El Senado aprobó por unanimidad la ley de góndolas que impulsó el Gobierno e independientes para fomentar la competencia

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En la última sesión extraordinaria antes de la apertura formal de la actividad parlamentaria, el Senado aprobó este viernes la denominada ley de góndolas que busca evitar las posiciones dominantes de las grandes marcas en los supermercados.

Con 56 votos a favor y 4 abstenciones, la Cámara alta le dio el aval definitivo al proyecto que el 19 de noviembre logró media sanción en Diputados.

La iniciativa establece que las cadenas comerciales podrán otorgar a un proveedor el 30% de una góndola, que deberá compartir con al menos otros cinco proveedores, y determina que se le deberá brindar un 25 por ciento a productos de Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) y un 5% a los de la agricultura familiar.

Además, se establece que en las islas de exhibición y anaqueles contiguos a las cajas se deberán presentar en un 50% del espacio productos elaborados por micro y pequeñas empresas nacionales, o por cooperativas y mutuales.

La ley, que deberá implementarse en un plazo de 60 días, alcanzaría a trece empresas que facturan $1.700 millones al año y comprenden el 26% de la cadena comercial del país.

Los almacenes, autoservicios chinos y kioscos -canales de venta que concentran alrededor de 70% de las ventas minoristas-, quedarán excluidos, establece la normativa.

La ley comprende a los supermercados e hipermercados que cuenten con más de 50 bocas de expendio en todo el país.

El objetivo de la normativa es fomentar la competencia, permitir el ingreso de nuevas marcas y lograr una diversidad y baja de precios en beneficio del consumidor, explicaron fuentes parlamentarias y oficiales.

El presidente Alberto Fernández ​impulsó el tratamiento del proyecto ya aprobado por Diputados, en el marco de las primeras acciones que adoptó para tratar de desindexar la economía y ponerle freno a la carrera de los precios, que el año pasado acumuló su mayor salto en 28 años.

Por ello, el Jefe de Estado decidió incluir su tratamiento en las sesiones extraordinarias que convocó para tratar conseguir además una serie de leyes para declarar la emergencia pública y acceder así a facultades especiales para moverse en medio de una economía en recesión y en las negociaciones para reestructurar la deuda.  

El debate

La senadora del Frente de Todos, Ana Almirón, que preside la Comisión de Legislación General y fue la encargada de exponer los argumentos en favor de la iniciativa, destacó la necesidad de sancionar la ley en «un momento muy complejo del país en el que está en juego la pobreza y el hambre».

«Es una deuda pendiente, en un momento complejo donde el precio de los alimentos tiene impacto en la economía de las familias», sostuvo la legisladora por Corrientes en representación del oficialismo.

Desde la oposición, el interbloque de Cambiemos objetó la iniciativa al calificarla de»inocua» y advirtió que ya existen «herramientas» como las leyes de defensa de la competencia y de defensa del consumidor que sirven para controlar la suba de precios, pero que «lamentablemente no se aplican».

Ernesto Martínez, senador de Cambiemos por Córdoba, dijo que la ley «es puro eslogan y marketing» y afirmó que la norma «no sirve absolutamente para nada», mientras que su par, Esteban Bullrich, adelantó consideró que  «la mejor manera» de solucionar el problema «es bajando impuestos» como el IVA.

El senador Alberto Weretilnek, de Juntos Somos Río Negro, cuestionó la normativa al entender que «no va a garantizar una mejora en el precio de los productos» ya que «es una ley «que se queda por la mitad».

«Abunda en lo que ya tenemos, pero va a generar innumerables conflictos en la aplicación», declaró en alusión a las críticas de los supermercadistas sobre las dificultades de la puesta en marcha de la medida en las góndolas de los supermercados.

Los supermercadistas, a favor y en contra

El presidente de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), Víctor Palpacelli, aseguró que ley de góndolas «será difícil de sostener en el tiempo», mientras que el dueño de Maxiconsumo, Víctor Fera, opinó que la norma «es un beneficio grande para los consumidores y para las pequeñas empresas»

«El espíritu de la ley es bueno, el fin es bueno pero es muy difícil de mantenerlo operativamente o llevarlo adelante y sostenerlo en el tiempo sin perjudicar a ningún sectores», manifestó Palpacelli antes de la votación en el Senado. 

En tanto, Fera defendió la iniciativa y vaticinó que «los productos bajarán en promedio entre 15% y 20%».

Consultado por la prensa sobre las declaraciones del presidente Alberto Fernández sobre la “Ley de Góndolas” y la “enorme irresponsabilidad de los empresarios formadores de precios”, el secretario general de CAME, Sr. José Bereciartúa, manifestó su decidido apoyo a los dichos del presidente y agregó que “la pelea contra los incrementos es algo que debemos dar todos los que formamos la cadena comercial y de distribución, desde el minorista hasta el mayorista, el pequeño comerciante y toda la cadena industrial. Todos debemos unirnos en esta epopeya. No hay lógica alguna para que se sigan indexando y se fomente el proceso inflacionario, en donde la mayor responsabilidad es de los formadores de precios, que no somos las pymes comerciales”.

Y finalizó “Los grandes monopolios no pueden seguir siendo el timón de la economía argentina. Tal como dijo el presidente, la pelea de los precios debemos darla de cualquier modo y es imprescindible la colaboración de todos los sectores para salir adelante. CAME ha sido siempre abanderada a la hora de exponer a aquellos que se abusan de las posiciones dominantes en el momento de formar los precios de los productos, perjudicando a las familias argentinas y licuando el esfuerzo solicitado por el gobierno nacional”.