«La opción está clara: una liberal, la expresión de este demonio que es el capitalismo salvaje, representada por la nueva Alianza que encabeza Macri, y la otra, nuestro proyecto», lanzó Scioli, junto a su esposa, Karina Rabolini, y su compañero de fórmula, Carlos Zannini.
«Hoy el país está amenazado y este engaño bajo la palabra ‘cambio’, de lo que dicen que se viene, pero no saben cómo encubrir lo que piensan», insistió. En la misma línea, acusó al macrismo de actuar en connivencia con la Justicia: «Quieren dar un nuevo golpe de mercado, intimidatorio, usando el brazo judicial para llevar adelante una estafa y una gran devaluación».
Luego, llegó el turno de cargar contra Jaime Durán Barba. El publicista ecuatoriano y asesor de Macri, había relativizado las palabras de Francisco sobre las elecciones al afirmar que «un Papa no influye, no mueve más de diez votos». Scioli sacó provecho de la situación. Dijo que Durán Barba «lo maneja a Macri» y agregó: «Quiero desde aquí repudiar esta declaración ofensiva desde todo punto de vista, contra alguien que hoy está siendo admirado en el mundo».
Acto seguido, Scioli recordó algunas de sus más recientes promesas de campaña, como la eliminación del Impuesto a las Ganancias para los que ganen menos de 30 mil pesos o el 82% móvil para los jubilados. Y sobre el final pidió: «El domingo elegimos entre el orgullo del país o la vuelta al pasado, salgan a defender el futuro, que no les roben la esperanza».