Un joven fue brutalmente golpeado la madrugada de este lunes por una patota a la salida de un boliche localizado sobre la ruta Panamericana, entre la rotonda de los Caracoles y el Corredor del Oeste, en Chacras de Coria, Luján de Cuyo.
La víctima fue abordada por un grupo de alrededor de 10 sujetos, quienes lo agredieron con golpes de puño y también con elementos contundentes.

Los atacantes también provocaron daños en la camioneta Toyota Hilux en la que se movilizaba el joven, quien se encontraba en un evidente estado de alcoholización, de acuerdo con fuentes policiales.

Tras la golpiza, los autores se dieron a la fuga a bordo de un Vento o un Corsa gris, de acuerdo con testigos, al cual le habían retirado la chapa patente para evitar ser identificados, agregaron.
En tanto, la víctima fue asistida en el lugar por personal del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) y luego trasladado en ambulancia al Hospital Central de Ciudad, donde los médicos le diagnosticaron politraumatismos en el parietal derecho.
Frente a estos lamentables hechos debemos preguntarnos ¿Y la policía de la provincia de Mendoza? ¿Para qué existe y se invierte millones en drones, chalecos, camionetas, entre otros tantos caros chiches? ¿Para que sirve la instalación de miles de millonarias cámaras ciudadanas en toda la provincia? ¿Esta policía sirve para prevenir y controlar los hechos delictivos o estos episodios de violencia? ¿Al jefe policial provincial Roberto Munives se le escapa la tortuga?

Recién ahora, después de 10 meses de la primera citación, el ministro de Seguridad Raúl Levrino va a dar la cara este jueves a la Legislatura… ya que está por ahí ¿alguien le puede consultar quién controla las zonas de los boliches? Es evidente el alto consumo de alcohol en esos lugares, los habituales accidentes de tránsito que se suceden todos los fines de semana en lugares liberados que las fuerzas de seguridad no controlan.
Ni hablar si el gobierno provincial realiza una inspección en el mantenimiento preventivo de locales que estuvieron 18 meses cerrados, controlar las habilitaciones. Es urgente la intervención del Estado para verificar mínimamente valores de puestas a tierra, tableros eléctricos, extintores, redes fijas contra incendio, adecuar las instalaciones en la compra de desfibriladores, contratar personal de salud para atenciones primarias, controles en los espejos de agua, sin mencionar las fiestas clandestinas que aún continúan, el uso y venta ilegal de pirotecnia

¿Dónde están los inspectores de diversión nocturna? ¿Quién controla al personal de seguridad de los locales? ¿Cuentan con una credencial de identificación impresa y plastificada, con un curso de 6 meses, exámenes psicológicos serios?
Hoy la realidad nos lleva a pensar hay en la provincia una desidia colectiva, donde no hay contención en los temas de seguridad ciudadana y una falta de empatía social en pos de quedar bien con empresarios amigos.