Actualmente, la Unión Cívica Radical (UCR) atraviesa un período de profunda crisis interna y redefinición de liderazgo, que culminará con la elección de su nueva conducción nacional este viernes 12 de diciembre.
De esta manera, este inminente viernes se llevará a cabo un plenario de delegados de todo el país para elegir al sucesor del actual presidente del Comité Nacional, Martín Lousteau. La realidad es que nadie quiere agarrar esta «papa caliente» en medio de la crisis política e institucional. Algunos especulan que el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, figura como el favorito y candidato de consenso entre los gobernadores y gran parte de la dirigencia para asumir la presidencia del partido.

Aunque Valdés por estos días dio una muestra de un tibio despegue de la Casa Rosada. Emitió algunas declaraciones como para despegarse apenas unos centímetros del discurso del gobierno nacional, pero lo hizo como quien tira la piedra y esconde la mano.
Más allá de todo, Valdés cuenta con la perfomance más visible tras haberse convertido en el único ganador firme en su provincia contra una lista de La Libertad Avanza y lo convierte en alternativa de poder para el 2027, así tenga mayores o menores coincidencias con Milei.
En tanto, algunas miradas se posan sobre el bonaerense Maximiliano Abad porque, tras haber ensayado algún fuerte acercamiento con Evolución de Martín Lousteau, muchos anticipan que puede ser el “tapado”.

Alfredo Cornejo no se va a quedar de brazos cruzados y tiene la ambición de ser el gran líder nacional que acompañe una futura fórmula presidencial en una probable reelección de Javier Milei. «Milei-Cornejo» es el sueño húmedo del mendocino y para ello viene trabajando personalmente en proyectos claves para la transformación de una nueva Argentina: reforma laboral, reforma previsional, reforma tributaria, entre otros temas. Para ello, metió presión para que Pamela Verasay, leal delfín cornejista, tenga parte del control del Congreso Nacional, presidiendo el bloque de la UCR en Diputados.
Finalmente la bancada de la Unión Cívica Radical (UCR) quedó conformada por seis miembros y eligió como su presidenta a la mendocina Pamela Verasay.
Cornejo está decidido a ser un actor protagónico en la UCR desde el 10 de diciembre. Para lograrlo, el gobernador de Mendoza planea armar bloques radicales en ambas cámaras del Congreso, capaces de negociar el cuórum con Javier Milei. Como parte de la negociación, se pondrá en juego también la presidencia del Comité Nacional de la UCR.
El partido sufre una fragmentación significativa, evidenciada por la existencia de múltiples bloques legislativos tanto a nivel nacional como provincial (como en la Legislatura bonaerense). Esto ha llevado a una merma considerable en su representación parlamentaria, pasando de tener una bancada numerosa a una mucho más reducida.

La UCR no tiene una postura unificada frente a la administración del presidente Javier Milei. Mientras que la conducción saliente de Lousteau ha sido más opositora, varios gobernadores radicales y legisladores negocian directamente con la Casa Rosada para apoyar proyectos de ley específicos, como el Presupuesto 2026.
Alfredo Cornejo entiende que la nueva conducción deberá definir si el partido se alinea como aliado u opositor del gobierno nacional. Es por eso, como en su presidencia dentro del partido centenario formó parte de la mesa chica del gobierno nacional de Cambiemos con Mauricio Macri, ahora el mendocino entiende que el radicalismo tiene que jugar con la transformación de la presidencia de Javier Milei.

El correntino Gustavo Valdes hoy se encuentra más vinculado a Provincias Unidas, una propuesta «tibia» de apoyo a Milei… y Cornejo lo desafía, aunque no pretende poner el cuerpo. Lo hace a través de su delfín Pamela Verasay, quién ha trabajado de lleno en la Ley Bases de Sturzenegger en su momento, apoyó todas las leyes del Ejecutivo Nacional con su rosca y voto… y ahora quiere entregar el bloque radical a las órdenes de los nuevos proyectos oficialistas. «La Elegida» Pamela Verasay buscará ordenar internamente al partido y definir su rol en el panorama político fuertemente condicionado por la irrupción del gobierno de Milei.
En declaraciones a MDZ Radio, Verasay decía “Hoy, con mucha tristeza lo digo, hay una profunda crisis dentro del partido que electoralmente se vio reflejada en el número de diputados”.

La legisladora atribuyó la situación a la falta de una estrategia nacional y a diferencias internas. “No hubo una estrategia nacional para discutir una elección legislativa. Teníamos diferencias profundas en el rol del radicalismo en lo que nos demandaba la ciudadanía”, afirmó. Relató que, ante esta dispersión, intentó convocar a los 12 diputados electos para formar un bloque unificado, pero no fue posible. “Viste la foto: no fue posible. Seguiremos transitando el camino que tenemos trabajando para ver qué quiere transmitir el radicalismo y ver si de alguna manera podemos salir de esta crisis de representación”.
Respecto a la tarea parlamentaria, Verasay anticipó debates “más profundos” e “intensos” entre las dos mayorías, pero confió en que el nuevo Congreso pueda avanzar en las reformas estructurales. “Ya cerramos el capítulo electoral, por lo menos para esta etapa”, subrayó, mencionando temas como el presupuesto, la ley de inocencia fiscal y, más adelante, reformas laboral y tributaria.

Sobre la renovación de la conducción partidaria, que se definirá en un plenario nacional, la diputada puso el foco en los conceptos por encima de los nombres. “De nada sirve hoy una persona liderando un partido si no refleja las ideas que quiere transmitir, porque si no es un liderazgo débil, vacío, lleno de internas”, argumentó. “Me parece que el perfil que el partido tiene que tener para adelante tiene que ser un partido por sobre todo moderno, que entienda lo que la ciudadanía demanda”.
Finalmente, reflexionó sobre el desafío de toda la política: “Cuando vos dejas de leer lo que pasa en la calle, el partido empieza a encogerse (…) y termina siendo en definitiva una discusión interna de dirigentes. Nuestro principal desafío es tener piel para entender lo que demanda el de a pie todos los días, saliendo de esta discusión interna que te termina encerrando”.
Trabajo subterráneo ¿Será la próxima gobernadora de Mendoza?

La Verasay viene trabajando fino su candidatura a presidir el partido radical. Días atrás, la mendocina reunió a una decena de radicales de la cámara baja y les propuso presentar una bancada pura sangre del partido.
Verasay hizo de anfitriona ante diez diputados, de todos las tribus de la UCR. Estuvieron quienes fueron electos de las provincias con gobernadores radicales que militaron en Provincias Unidas: María Inés Zigarán (Jujuy); y Diógenes González (Corrientes).
Tambien mantuvo una reunión con mujeres radicales, en donde se habló que por primera vez en la historia una mujer debería presidir el Comité Nacional de la UCR y muchos hablaron de que Pamela Verasay fuera la elegida para ese desafío.
Aunque la UCR ha tenido y tiene mujeres destacadas en sus filas, como Florentina Gómez Miranda (diputada histórica y luchadora por los derechos de las mujeres) e Inés Brizuela y Doria (actual Vicepresidenta 1ª), el máximo cargo de conducción nacional siempre ha sido ocupado por hombres, desde su fundación por Leandro N. Alem en 1891.

Jefa del bloque radical en el Congreso, presidente del Comité Nacional de la UCR, con el incondicional respaldo de Alfredo Cornejo, en concordancia con el gobierno de Javier Milei… todos los caminos la llevan a ser la elegida para la candidatura a la gobernación de Mendoza por el cornejismo para la próxima elección del 2027.
Con una fórmula presidencial «Milei-Cornejo» y una «Verasay gobernadora», desafiando ser la primera mujer mandataria en la provincia, todo hace un desenlace casi asegurado para el 2027… pero nos estamos adelantando mucho…perdón! já!
Por Julián Galván
