Un anticipo anacrónico de la Mendoza feudal: Nerón toca el charango, mientras que en el coliseo derruido, la política bailotea en el fango

Actualidad Mendoza

Mi abuela me contaba que allá por 1962, luego de la caída de Frondizi, estaban los militares divididos en dos fracciones, los azules y los colorados, a veces sacaban los tanques a la calle algunos y otras veces, los otros, también los camiones con soldados, jeeps y distintas demostraciones de fuerza, el hecho es que la ciudadanía al principio se asustaba y luego lo tomó como algo cotidiano y dejaron hasta de prestarle importancia.

Los sucesos acontecidos en Las Heras me trajeron a la memoria parte de la Historia Argentina, empezaron juntos por Cambiar y hoy es todo caos y desastre, hacen honor al viejo dicho «uno no conoce al otro hasta que se separa”.

Hasta ayer, los años felices

Las denuncias efectuadas por «ellos», las cuales no son situaciones nuevas, pero en muchos casos se acercan al show bizarro de la política putrefacta, no he leído a nadie denunciar los contratos de épocas electorales, seguramente porque nombres cercanos están en los mismos que hoy denuncian, se horrorizan y rasgan vestiduras por los despidos y señalan «persecución política»… pregunto ¿Cómo llegaron a esos puestos? ¿Por concurso? ¿En Godoy Cruz se concursó? ¿En Guaymallén todos los funcionarios de Marcelino concursaron eligiendo los mejores en sus puestos? De ser así, grandes aplausos… sino, solo hipocresía.

Y llegó la Policía con los carros y los tranvías

Presencié a través de videos en redes sociales con estupor, policías con el rostro cubierto, negándose a ser filmados y dar sus nombres, recuerdos de tiempos aciagos que no deberían volver y menos a través del mando de quienes nos representan por el voto, la memoria puede fallar, pero desde el regreso a la Democracia no recuerdo un allanamiento a la Municipalidad de Las Heras.

Seguro de mi vida y de mi muerte, miro los ambiciosos y quisiera entenderlos.
Su día es ávido como el lazo en el aire.

–Jorge Luis Borges

Algo se pudrió en la tierra que alguna vez albergó a grandes hombres y mujeres, hoy la miseria y el hambre asolan un municipio que supo brillar, nadie puede gobernar ruinas, debería haber un cese el fuego en favor del ciudadano, mientras todo se vuelve un infierno cruzado de violencia y acusaciones, y el sillón de Intendente tiene la cuerina fría si no se piensa en la gente.

Los celos por el nuevo matrimonio

Nerón incendió Roma y mientras ardía él tocaba la Lira, un irresponsable más de la Historia. Aquí, algunos políticos de la Provincia, tiraron brasas y ahora nafta con el fin de ganar una votación, más allá de que ninguno de ellos es un emperador, agarraron el charango y tocan ante el incendio, total, El cielo puede esperar.

Nerón ya había anticipado en un video robado en un acto de San Rafael ante su séquito «que él tenía poder» a diferencia del resto de los mortales. Es así que utilizó, una vez más, sus influencias en el poder judicial provincial y su escriba estrella, el inspector Montacutus escabullido debajo de las camas de los telos, para plantar un show en el coliseo ya derruido. Un anticipo de lo que será la nueva época feudal.

Mientras Mendoza arde por la desesperación de ganar un municipio y una provincia, te levantan el pulgar o te lo bajan para ser devorado por los leones. A Nerón solo le importa el poder por el poder mismo, la gente es un souvenir de baratija en algún puestito de Roma, como las pulgas de un perro regalado.

Por Martin Orozco