsional Municipal, con el cual la comuna abona los aportes faltantes a los empleados con edad de jubilarse.
Tras los anuncios, el secretario general de ATE -Roberto Macho- solicitó que la propuesta comunal se materialice formalmente para que los trabajadores puedan analizarla y decidir si es aceptada o rechazada.