El segundo round del debate «que no es debate» se desarrolló en la noche del domingo en la Facultad de Derecho de la UBA, en la ciudad de Buenos Aires. Un encuentro mediático donde el periodismo argentino cumple el rol de «papel pintado» y solo deja correr un cronometral tiempo y promover el «testimonio cassette» respetando los deseos de cualquier político vernáculo (todo lo contrario de lo que personalmente piensa uno cuando «intenta hacer periodismo»).
Un debate donde los temas que han tomado socialmente relevancia en los últimos tiempos como «el rol de la mujer», «el femicidio» y «los jóvenes» quedaron silenciados y no fueron tratados por ninguno de los candidatos a presidente. Nadie percató (salvo Nicolás Del Caño, en la primera edición del debate) que hubo recientemente un Encuentro de Mujeres y Diversidad que movilizó casi la misma cantidad de gente que la marcha de «Si Se Puede» del Obelisco y en donde se trataron numerosas problemáticas en multitudinarios talleres donde desnudaron el gran vacío legal y el poco trabajo de los legisladores nacionales en referencia a estos temas.
En este debate, desarrollado en la Facultad de Derecho de la UBA, los temas fueron Seguridad; Empleo, Producción e Infraestructura; Federalismo, Calidad Institucional y Rol del Estado, y Desarrollo Social y Ambiente.
Una serie de cruces por las denuncias de corrupción en la obra pública durante el gobierno kirchnerista se convirtieron esta noche en lo más «picante» del debate sobre Empleo, Producción e Infraestructura, en especial cuando Alberto Fernández recordó al fallecido padre de Mauricio Macri.
El presidente Macri consideró que era «imposible de creer» que Fernández durante su rol de jefe de Gabinete no haya visto lo que el propio mandatario calificó como una «matriz de corrupción» en la obra pública, y en ese contexto el candidato del Frente de Todos mencionó a su padre, Franco Macri, que murió en marzo pasado.
Macri afirmó que «al kirchnerismo no le molesta la corrupción» y destacó que «esta semana quedó claro que Alberto Fernández y el kirchnerismo son lo mismo».
En el debate presidencial el presidente acusó al peronismo de querer demostrar que «somos todos iguales, pero no somos todos iguales, nosotros creemos en las instituciones, en la libertad de prensa, no somos lo mismo, a ellos no les molesta la corrupción».
El mandatario acusó al kirchnerismo de blandir la idea de «federalismo» después de «prepotear con el látigo y la chequera a propios y ajenos».
Remarcó que «no somos iguales, creen que pueden empardarse» con el gobierno de Cambiemos, pero aseveró que «el autoritarismo destruye la posibilidad de crecer».
Contra Franco
«Usted se pregunta cómo yo en mis años de jefe de Gabinete no vi la corrupción de la obra pública y usted en el clan Macri ¿no vio la corrupción de la obra pública Presidente?, ¿no vio lo que pasaba en su familia?, después nos contó cuando su padre murió que su padre era responsable. Presidente hablemos en serio, a mí no me va a correr», espetó Fernández.
Minutos más tarde, el jefe de Estado sostuvo que «es de muy mal gusto citar a una persona que ya no está en este mundo y no se puede defender», al tiempo que agregó: «Es difícil creer que no vio nada; es imposible de creer que usted no haya visto nada», en referencia a los años de funcionario de Fernández integrando el gobierno kirchnerista.
El dedito
Otro momento intenso fue cuando el propio Alberto habló de la polémica generada en el primer debate respecto de su dedo índice: “Mi índice sólo marca errores y señala inconductas. Lo que hay que ver con más detenimiento es el índice de pobreza, el de inflación. Ocupémonos de lo importante”.
Macri dijo que está acompañado por “un candidato a vicepresidente que da la cara”, en clara alusión a Cristina Fernández de Kirchner, de quien el macrismo sostiene que “está escondida”, más allá de que haya participado en diferentes actos en el interior bonaerense y nacional.
“Ellos son así, cuando gobiernan se creen que son los dueños de la plata de los argentinos. Para generar empleo hay que conectar el país y para eso hay que hacer obras. Pero en la obra pública había una matriz de corrupción, no lo digo yo sino los jueces que condenaron a (el exministro de Planificación Federal, Julio) De Vido, (el exsecretario de Transporte) Ricardo Jaime. Se robaban la plata de las obras. Es lo que denunció (el exministro de Economía, Roberto) Lavagna cuando se fue del gobierno. Y Fernández se fue del gobierno sin denunciar nada”, aseveró el presidente de la Nación.
Alberto recogió el guante, y replicó: “Cuando tuve diferencias renuncié y me fui a mi casa, y desde que me fui nunca un juez me citó para dar explicaciones. No es la situación del presidente, porque el día que Macri deje el Gobierno lo esperan más de 100 causas en las que está siendo investigado. No es mi problema, no tengo nada que ver con la corrupción, no me corra por ese lado, puedo darle clases de decencia”, graficó.
En ese momento ingresó en escena José Luis Espert, y no lo hizo del mejor modo con el mandatario: “Usted con el clan Macri, ¿no vio la corrupción de la obra pública? ¿No vio la corrupción de su familia? Después nos contó cuando su padre murió que él era el responsable. Hablemos en serio Presidente, a mí no me va a correr”.
Al hablar de pobreza, se dio otro de los picantes cruces anticipados: “Cuando termine su mandato, la Argentina va a tener 40 % de pobres. El presidente llegó para alcanzar la pobreza cero, y mintió, es lo único que supo hacer; a la pobreza la multiplicó, pero lo más grave es cómo multiplicó el hambre. Vamos a ocuparnos de que el hambre se termine y también vamos a ocuparnos de cuidar el medio ambiente. Vamos a crear un Ministerio de Vivienda”, explicó Fernández.
Macri, por su parte, replicó: “Es indignante escucharlos hablar de pobreza, no les creo nada, gobernaron los últimos 24 años y la única idea brillante que tuvieron fue ocultarla. Ellos siempre han usado a los pobres y siempre han hecho clientelismo. Gobiernan hace 35 años La Matanza y no hicieron ni una obra, mientras nosotros en 12 años hicimos las obras necesarias para que la Ciudad no vuelva a inundarse, y en 4 años gobernando la provincia de Buenos Aires concretamos las obras en La Plata que impidieron una inundación como la de abril de 2013”, disparó, en este último punto refiriéndose a las intensas lluvias del pasado sábado 12 de octubre.
A la hora del cierre, Macri volvió a la carga: “En las últimas semanas el kirchnerismo volvió a ponerse agresivo y es por lo que están haciendo ustedes. Cientos de miles de argentinos marchando con alegría y en paz”, mientras que AF resaltó: “Vamos a ponernos de pie, que en la grieta se queden ellos, vamos a abrazarnos todos porque la Argentina puede crecer, nos merecemos el país que todos soñamos”.