Un análisis por arriba del fango: el peronismo mendocino juega con el 15 en la espalda

Actualidad Mendoza

Peronistas: aquí no sobra nadie y hay que salir a buscar, pero no aclaran lo selectas que son sus reuniones y que buscan personas para que los militen y voten, los cargos son para adentro, para los eternos re elegidos, los escasos nuevos nombres son para sus «confiables» amigos, muchos de ellos de extracciones políticas varias.

«El peronómetro sin usar”

Desde el comienzo de la democracia en los años 80 se dejaron de lado las grandes asambleas peronistas y se empezó a sectorizar. Allí nacieron los «pinzas» que eran grupos que se hacían los peleados, recogían militantes enemistados con los otros y luego se «unían» casualmente en pos de la unidad y el país, dejando afuera al militante y a quien creía realmente en un proyecto colectivo. Los cargos partidarios y electivos pertenecían seguidamente a los mismos, así empezó a achicarse el poder.

Hubo una época de grandes dirigentes desde lo pasional y bien formados en la doctrina peronista… algunos sobrevivientes de la voraz Dictadura y otros provenientes de la militancia en colegios y universidades. Lamentablemente el gobierno neoliberal de Carlos Menem arrasó ese fundacional espíritu militante para dar lugar a los carguitos recaudatorios. El menemismo dejó consecuencias, en estas tierras menducas hubo un Oppenheimer con su bomba atómica… llamado Arturo Lafalla, quien llevó a cabo una destrucción masiva en la sociedad menduca a cambio de promesas incumplidas, donde dejaron desolación, miseria y muerte.

A los ancianos se les prometió no entregar las Cajas de Jubilaciones para que no dependieran de la Nación y se los traicionó, rompiendo una piedra fundamental del Peronismo puesto por Eva Perón que es cuidar de los desprotegidos, los descamisados, los miserables. Igual destino sufrieron los bancos provinciales, que se entregaron a un privado… dejando de lado un proyecto que sus empleados presentaron para poder comprarlo. De allí sucedieron catástrofes financieras varias, también el desempleo y la muerte, la depresión se instaló en varios ex empleados, ni escribir de las empresas de energía.

Luego de romper las promesas, el daño se hizo y fue irreparable.

Así llegó la etapa de Concertar, donde se unió al radicalismo en un proyecto grande de país (ponele) , pero de esa forma también alejaba una militancia desconcertada.

Dijo Juan Domingo Perón: “Quien le da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde al perro».

Vinieron dos gobiernos que decrecieron proporcionalmente con el poder nacional, el de Celso Jaque, de quien se comenta desea volver a ser candidato a gobernador ya que una vez no habría sido suficiente según piensan un mínimo grupo de peronistas, y el último que fue de Paco Pérez quien se reveló a la mano que le daba de comer y a todos los mendocinos, allí se llegó casi al final de la historia de «éxitos y triunfos» del peronismo menduco.

Detalle dejado para el final; el peronismo posee la cualidad de ser transmitido de padres a hijos y es fundamentalmente pasión. Esa «Pasión» conlleva a una palabra muy común que es ‘Traición», lo cual es un síntoma que definitivamente aleja al militante de manera visceral, del acusado de ello y que claramente tiene efectos de rebote. Es proporcional a la otra palabra que es «Lealtad»… si eso se toma en cuenta ante los sucesos previamente descriptos, podremos observar que la lealtad es también con quienes han sido traicionados. En este compendio de traidores y leales podemos incluir a la sociedad mendocina, por no brindarles desde el movimiento peronista las soluciones que se necesitan, también a las bases por no darles los lugares que correspondían.

Dijo Juan Domingo Perón: «Hay distintas clases de lealtades: la que nace del corazón, que es la que más vale, y la de la que son leales cuando no les conviene ser desleales».

Antiguamente cuando se perdían las elecciones se hacía un paso al costado de autoridades y la renovación se producía automáticamente. La realidad es bien clara, el Peronismo es una construcción constante de poder y como tal no acepta el fracaso y mucho menos a los fracasados; haber vulnerado los principios básicos por ambición o inutilidad, lleva a que en cada elección se pierda poder, representatividad y votos, quedando en un pozo de tan solo un 15%, como sacó en las últimas elecciones ¿Se puede festejar ese número en una fuerza política que gobernó gran parte de los más de 40 años de democracia?

Dijo Juan Domingo Perón: «El que quiera conducir con éxito tiene que exponerse; el que quiere éxitos mediocres, que no se exponga nunca; y si no quiere cometer ningún error, lo mejor es que nunca haga nada».  

El peronismo mendocino con sus analogías de Fútbol y solo hay un 15% en la espalda

Veo muchos ex jugadores de fútbol y técnicos de metegol a la altura de esos mismos muñequitos y duros de entendederas como ellos.

El peronismo es inclusivo, no debería utilizar a un jugador de fútbol como el Pipita Higuain para mostrarlo como un «mal ejemplo». El mismo jugador argentino de nivel internacional ha contado lo mal que le hizo ese bullying mediático y eso también es un reflejo de donde se encuentran hoy quienes le dan protagonismo, usándolo como punto de referencia como una cara del fracaso.

Un paréntesis: Hablar y hablar sin saber de futbol, queda un personaje envuelto en el papel de ridículo. Gonzalo Higuaín, uno de los grandes delanteros argentinos de los últimos tiempos, no solo se puso la camiseta de la selección argentina sino también las de River, Real Madrid, Nápoles, Juventus, Milan, Chelsea e Inter Miami. Hizo en el Real Madrid, a la sombra de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema,121 goles (0.46 por choque) en 264 partidos marcó durante su etapa en el Santiago Bernabéu. En Nápoles comenzó con una espectacular temporada de 24 goles en el curso 2013-14, subió sus cifras a 29 en el 2014-15 y reventó todos los pronósticos en la que fue su mejor campaña como profesional: hasta 38 dianas marcó Higuaín en la temporada 2015-16, 36 de ellos en la Liga italiana. Sus registros, que le valieron para ser el ‘Capocannoniere’ ¿Eso se llama fracaso? Ojalá fuera así el peronismo menduco…

El peronismo no da ni da para la parodia del fútbol; esta imagen es más ordinaria que ataúd con calcomanía. Aquí no hay quienes perdieron 8 a 0, aquí es el pueblo mendocino quién perdió y se rindió ante los pies de un «Jefecito de Estancia» que gobierna desde hace 9 años.

No hay dirigentes ajenos a la derrota, todos son responsables de alguna u otra forma, se quieren hacer los triunfadores cuando en sus municipios arrasó la locura de un Milei. Cuando Cornejo tiene sus bancas legislativas con buena salud ¿van a querer vender que ahora tras señal del cielo pueden ser los generadores de un milagro? Vale aclarar que muchos se escondieron y no brindaron ni sus nombres para la última campaña electoral, fue un buen gesto de quienes dieron la cara y salieron a la calle.

Dijo Juan Domingo Perón: «El Justicialismo no es un hombre, es una doctrina»

… en Mendoza parece que se borraron muchos

Hablan de los intendentes como grandes posibilidades futuras, entonces  ¿Dónde estuvo el trabajo en equipo para buscar el triunfo en la provincia? La política no es para tibios y el peronista a esos los vomita. Detrás de las derrotas, el pueblo paga las consecuencias. Porque primero la patria se vive, segundo el movimiento se práctica y por último los hombres… se debe ser y parecer para estar a la altura de las circunstancias! Aquí no hay ningún sub nada ! Hoy las listas las completarían con nombres vacíos de contenido en su mayoría , el futuro solo es posible llenarlo con trabajo, esfuerzo y doctrina.

Las internas en la elección del Pj mendocino son necesarias, ahora y desde siempre, sí logra volver a ser revolucionario será algo y si no, será nada.

“Para conducir a un pueblo la primera condición es que uno haya salido del pueblo, que sienta y piense como el pueblo. Quien se dedica a la conducción debe ser profundamente humanista: el conductor siempre trabaja para los demás, jamás para él», dijo El General… y tiene toda la razón!

Por Martin Orozco