Y un día Cornejo se mandó… el jueves pasado comenzaron los trabajos de estimulación hidráulica (fracking) en el área Puesto Rojas, de Malargüe, explotada por la empresa El Trébol, en pozos petroleros que ya estaban activos pero con explotación tradicional. El gobierno de Mendoza autorizó de manera exprés (en mendos de 10 días) la técnica de fractura hidráulica en cuatro pozos y usarán esos trabajos como piloto para evaluar la técnica y elaborar una norma ambiental específica. No hubo una Audiencia Pública para tratarlo… bien al estilo Cornejo, ni un estudio previo de impacto ambiental, bajo el curioso argumento de no ser «pozos nuevos» sino «yacimientos en uso».
Esta es la primera experiencia en Mendoza del polémico método que se utiliza para “animar” pozos petroleros. La técnica desarrollada en Estados Unidos consiste en la inyección a alta presión de una mezcla de agua, aditivos y arena a una elevada presión en la roca, donde está contenido el petróleo para liberarlo. Esos trabajos se hacen a una profundidad de entre 1.900 y 2.500 metros. Comenzaron el pasado jueves y se extenderán por un lapso de 15 días, aseguraron fuentes gubernamentales.
Según el dictamen de la Dirección de Protección Ambiental, “el volumen de agua necesario para la actividad de estimulación de los pozos será de aproximadamente 2.500 metros cúbicos por pozo. A ella se le adicionarán productos químicos y arenas para luego ser inyectada a una gran presión con la finalidad de provocar la estimulación”. La aprobación del proyecto se da mediante la resolución 813 de la Dirección de Protección Ambiental, firmada por la ingeniera Miriam Skalany.
El agua a utilizar será de producción proveniente de la Batería Cerro Mollar, la cual se encuentra dentro de la misma Área de Concesión, completada según acuerdo, con no más de mil metros cúbicos de agua extraída del río Salado.
A propósito de tal avance, Mauricio López candidato a Diputado provincial por el sur mendocino por el Frente de Izquierda, comentó: “Esta autorización entre gallos y medianoches de la Secretaría de Ambiente muestra a las claras por un lado el autoritarismo del gobierno de Cornejo y su nula voluntad de diálogo y por el otro el desconocimiento a las organizaciones populares que se han expresado sobre el uso del agua. Sin dudas no se puede desconocer la voz de las asambleas por el agua o las organizaciones del Pueblo Mapuche; con claridad exigimos que sean consultados. Desde el PTS y el Frente de Izquierda tenemos una postura clara y a los hechos nos remitimos: ya hemos presentado un proyecto en el Congreso Nacional por la nacionalización de todos los recursos hidrocarburiferos bajo control de los trabajadores, partiendo del respeto a nuestros pueblos originarios y la prohibición del fracking”.
Por su parte, Noelia Barbeito, candidata a Diputada nacional por el FIT también se refirió al tema: «Este método está prohibido en otros países del mundo y en Ecuador las comunidades han denunciado la devastación de su tierra y agua. La lógica capitalista es explotar el recurso, enriquecerse y después levantar campamento y dejar la destrucción del suelo y el agua. ¿El gobierno cree que tiene licencia social para este método? No debe olvidarse que el pueblo de Mendoza ha conseguido con su lucha la ley 7722 que cuida nuestro agua y ambiente».
Cabe destacar, que en España la fuerte oposición social y los bajos precios del petróleo han convertido al ‘fracking’ en un fracaso, sin resultados favorables en seis años transcurridos. Allí las multinacionales estadounidenses y canadienses han abandonado los planes para extraer en España, pese al interés inicial. Al igual que el caso Mendoza, aunque las prácticas aquí recién comienzan, en estos seis años, siempre quedó pendiente en España la presentación de estudio de impacto ambiental y la solicitud de explotación en el Ministerio de Energía.
Otro caso «turbio» sucede en México, donde el gobierno busca legalizar, por la puerta de atrás y de forma disfrazada, la práctica de la fracturación hidráulica o “fracking” para favorecer con garantías a las empresas que pretenden invertir en proyectos de extracción de gas en la Cuenca de Burgos, denunciaron representantes de comunidades indígenas y organizaciones, activistas, especialistas e investigadores. La práctica del fracking lleva en México por lo menos diez años y ha provocado afectaciones en comunidades de Coahuila, Nuevo León, Chihuahua, San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla. En las sustancias utilizadas para el fracking se han encontrado hasta 64 elementos tóxicos, cancerígenos y mutagénicos que contaminan las corrientes subterráneas, ríos, lagunas y manantiales. Sin embargo, aún no se conoce el impacto de todos los compuestos que integran las sustancias para la fractura hidráulica.
Más explotación a futuro
La Empresa Mendocina de Energía comenzará a explorar, en agosto, en 2 áreas hidrocarburíferas de Malargüe. Para marzo de 2018 se operarán 2 áreas más.
En lo que respecta a la porción mendocina del yacimiento conocido como Vaca Muerta, se aplicará esta polémica técnica del fracking en cuatro yacimientos en el área que se conoce como Puesto Rojas (uno de los primeros yacimientos provinciales), distante poco más de 20 kilómetros de la ciudad de Malargüe. ¿Qué pasará? Aún nadie lo sabe…