En la última sesión de Diputados, el precandidato a la vicegobernador por el Partido Verde, Emanuel Fugazzotto, fue crítico ante el actual escenario político que padece Mendoza, sumida en una pelea de egos, vacío de propuestas y lleno de ambiciones… muy lejos de las reales necesidades del pueblo de Mendoza que sufre a diario la precariedad laboral, magros sueldos, inseguridad, pésima atención en Salud y escuelas públicas que se destartalan.
«En una etapa de crisis que está viviendo nuestro país y en especial nuestra querida provincia de Mendoza, donde muchas familias sufren a diario los embates de la inflación y no llegan a fin de mes… realmente indigna ver a aquellos dirigentes politicos que se autoconsideran ambientalistas que se abracen impunemente a los que están a favor del extractivismo; que aquellos que levantan las banderas de la libertad, terminan pareciéndose al negacionismo de la izquierda que critican «porque si» y votan vacíamente todo en contra; que dicen de la boca para afuera que son «anticasta», pero no dudan en firmar las listas en que les tocan participar electoralmente acompañando a prehistóricos referentes de la casta política, a personajes que están enquistados en el sistema y que son prácticamente la naftalina de la política mendocina» afirma el compañero de fórmula de Mario Vadillo a la gobernación de Mendoza.
El referente de la tercera fuerza política de Mendoza profundizó «Justamente ante tanta incoherencia, tanto circo por la desesperación de un cargo o competencia de egos, rejuntes por proyectos personalistas, por proyectos de corto plazo que solo tienen ambiciones de sacarse la bronca por no haber logrado lo que aspiraba en otro frente… No hay que avergonzarse de ser coherentes, porque es lo que urgentemente demanda la sociedad».
«La coherencia es un valor y una virtud que el único espacio político que la mantiene es el Partido Verde» cerró Emanuel Fugazzotto poniendo énfasis que el voto coherente es Verde y va en contra de los dinosaurios, el pasado que quiere volver a tropezarse en el mismo camino, de esos viejos peronistas, gansos y radicales que viven décadas de la teta del Estado, que dejaron en estos 40 años a la provincia de Mendoza fundida, precaria, llena de curros pero sin recursos.