El contexto pandémico que gobierna casi todos nuestros actos en estos tiempos, en los que día a día se revelan con mayor crudeza todos sus efectos en el marco de incertidumbre que causa el desconocimiento de su evolución y de su duración, nos ha dado una singular ocasión para privilegiar la mirada común de los problemas e intentar encontrar herramientas que ayuden a crear soluciones.
Ha sido el Parlamento y concretamente la Cámara de Diputados, la que ha logrado la unanimidad en una decisión: las reformas a la ley de quiebras, demostrado de este modo tanto que el poder legislativo puede asumir perfectamente su rol aún en esta crisis y que además si los legisladores se focalizan en el problema a resolver, la compatibilización de ideas encuentra siempre un cauce posible.
La media sanción que obtuvo el proyecto tuvo 250 votos favorables, ningún voto negativo y solamente 2 abstenciones. No son cifras comunes y se espera que los proyectos sean considerados por el Senado en la próxima sesión.
Al respecto, la diputada nacional Claudia Najul (UCR – Juntos por el Cambio) indicó: “El Estado paró hace 150 días la economía para preparar el sistema sanitario, ahora el mismo Estado debe ceder para devolverle aire a quienes mueven el país. Eso buscamos con las modificaciones a la ley de quiebras y la moratoria, dar alivio a particulares y empresas en circunstancias realmente difíciles. Debiera haber sido antes y de manera más eficaz, el alivio llega cuando el Gobierno dio el visto bueno y eso es tarde para miles de empresas que ya bajaron sus persianas”.
La ampliación de la moratoria vigente para regularizar deudas fiscales y la modificación a la Ley de Contratos y Quiebras, se complementan para dar soluciones en el difícil contexto económico que plantea la pandemia, la que ha provocado una caída estrepitosa en la economía, con más de 20.000 empresas argentinas en riesgo de cerrar sus puertas, perdiéndose miles de puestos de trabajo.
Si bien ambos contaron con aportes de todo el arco político, el más problemático en su tratamiento fue el de moratoria, que contenía un resonante artículo que muchos diputados señalaron ser de salvataje a Oil Combustibles S.A. -empresa de Cristóbal López-.
En este punto la legisladora radical enfatizó: “El artículo 11 de la ley tiene nombre y apellido. Es vergonzoso y preocupante cómo el oficialismo con sus aliados de turno que le dieron los votos para la aprobación, siguen defendiendo la impunidad de los corruptos. Ninguna ley de moratoria en la historia de la Argentina incluyó a empresas que ya se encontraran con su proceso de quiebra concluido. Mucho menos a una acusada por defraudación al Estado. Esto es al menos llamativo”.
Entre los puntos en acuerdo, se encuentran los planes especiales de pago para instituciones de gran importancia social y que más están sufriendo, como los clubes de barrio, instituciones intermedias y organizaciones de la sociedad civil, y otro artículo que la oposición logró incorporar, beneficios impositivos para los contribuyentes cumplidores.
Por su parte, el texto consensuado respecto a la Ley de Concursos y Quiebras, se basó en varios proyectos, entre los que se encontraban las iniciativas de legisladores de Juntos por el Cambio que planteaban reformas más amplias e integrales como el facilitamiento del Acuerdo Preventivo Extrajudicial para no llegar al concurso y el financiamiento postconcursal.
Por último, Najul se refirió a los tiempos en los que se tratan los proyectos. “La ampliación de la moratoria para todos los contribuyentes es fundamental. Lamentablemente el oficialismo decidió aprobarla más de cuatro meses después del inicio de la cuarentena; lo mismo con la ley de quiebras. Si hubiesen sido igual de veloces que para apropiarse de la Justicia acorde a las necesidades de Cristina, ninguna empresa argentina habría desaparecido en medio de la pandemia. Los Fernández son muy rápidos para someter la Justicia pero muy lentos para salvar la economía”.