Cornejo y «La» Apocalipsis Política

Actualidad Mendoza

La ficción supera a la realidad y la destrucción del establishment viene de la mano de quien más debería cuidarlo. La impotencia, los años que no le sientan bien, llevan a El Alfredo a cometer errores de párvulos.

Sin dudas, los tóxicos aires de Buenos Aires le asentaron mal, ahora el candidato a gobernador de Cambia Mendoza muestra en un puño la balanza de «Su Justicia “, mientras señala con el índice adónde apuntará, según sus deseos.

Hasta hace poco tiempo el doctor Daniel Orozco, intendente de Las Heras, era para el mismísimo Alfredo un puñado de elogios, «el mejor de todos» y su gestión «maravillosa». Hipocresía pura.

Los cortos tiempos han cambiado y el viento zonda se llevó los halagos. Hoy el doctor es sospechado de corrupción y según el resultado del escenario electoral, lo llevará o no, a la Justicia.

Resulta que ahora se «entera» (ponele) de todo lo posiblemente corrupto que es ese antro llamado Municipio de las Heras… entonces ¿porqué hay que esperar para denunciar? Veremos los porcentuales electorales y después te aviso…

“Si eso ocurre vamos a demandar a la justicia que tengan sanción los que están haciendo estos desastres administrativos» habría dicho Cornejo en un encuentro partidario.

La judicialización de la política como fin es una de las razones de la caída electoral que tiene el PRO en este último tiempo en el resto del país. Entonces ¿por qué debemos importar errores?

Estas actitudes nos muestran a las claras que posee un poder sobre el estado judicial que nos sobrepasa a los ciudadanos comunes y quedamos a merced del señor feudal, aquel que nos demuestra que cazar para comer se castiga con la muerte.

«Hoy en día, la historia avanza muy deprisa y los héroes y los villanos intercambian sus papeles constantemente» decía un tal Ian Fleming, el creador de la serie de novelas de espías protagonizadas por James Bond.

Hoy el Alfredo, se convierte en una estampita de señor Feudal, dándole la razón a quienes lo acusan de esa acumulación de Poder. También nos demuestra a la sociedad en su conjunto que la política está corroída y el «que se vayan todos» toma más fuerzas justamente por estas cosas.

Podrán venir a decir que el vulgo «no sabe votar», que no entiende donde poner el «tilde» en la boleta única, pero la única verdad está en la realidad decía un general.

La realidad es que los índices de entusiasmo a votar son bajos y si le sumamos el voto en blanco, más los errores que ellos dicen que cometemos, tenemos que superan en porcentaje a muchos.

El que se cree dueño del circo le sacó la pintura al payaso y cocinó el conejo del mago. Pasar un espejo entre la audiencia solo muestra al que lo sostiene y en estos tiempos puede ser más que algo inconveniente, puede significar el principio del fin.

Por Martin Orozco
Inspirado en una nota de Paola Ale, para diario Uno