La Cámara de Diputados de Mendoza dio ayer jueves media sanción al proyecto de Ley remitido por el Poder Ejecutivo por el cual se crea un Programa Plurianual de Estabilización en el mercado de productos vitivinícolas, cuya vigencia será desde el Ejercicio 2019 hasta el Ejercicio 2022 inclusive.
El proyecto, que contó con la complicidad del peronismo, contempla que dicho Programa será implementado a través de una política anticíclica que mantenga acotados los stocks vínicos, de manera de darle mayor previsibilidad y rentabilidad a toda la cadena de valor, atendiendo especialmente al productor primario.
Para ello, el Poder Ejecutivo incorporará en el Presupuesto vigente y en cada uno de los Presupuestos subsiguientes hasta 2022 inclusive, las partidas presupuestarias correspondientes según el siguiente detalle:
-Para este año, se autoriza al Poder Ejecutivo a incrementar en 300 millones de pesos el Presupuesto vigente, partida que podrá ampliarse en 500 millones, quedando para ello autorizado el Ejecutivo provincial a hacer uso del crédito público por dicho monto en los términos del artículo 60 y 66 de la Ley N° 8.706.
-Para los Presupuestos de 2020 y 2021, se incluirá una partida de 400 millones de pesos, que podrá ampliarse en 400 millones, quedando para ello autorizado el Poder Ejecutivo de la Provincia a hacer uso del crédito público.
-Para el Presupuesto 2022, se incluirá una partida de 500 millones de pesos, que podrá ampliarse en 300 millones, quedando para ello autorizado el Poder Ejecutivo de la Provincia a hacer uso del crédito público.
La medida fue dispuesta con el voto del cornejismo, del mismo peronismo y de los diferentes bloques de la «oposición», a excepción del Frente de Izquierda que dio su voto negativo por considerar que esta ley representa un gran negociado que solo beneficia a los grandes grupos bodegueros que monopolizan el mercado vitivinícola.
Según un análisis de la situación realizado por el Frente de Izquierda, tanto en la propuesta de endeudamiento del radicalismo como el redireccionamiento de partidas propuesto por el peronismo significarían un subsidio para que las grandes bodegas continúen concentrando la producción y cientos de pequeñas bodegas y fincas sean rematadas a precios irrisorios.
La diputada provincial de la izquierda mendocina, Mailé Rodríguez, señaló «Hay que decirlo claramente. Lo que estamos discutiendo en realidad es como se le otorga mayores beneficios a los grandes grupos bodegueros que no son los que realmente están en crisis».
La legisladora de la oposición agregó «Los que verdaderamente están en una situación crítica son los pequeños productores, ni hablar de los trabajadores rurales, los obreros de viña, los trabajadores de las bodegas, de los que aquí, en la Legislatura provincial, poco se habla».
«Desde el Frente de Izquierda no vamos a acompañar este proyecto porque entendemos que a través ya sea de más endeudamiento o de utilización de los fondos públicos se está subsidiando nuevamente a los grandes grupos empresarios, siendo el sector más especulador de nuestra provincia», concluyó Mailé Rodríguez.
En medio de una «farsa» que ha montado el oficialismo en la opinión pública, donde se habla de un supuesto «sobrestock» de cosecha de uva que «podría bajar el precio», y que en números oficiales del Instituto Nacional de Vitivinicultura fueron desmentidos, ya que el pronóstico de cosecha estimada para el 2019 es un 8% menor al del 2018, ahora el Senado será quién le abrirá «la llave de la felicidad» a los grupos monopólicos que puedan celebrar la Vendimia con mayor tranquilidad y a cuesta del esfuerzo de las familias trabajadoras.
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