En las últimas horas de la campaña los mendocinos amanecieron con cientos de carteles distribuidos en toda la Ciudad y en todo el Gran Mendoza con la cara de un Alfredo Cornejo joven, intensamente photoshopeado, de otros años mozos, y, por sobre todo, el nombre Cornejo destacado. Esto va en sintonía con la movida viral en redes sociales donde también trabajaron profundamente en esa idea, levantando testimonios de los candidatos rivales y finalmente el nombre Cornejo cierra una serie de imágenes con la poca obra pública que se hizo en los 4 años de gestión de Rodolfo Suarez y registros visuales del candidato a gobernador simpático abrazando y besando señoras y niños… todo esto con el viejo recurso y gastado de la música épica, utilizado en miles de spots políticos.
Más allá del millonario gasto en dicha cartelería, que genera más indignación y bronca en el electorado mendocino que aceptable comunicación, está claro que la usina de ideas que rodean al candidato Alfredo Cornejo decidió apuntar la campaña a «Cornejizar» la elección en Mendoza, retransformándolo en un plebiscito que se decida Cornejo Sí o Cornejo No, más allá del modelo de gestión propuesto desde 2015.
Mientras tanto, los carteles políticos se van aflojando con los días y se caen de los postes de luz, de los arboles… todos ilegalmente instalados con recursos del estado, empleados municipales. Los carteles se caen y pululan sin rumbo por la calle, arrastrados por el viento, atacando paradójicamente al mismo ciudadano que supuestamente los va a votar, tapando la visual de los conductores, provocando accidentes de tránsito, generando más bronca por todo este circo millonario de la política.
¿Personalizar la elección será un error político? Alfredo Cornejo y su entorno no entendió el mensaje de los mendocinos en las urnas cuando decidieron votar a Luis Petri dentro de Cambia Mendoza y no al ex gobernador. Ese voto se expresó en la idea de recambio, de renovación, de futuro… no justamente de egos, personalismos y pasado!
Las grietas que se están sucediendo en este mismo momento dentro del mismo Cambia Mendoza se producen por ese manejo cornejista del frente multipartidario, donde no hubo lugar para discutir designaciones a dedo de los candidatos, incluso de la misma figura del candidato a gobernador y su compañera de fórmula.
El actual manejo personalista de la campaña de Alfredo Cornejo, con sus egos y furias intestinas, hacen que se geste un líder tóxico que a diario hace perder en votos a todo el frente Cambia Mendoza.
En este último tramo el team de campaña del oficialismo provincial decidió dejar el concepto de «equipo» de Cambia Mendoza para transformarse en solo una palabra: «Cornejo». Y a partir de ello, desde el ego y la polarización, confían sacar el triunfo.
Ya en este clima de plebiscito establecido por el mismo Alfredo Cornejo, los candidatos tendrán el duro trabajo de conquistar el 20 por ciento de mendocinos indecisos, que definirán el voto más con emociones que despiertan las figuras en pugna que las propuestas que expresen.
No obstante, Cornejo metió mano y billetes: tras una serie de encuestas que lo dan con 20 puntos de diferencia sobre el resto, el millonario pago de publinotas a los medios porteños mostrando un «Cornejo Ganador», el enfriamiento del clima mediático borrando de la agenda el escándalo de la mano cornejista en la selección a dedo del poder judicial, el nuevo voraz incendio en la Playa de San Agustín que borra la corrupción en el robo de autopartes y destruye casas a familias pobres, las deficiencias e ineptitudes en los hospitales públicos donde mueren personas en los huecos de los ascensores, las faltas de garantías de seguridad para los fiscales y jueces en el Polo Judicial… donde en tanta «modernidad» no hay detectores de metales. Ni hablar de los temas de siempre… los perdidas de agua constante por los caños detonados y sin mantenimiento, la ola de robos en la provincia en ascenso, el narcotráfico, la falta de luz, de cloacas, las deficiencias edilicias y de insumos en los establecimientos educativos y sanitarios, la desidia que representa atenderse en salud con OSEP, los puentes que aún reposan destruidos en las rutas llenas de pozos, que no se hicieron en estos 8 años de gestión… Pero ahora nada importa, estamos en campaña…
El voto emotivo es el protagonista en esta última semana y lo que despierte la imagen del ex gobernador… pasado, continuidad, el peor o el menos peor… o adoptar un verdadero cambio. En síntesis «Cornejo Si o Cornejo No».
Por Julián Galván