En Olivos, el presidente Alberto Fernández recibió a los gobernadores y gobernadoras para anticipar la propuesta a los acreedores y junto con el Ministro de Economía Martín Guzmán, informaron que Argentina «no llegó a un entendimiento con los bonistas» y aseguraron que el país, hoy «no puede pagar nada».
«Estamos en una suerte de default virtual», aseguró el Presidente, escoltado por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Fernández afirmó que una «deuda sostenible para nosotros es una deuda que no postergue a la Argentina» y las necesidades que el país «tenía en diciembre y que se han incrementado a partir de la debacle por la pandemia» .
El ministro Guzmán anticipó la oferta que les hará formalmente el día de mañana a los bonistas privados y adelantó que la propuesta es comenzar a pagar la deuda en 2023, con una quita del 62% en los intereses y del 5,4% del capital.
“Hoy no podemos pagar y no lo podemos hacer por varios años”, reconoció Guzmán y reconoció que aún no se ha llegado a un acuerdo con los bonistas. “Nos piden más ajuste fiscal, rápido y en más cantidad. Eso destruiría las oportunidades de millones de argentinos, y no lo vamos a permitir. El límite es la oferta que vamos a presentar mañana”, sostuvo el Ministro.
“Vamos a cambiar la estructura de bonos de deuda, por otra: periodo de gracia por tres años, hasta 2022. Empezaría a pagar en 2023 un cupón promedio de 0,5% y esas tasas crecerían hasta niveles sostenibles. El interés promedio de la propuesta es 2,33%. Hemos tratado de entender a los acreedores. La propuesta es más reducción de interese que de capital. Reducción de USD 3.600 millones, quita de 5,4% del stock de deuda externa y reducción de interés de USD 37.900 millones, que es el 62%”, detalló Guzmán.
Tras la presentación de Guzmán, el Presidente aseguró que «nos propusimos que el pago de la deuda no suponga más postergación para la Argentina. Que asumir obligaciones con el mundo financiero no suponga más postergaciones para argentinos que la están pasando definitivamente mal y que son nuestra prioridad de acción de gobierno».
«Queremos ser serios y no aprovechar ni siquiera la coyuntura del coronavirus, que ha dado vuelta la economía del mundo, para dilatar la solución de este problema. Sabemos que tenemos un problema que resolver. Sabemos que la economía del mundo se ha dado vuelta y nosotros, con la misma buena fe que encaramos este debate con los acreedores, lo seguimos llevando adelante. Aún en estas circunstancias tan adversas, seguimos proponiendo una solución», dijo Fernández.
«Nos propusimos con Cristina, Martín y todo el gobierno un sendero que era pedirle al FMI que viera y auditara la realidad de la economía argentina. Así fue como el FMI dijo en algún momento que la deuda era insostenible en la Argentina. Deuda sostenible para nosotros es una que no postergue a la Argentina. Que se pueda pagar sin postergar las necesidades que la Argentina tenía en diciembre y que se han incrementado a partir de toda la debacle que ha generado la pandemia», afirmó el Presidente.
Finalmente, Fernández puso el foco en la oferta del viernes. «Mañana será un día definitorio para la Argentina porque van a saber lo que la Argentina está en condiciones de pagar y cumplir», aseguró.
El punteo de Guzmán
CRITERIO DE SOSTENIBILIDAD
En el abordaje de estos problemas, lo usual es forzar, en situación de recesión, mayores contracciones del Estado, contracciones fiscales. Y el resultado, la evidencia es abrumadora: lo que ocurre es que las situaciones empeoran y hemos establecido un proceso para evitar que Argentina transite por una situación de ese tipo.
Este es un proceso en el cual ha habido ciertos criterios y ha habido involucramiento con todas las partes que forman parte de este problema. El criterio ha sido mantener conversaciones sobre la base de la buena fe, sobre lo que efectivamente Argentina puede pagar y sostener en el tiempo, al mismo tiempo que el país crece, lo cual es lo que llamamos criterio de sostenibilidad.
REDUCCIÓN DE DEUDA
Nosotros hemos dado ciertas comunicaciones publicas desde el Ministerio de Economía; hemos mantenido conversaciones con los acreedores presentando lo que consideramos un marco macroeconómico consistente y sostenible. Y también ha habido un involucramiento con el FMI en este proceso. El FMI también ha evaluado cuál es la capacidad de pago de Argentina, y observamos fuertes similitudes entre la evaluación que hace Argentina y la que hace le Fondo. Hay consenso en que hoy Argentina no puede pagar nada, no está en una situación en la cual eso se pueda sostener. No solo hoy no puede pagar nada, sino que durante ciertos años no puede pagar nada. Hay consenso en que tiene que haber una reducción fuerte de la carga de deuda. Y esta reducción puede cobrar ciertas formas. Se puede dar reducción de capital, reducción de intereses, período de gracia y extensión de vencimientos. A lo largo de este proceso también hemos dialogado con los países del G7 y G20, y hemos cosechado apoyos internacionales a nuestra propuesta. Hemos también publicado un cronograma de acciones con el objetivo de dar previsibilidad a los bonistas sobre el proceso a seguir. Vino el coronavirus y afectó las cuestiones logísticas, hay viajes que no se pudieron concretar, hubo que cambiar las negociaciones, nos adaptamos pero seguimos con el proceso.
En estas conversaciones aún no se ha llegado a un entendimiento entre Argentina y los bonistas sobre que es sostenible. Lo que Argentina repone es algo que es consistente con lo que consideramos que es un marco macroeconómico sostenible y también con lo que el FMI considera sostenible.
PROPUESTA
En este tipo de conversaciones lo que dicen los acreedores externos es que tiene que haber más ajuste fiscal. Que Argentina tiene que continuar por el sendero del ajuste fiscal rápido y en más cantidad. Eso destruiría las oportunidades d millones de personas en Argentina, sería un problema para todo el territorio y es algo que no vamos a permitir. Hay un límite de hasta donde se pude ir, ese límite es la oferta que Argentina está presentando mañana.
PERÍODO DE GRACIA
Proponemos cambiar la estructura de bonos, la estructura de deuda que Argentina tiene actualmente. por otra estructura que implique un período de gracia de 3 años. Argentina no pagaría nada durante 2020, 2021 y 2222. Empezaría a pagar en 2023 un cupón promedio, una tasa de interés de 0,5% y esas tasas irían creciendo pero hasta niveles sostenibles
QUITA DE INTERÉS PROMEDIO
El cupón promedio, el interés promedio bajo esta propuesta es de 2,33%. Hemos tratado de entender lo mejor posible las preferencias de los acreedores en función de la información que ellos nos han y la propuesta conlleva una mayor reducción de intereses que de capital. La gran carga se concentra en la reducción de intereses. En concreto es una reducción de capital de 3.600 millones de dólares que equivale a un quita del 5,4% sobre el stock adeudado. Y una reducción de pago de intereses de 37.900 millones de dólares que equivale a una quita de intereses del 62%.
CONDICIONES DE LA OFERTA
Esta oferta tiene una fecha de cierre. Va a haber aproximadamente 20 días desde el lanzamiento formal de la oferta hacia el cierre. Es un periodo suficiente para que nuestros acreedores puedan tomar decisiones y es un periodo en el cual entendemos que va a haber gente jugando muy fuerte. Aquí hay muchos intereseS en juego y las voces dE nuestros acreedores que obviamente buscan que Argentina pague más de lo que puede pagar, van a estar resonando. Va a ser muy importante que como sociedad tomemos los comprimidos de estar unidos sobre esta oferta porque esto es algo prácticamente fundacional para la recuperación y para un desarrollo sano para la república argentino.
Seguremos trabajando con el objetivo de llegar a un resultado exitoso, a un entendimiento entre las partes, seguiremos ahondando en este proceso que busca un entendimiento. Al mismo tiempo está claro que tenemos una situación de deuda que no podemos enfrentar con el FMI y continuaremos trabajando de forma constructiva para tener un nuevo programa que implique que argentina no tenga que hacer ningún desembolso de pagos de lo adeudado al FMI en los próximos tres años.